Tegucigalpa, Honduras.- Un comunicado de la Comisión Nacional de la Pastoral Social de Honduras expresa la exigencia de justicia ante el asesinato del defensor de derechos humanos y agente de pastoral, Pablo Isabel Hernández Rivera, ejecutado el 9 de enero pasado en Llano Colorado, San Marcos de Caiquín, Lempiras.
El documento firmado por el Obispo responsable de esta comisión, Guido Charbonneau, obispo de Choluteca; y el coordinador de la Comisión Nacional, presbítero Víctor Cámara, de la Dieseis de La Ceiba, expresa que les llena de consternación el vil asesinato de un fiel Delegado de la Palabra de Dios, reconocido defensor de derechos humanos, defensor de la Casa Común, líder indígena Lenca, líder campesino, defensor de su cultura, comunicador social y promotor de muchas iniciativas en defensa de la vida, la tierra y territorio.
“Repudiamos este asesinato y todo tipo de violencia contra personas buenas, que buscan el bien común y el desarrollo integral de los pueblos, frente a intereses ocultos de algunas élites que sin escrúpulos asesinan y quieren destruir las luchas legitimas de nuestro pueblo organizado, que aduras pena sobrevive”, agrega en el inciso 3.
Además, exigen de parte de todo el aparato de justicia del Estado de Honduras una investigación exhaustiva, pronta y diligente sobre este asesinato, que se haga justicia en contra de autores materiales e intelectuales, porque este crimen no debe quedar en la impunidad.
Se unen al dolor de toda la familia de Pablo Hernández, a su comunidad, a las organizaciones de las que fue parte en su camino de compromiso y hoy lloran su pérdida, también con la Diócesis de Gracias, de la que era natural y ala que entregó lo mejor de su vida.
Pablo Hernández era coordinador de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) en la Parroquia San Matías, de los municipios La Campa y San Marcos de Caiquín, el occidente de Honduras.
Pablo Isabel Hernández era un líder indígena Lenca, delegado de la Palabra de Dios, defensor de los Derechos humanos, defensor de la tierra , líder indígena lenca, reconocido defensor de su cultura, líder campesino y comunicador social, ya había denunciado amenazas en su contra, y estas fueron presentadas al Ministerio Público por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), organización de la que él formaba parte mediante la Red de Defensores/as de DDHH de Lempira.