La Tolva mecanismo de castigo del régimen para los opositores políticos

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Por Marpa.

Tegucigalpa.- Dependencias estatales como la Comisión Nacional de Prevención de Tortura, Tratos Crueles Inhumanos o Degradantes (CONAPREV) y el Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza han brindado evaluaciones y recomendaciones respecto de la reclusión del joven Rommel Baldemar Herrera Portillo, en donde se puede concluir por un lado que el joven docente no debe estar privado de su libertad en una cárcel de máxima seguridad y por el otro, que debería recibir tratamiento psicológico en condiciones de libertad.

El Área de Acceso a Justicia del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) acompaña legalmente al joven docente recluido desde mayo de 2019 en la cárcel de “máxima tortura” conocida como La Tolva, que se localiza en el municipio de Morocelí, departamento de El Paraíso.

Cárcel de máxima seguridad La Tolva
Cárcel de máxima seguridad La Tolva

Rommel Baldemar Herrera Portillo está acusado por los delitos de daños e incendio agravado en perjuicio de la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, en un hecho ocurrido el 30 de mayo de 2019, en el cual desconocidos incendiaron llantas en el portón principal de acceso a la delegación diplomática, durante una protesta convocada por la Plataforma en Defensa de la Salud y la Educación.

Expertos han señalado que la ausencia del personal de seguridad privado, de la Policía Nacional y de efectivos militares, que están obligados a brindar protección a las instalaciones de la embajada, obedeció a una trampa conocida como “falso positivo” con el fin de capturar a las personas que salen a protestar.

Herrera Portillo está recluido en la Tolva desde el 1 de junio de 2019. Aún no hay fecha confirmada para la audiencia de revisión de medidas, que el COFADEH solicitó el 7 de octubre de 2019, y en el cual se consigna la evaluación que un hospital estatal, como el Mario Mendoza, practicó al paciente y en la cual recomendó la urgente internación, para lo que se solicita al Juzgado de Letras de lo Penal de la Sección Judicial de Tegucigalpa, decrete medidas sustitutivas a la prisión.

De la propia cárcel de la Tolva, el 4 de junio del presente año, personal médico evaluó la condición emocional del joven y recomendó una valoración psiquiátrica y psicológica, lo que supone daños en la condición emocional del docente, producto de la privación de libertad y aislamiento en una cárcel que ha sido promovida y destinada por el régimen de Juan Orlando Hernández, para reclusos de máxima peligrosidad.

El 10 de julio de 2019, el Comité Nacional de Presos políticos denunció que los recluidos por razones políticas permanecen en un ambiente hostil propiciado por las autoridades carcelarias y que existe una campaña de desprestigio al interior del penal, donde incluso, circulan amenazas a muerte, lo que incide directamente en la salud mente y emocional de los internos catalogados como presos políticos.

En su visita al psiquiátrico, Rommel tuvo la oportunidad de reunirse unos pocos minutos con su familia
En su visita al psiquiátrico, Rommel tuvo la oportunidad de reunirse unos pocos minutos con su familia

En vista de ello, dicho comité informó que Rommel Baldemar fue traslado a un espacio reducido donde las condiciones son infrahumanas.  Duerme en el suelo en una colchoneta, no hay ventilación, no hay sanitario para sus necesidades fisiológicas.

El acceso a agua para tomar es restringido. No hay ducha para bañarse. Reciben golpes en la puerta del recinto donde están por parte de miembros de maras y pandillas. Duermen poco producto del calor, los golpes en la puerta y la incertidumbre de que algo pueda pasar. No cuentan con energía eléctrica y las vistas son por corto tiempo.

Estas son, entre otras las condiciones que personeros de los juzgados de ejecución han reportado sobre las condiciones de reclusión.

“Si bien (el traslado a otro recinto) le ayudó un poco a su paz y tranquilidad, por las constantes amenazas, pero las condiciones son infrahumanas”, afirmó el Comité Por la Liberación de Los Presos Políticos.

El internamiento a que está siendo sometido Rommel Baldemar está contribuyendo a niveles de ansiedad inmanejables, a la afectación de su personalidad, donde ya no es conocido por su nombre sino por un número y se ve envuelto en un círculo de personas que por estigma, son rechazados por la sociedad.

Aunado a esto, la condición de “privado de libertad en una cárcel de máxima seguridad” afecta la autoestima y se presenta una falta de control de su propia vida, por la imposibilidad como individuo de tomar sus propias decisiones, tanto personales, familiares o sociales.

En un informe brindado el 4 de junio por parte de la Comisión Nacional de Prevención contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (CONAPREV), organismo estatal, se dio a conocer irregularidades en cuanto al traslado de Rommel Baldemar, ya que debió permanecer en la Penitenciaría Nacional de Támara, y sin resolución administrativa fue conducido a la Tolva por órdenes del subdirector de Gestión Penitenciaria German Magdiel.

