Tegucigalpa.- El comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), mantiene la unidad con las familias que tienen parientes que fueron víctimas de desaparición forzada mediante la instalación de la Doctrina de Seguridad Nacional en la época de los años 80.
El COFADEH se mantiene en comunicación constante con los familiares de las personas víctimas de desapariciones forzadas por razones políticas, y es por eso que realizan reuniones cada cierto tiempo para informarles de su accionar como organización.
En la reunión realizada el viernes 13 de marzo, participaron madres, hijas, e hijos, esposas de las más de 184 víctimas de desaparición forzada que registra el Cofadeh.
La mayoría de las madres de los hombres y mujeres que soñaban una Honduras mejor, y que fueron detenidos y desaparecidos ya han muerto sin saber que pasó con sus hijos.
Otras todavía están con vida, pero el peso de los años no se los permite, ya que la condición de salud es un poco delicada, tal es el caso de la presidenta del Cofadeh, Liduvina Hernández, que actualmente reside en San Pedro Sula y le es imposible acompañar a este tipo de reuniones, pero está presente de corazón.
Una de las personas que estuvo presente en la reunión fue Nohemí Pérez, cofundadora del Cofadeh, que desde su juventud ha estado al lado de los familiares exigiendo verdad y justicia para su hermano Samuel Pérez, quien fue detenido desaparecido el 24 de enero de 1982 junto a tres personas más, que soñaban con una Honduras mejor para sus hijos.
Nohemí Pérez, acerca del encuentro dijo que “esta es una reunión de familiares para que nosotros nos demos cuenta de lo que está pasando, y sobre todo que es lo que está haciendo el Ministerio Público en el caso de las desapariciones forzadas en los ochentas. Vamos a exigir que no queden en la impunidad, por eso estamos trabajando y viendo de qué manera nosotros como familiares tenemos que exigirles que nos digan que ha pasado con el tema de las desapariciones forzadas en Honduras y cómo va a avanzado, porque ellos para eso están”.
Añadió que «por eso las reuniones para acordar algunas acciones siempre de exigencia de verdad y justicia, porque todos somos Cofadeh, tenemos 38 años y nos mantenemos firmes en nuestra exigencia como organización, nos hemos mantenido firmes porque somos víctimas directas».
Otra de las personas que estuvo presente en la reunión es Tomás Nativí Oliva, hijo de Tomás Nativí Gálvez, que desapareció el 11 de junio de 1981 por los escuadrones de la muerte que se lo llevaron enfrente de su esposa que estaba embarazada de su hijo, y que por esa injusticia el no conoció a su padre.
Tomás dijo que “se mira con optimismo y que es bueno siempre el encuentro entre familiares de víctimas de la desaparición forzada, víctimas de persecución política en los años ochenta para que siga siempre viva la memoria de los que hoy no están, por situaciones políticas».
«Estas reuniones entre familiares ayudan a fortalecer más la unidad y hacer estrategias en conjunto para la exigencia de justicia, porque el Estado sigue en deuda con nosotros los familiares», añadió.
Agregó que «es bonito estar siempre en contacto y hacer este tipo de reuniones porque nos conocemos, las personas que están aquí yo las conocí cuando era un niño y ahora que ya soy adulto, sigo junto a ellas, exigiendo justicia, ya que el gobierno juega a desgaste de las mismas, para que los familiares dejen en el olvido, pero el Cofadeh no se cansa de exigir verdad y justicia”.
Otra de las hijas que no conocieron a su padre es Digna Rodríguez, hija de Domingo Palma, también víctima de la doctrina de Seguridad Nacional.
Digna dijo que «le parece muy bien este tipo de reuniones porque le permite estar en contacto con otras víctimas, que tiene la misma exigencia que ella”.
“Va avanzando algo en la búsqueda de verdad y justicia para mi padre, pero se siente tristeza, al saber que no lo tengo y que no sé dónde está, no tengo una tumba para rezar”.
Digna añadió que “cuando estaba pequeña yo lo buscaba y la gente me decía que estaba vivo y si había una persona que tenía el mismo nombre, me alegraba y le llevaba confites, pero no, no era él, por eso exigimos justica junto a los demás familiares”.
Marina Isabel Linares Maradiga, hermana de Estanislao Maradiaga, primer desaparecido registrado en Honduras (24 de mayo de 1980) , señaló que “es una reunión muy importante como todas, porque revivimos el pasado y es muy bueno y muy importante, que nos sigamos reuniendo porque tenemos las fuerza para seguir luchando por verdad y justicia”.
Karla Maldonado, hija de una víctima de desaparición forzada, dijo que “es bonito encontrar gente que ya desde hace mucho tiempo nos conocemos y que estamos cada viernes en los plantones del Cofadeh, que tenemos las mismas luchas, solamente que ahora estamos más arrugadas y con algunas canas, pero siempre exigiendo verdad y justicia».
El objetivo de los encuentros realizados por el Cofadeh es informarles a los familiares que acciones está realizando la organización y también estar de cerca con las familias, caminando de la mano en la búsqueda de verdad y justicia.
El COFADEH surge del dolor de las familias de las víctimas de desaparición forzada y tiene 38 años exigiendo verdad y justicia, preguntándole a los torturadores de ayer y de hoy ¿Dónde están los detenidos desaparecidos? La unidad prevalece en los familiares delos detenidos desaparecidos en los años 80.