La lucha del profesor que los militares lanzaron al río

“Hace 10 años estaba terminando mi carrera de Educación Media en la Normal de Profesores de Santa Báraba, fuimos producto del golpe de Estado, y aquí estoy como víctima de la represión” Bayron Rodríguez, profesor sobreviviente de tortura

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Texto y fotos: Sandra Rodríguez


Tegucigalpa, Honduras.- Una aula multimedia, silla cómodas, pupitres adecuados, techo seguro y calle con acceso para que todo niño y niña vaya con tranquilad a clases, es el motivo por el que el profesor Bayron Roberto Rodríguez, está, desde hace una década en lucha.

Hace diez años, en el marco del Golpe de Estado, Bayron estaba recibiendo su título de profesor de Educación Primaria, sin pensar que en el 2019 sería víctima de ataques miliares, cuando estaba en una manifestación pacífica por defender los derechos a la Salud y Educación.

Según la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el Artículo 26, toda persona tiene derecho a la educación y esta debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental, además será obligatoria.

El pasado 29 de abril se intensificó desde los gremios médico y magisterial, la defensa de la Salud y Educación, exigiendo al régimen de Juan Hernández, la eliminación de decretos Presidenciales en Consejo de Ministros (PCM), que encaminan a la privatización de estos derechos básicos de la población.

Aunque, sin entablar una conversación con la Plataforma de Lucha por la defensa de la Salud y Educación, Hernández eliminó los PCM 26-2019 y 27-2019, y convocó a un diálogo sin escuchar al sector social que poco a poco recibe más apoyo de la ciudadanía.

En ese sentido, la Plataforma presentó un pliego de nueve peticiones para poder sentarse en la mesa de diálogo estatal, y siguen sin respuesta. Por lo que las movilizaciones sociales no se han detenido, tampoco la represión policial y militar, que a la fecha el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), registra más de un centenar de ataques.

El jueves 13 de junio, en la comunidad 06 de Mayo, de Macuelizo, Santa Bárbara, al occidente de Honduras, más de 400 personas, en su mayoría docentes, se tomaron la principal vía de acceso que conecta las fronteras con El Salvado y Guatemala a la ciudad norteña de San Pedro Sula, la que terminó en una brutal represión.

Dos semanas después, el profesor Bayron, quien fue llevado de emergencia una clínica médica en Santa Bárbara, narró a Defensores en Línea como sucedieron los hechos, donde con algunos compañeros estaban tomándose un fresco (gaseosa), en la manifestación pacífica, y de repente salieron las patrulla, empezaron a tirar gas y balas.

Llegó una cantidad innumerable de Policía Nacional, Ejército, Policía Militar y de la Unidad de Toma Integral Gubernamental de Respuesta Especial de Seguridad (TIGRES), quienes sin mediar palabras dieron persecución a los manifestantes, detalló.

El profesor Bayron, recuerda que ese jueves hubo persecución de los antimotines, dispararon a bala viva, y la población huyó por caminos inciertos para salvar su vida.

Lastimosamente él no corrió con suerte, sino que cayó en poder se la fuerza represiva del Estado, siendo víctima de tortura, gas pimienta y entre tantos golpes, con uno en el cuello perdió el conocimiento.

Finalmente “aparecí en el río, y un muchacho me llevó a la clínica, dicen que convulsioné y después no recuerdo…” describió, al preguntarle que recordaba de ese momento.

Cuando los uniformados lo estaban golpeando, él les dijo que era maestro. “Me dijeron que yo no era nadie, me golpearon”, denunció el profesor Rodríguez.

Golpes emocionales

20190626_133358[1]Su espalda aún tiene las marcas de los objetos con los que la policía y militares lo golpearon. En su mente están los malos recuerdos y en su sueño hay pesadillas. Los golpes más fuertes son psicológicos.

“Trato de alejar esos recuerdos, pero hay temor”, agregó el profesor. Sin embargo, se siente acompañado por las muestras de solidaridad de compañeros, familia, amistades y tanta gente pendientes de su mejoría. Afirmó que el acompañamiento del COFADEH, ha sido muy importante en su proceso de mejoría.

Para el maestro y estudiante universitario, cada gremio lucha por convicción, por mejorar las condiciones prácticamente precarias, y nadie busca un beneficio propio, sino colectivo.

El derecho a la salud es el derecho humano a gozar sin distinción alguna, del más alto nivel de salud que permita a cada persona vivir dignamente.

En realidad, el aula de en la que da clases, tiene el techo fatal, casi caído, los baños están en mal estado, el cerco perimetral deteriorado y el ingreso de la calle en mal estado. Ésto es lo que el profesor desea cambiar, y por eso continuará en la lucha que casi lo lleva a la muerte.

“Somos maestros, alumnos, padres, madres y población en general que busca del bien común y por convicción, sin partidismo político”, reiteró.

Con el paso de los días, y sin tener una respuesta gubernamental que garantice salud y educación adecuada y digna, el profesor declaró que esta es una lucha que se intensifica y ojalá se cumplan los objetivos que pide la Plataforma, porque son beneficios para el pueblo.

“Hace 10 años estaba terminando mi carrera de Educación Media en la Normal de Profesores de Santa Báraba, fuimos producto del golpe de Estado, y aquí estoy como víctima  de la represión” Bayron Rodríguez, profesor sobreviviete de tortura

Arriba a una década pidiendo el bien común, las luchas siguen y si se ganan, serán para bien. Su convicción es para que exista salud y educación gratis para todos y todas.

Silencio y miedo

20190626_133425[1]El profesor Rodríguez, denunció que hay más represión contra compañeros en Santa Bárbara, pero no denuncian por miedo. Los atacantes andan en carros de militares y policías, son indiferentes a la población, pero llegan solo para reprimir.

Cabe señalar que, si bien el maestro de cuarto grado en Macuelizo, aún no tiene hijos, aspira para ellos una educación de calidad, aulas con tecnología y a la vanguardia, estamos “en tiempos de Carias” (haciendo referencia a la época pasada, cuando gobernó el dictador Tiburcio Carías Andino entre 1932 y 1949).

Nos abemos que puede pasar, expresó el mentor, por el trato miserable e inhumano que da la policía y militares, quienes no miden su fuerza  para tratar con la ciudadanía.