El organismo también consignó en su informe, que en este caso, el instituto Nacional Penitenciario (INP), contravino órdenes judiciales respecto del lugar de detención del acusado, incurriendo en violación del debido proceso y que además incomunicó al detenido de manera tal, que sus familiares permanecieron durante varias horas, sin tener conocimiento del paradero de su pariente.

rommelPor otro lado, CONAPREV en sus recomendaciones, también refirió la evaluación psicológica y psiquiátrica. En uno de los párrafos de su informe se lee: “…constituye especial preocupación para este comité, el hecho de que el privado de libertad haya sido trasladado al centro penitenciario de Morocelí, denominado centros de máxima seguridad, alojado en el módulo 1, que no existe ninguna separación por categoría, delito, o condición jurídica, lo que está provocando trastornos emocionales al privado de libertad, según se ha constatado en la visita…”.

Rommel Baldemar vive en un ambiente destinado a reclusos considerados peligrosos para la sociedad hondureña, que está ligados al crimen organizado o a maras y pandillas, dicho ambiente es por naturaleza violento y por ende su seguridad está en juego.

Es claro que el régimen ha tomado venganza contra la oposición, ha utilizado al sistema de justicia para criminalizar de tal forma a las personas que protestan, que las ha situado en la misma condición de criminales o terroristas. La orden de recluir a opositores políticos también lleva consigo un mensaje explícito hacia el movimiento social y pueblo en general.

Todos los argumentos expuestos ante los tribunales por el Área de Acceso a Justicia del COFADEH en defensa de Rommel Baldemar, demuestran que el joven docente tiene suficiente arraigo, no cuenta con antecedentes penales, y además que con su reclusión, se han frustrado sus esfuerzos de continuar con sus estudios en 2 universidades, que el docente llevaba a cabo en forma simultánea.

El 12 de septiembre de 2019, Herrera Portillo fue atendido en el Hospital Mario Mendoza, debido a un cuadro de alteración en su comportamiento con síntomas agresivos e intenciones suicidas. El diagnóstico practicado al paciente reveló que existe un “trastorno depresivo recurrente, con un episodio actual con síntomas psicóticos”.

Este trastorno está caracterizado por episodios repetidos de depresión, con un episodio actual grave y con síntomas psicóticos. “El riesgo de que un paciente con un trastorno depresivo recurrente sufra un episodio de manía, no desaparece jamás totalmente, por muchos que hayan sido los episodios depresivos que haya experimentado”, reveló el diagnóstico”.

El abuelo de Herrera Portillo no pudo contener las lágrimas al encontrase con su nieto
El abuelo de Herrera Portillo no pudo contener las lágrimas al encontrarse con su nieto

Por otro lado, la evaluación arrojó que el joven padece de un trastorno afectivo bipolar, con episodio depresivo grave presente, sin síntomas psicóticos.  “También existe una clara relación entre el suicidio y la depresión, siendo esta patología uno de los principales factores de riesgo para la conducta suicida y para todas las causas de mortalidad”.

Cabe señalar que Rommel Baldemar ya había sido tratado en el Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza. De acuerdo a registros estuvo en tratamiento entre 2010 a 2014, por lo que amerita la realización de una evaluación completa de su situación física, mental y psicológica, según recomendaciones del centro hospitalario.

En un informe al que tuvo acceso www.defensoresenlinea.com, Rommel Baldemar al entrevistarse con un médico especialista del Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza y preguntarle sobre sus ideas suicidas, expresó que: “No se”, “Mi vida no vale nada”. Tal respuesta obligó al médico a recomendar la internación del paciente. Situación que deben considerar las autoridades penitenciarias.

Al inicio de su reclusión, Rommel Baldemar recibió amenazas a muerte por parte de internos, producto de una campaña mediática orquestada en su contra, en el sentido de que se culpaba a los manifestantes de la suspensión de visitas.

“Siempre se siguen viendo abusos de poder, el hostigamiento de manera indirecta y directamente. Tengo un antecedente de nervios muy alterados y he tenido miedo a que me agredan, a que me pase algo”, sostuvo el joven docente en una declaración brindada hace algunos meses a www.defensoresenlinea.com

La Tolva está siendo utilizada por el régimen de Juan Orlando Hernández como un mecanismo de castigo para los opositores políticos, y para los defensores y defensoras del agua y los bienes comunes. Si no, ¿cómo se explica que 7 ambientalistas defensores de los ríos San Pedro y Guapinol en el municipio de Tocoa, estén privados de su libertad en una cárcel de máxima seguridad?