El señor Lenir Pérez tiene un nombre común en Honduras, particularmente su apellido es tan común que los estudiantes de Derecho lo utilizan desde hace décadas para comparar la aplicación de justicia a las personas empobrecidas y a las personas ricas. “No es el mismo rasero para Juan Pérez que para Miguel Facussé”, se oye con frecuencia en las aulas.
Miguel Facussé fue siempre señalado de haberse robado las empresas estatales creadas por la Corporación Nacional de Inversiones en complicidad con sus socios militares, liberuchos y cachurecos a quienes les pagaba la cena. De ahí que esos nunca lo acusaron.
Facussé también fue bien identificado por aliarse con Callejas en 1990 para pasar una Ley Agraria que le permitió, con la devaluación previamente cabildeada, comprar las tierras de las cooperativas campesinas bajo presión y a precio de gallo muerto.
Ese señor, de ingrata recordación para muchas familias víctimas de su financiamiento a la Asociación para el progreso de Honduras, la tenebrosa APROH, figura también en la lista de personas buscadas por apropiarse a la brava de las playas del sur de Honduras.
Con otros ricos de origen árabe-palestino y lacayos hondureños, Facussé se convirtió en el señor de los anillos de los manglares pacíficos y del litoral atlántico, un expulsor de los nativos. Y porque le estorbaba Carlos Escaleras, defensor del macizo montañoso Nombre de Dios, fue acusado de instigar y financiar su asesinato en Colón.
Facussé desapareció de la faz de la tierra sin haber comparecido ante la justicia hondureña y estadounidense. Se desapareció cuando sus pasos eran seguidos por el FBI y la DEA como posible implicado en operaciones de consumo y tráfico de drogas en el Bajo Aguán, donde dejó construido un emporio frutero, energético y militar privado bajo el mando de su yerno Lenir Pérez.
Es bien conocido uno de los muchos incidentes ocurridos en su pista privada cerca de Farallones donde un avión cargado con más de mil kilos de cocaína habría sido alivianado en presencia del magnate.
Es en ese momento de la desaparición del tío cuando el apellido común de Lenir asume el heritage de Facussé Barjum, y entra como una tromba al escenario mediático, político, económico y farandulero de Tegucigalpa, Tocoa, Comayagua y Miami.
Lenir tiene al menos cuatro cuentas de Twitter en español, en Facebook e Instagram donde es activo, ahí pueden observarse fotografías con empleados y familiares viajando al aeropuerto Fort Lauden en Florida en vuelos inaugurales del aeródromo de Palmerolo. También hay imágenes acompañando a un hijo en competencias de equitación en caballos pura sangre, o bien entregando canastas familiares antes de la Navidad en Colón haciéndose el bonachón.
Global Witness ha fichado a Lenir como un magnate acostumbrado a ofrecer dinero a las personas que obstaculizan sus proyectos, sean líderes comunitarios, personas defensoras de derechos, alcaldes o presidentes. En una de las crónicas de esta organización ambiental mundial está descrito el secuestro de dos personas, una de Suiza y otra de Francia por guardias de Lenir en Buena Vista, donde los acosaron, amenazaron y obligaron a borrar fotografías. Eran aquellos primeros días de las incursiones violentas de Pinares en 2013, entre Atlántida y Colón, sin respeto a la humanidad.
De Lenir hay, igualmente, fotografías con el coyote mayor de la manada prisionero en Nueva York y con la señora del volverá, bien identificados como partidarios nacionalistas de la derecha neoliberal insaciable que hoy es juzgada por traficante de drogas, lavado de activos y portadores de armas de guerra.
En Estados Unidos, hay fotografías y videos recientes de la lujosa residencia de Lenir en Natures Point, Wellington, Florida, donde el FBI lo allanó el mes anterior para interrogarlo. Ahí funciona uno de los complejos de EMCO Holding Inc, propiedad de este señor, que incluye la empresa depredadora de la Montaña Carlos Escaleras y de las comunidades de Guapinol, San Pedro y Buena Vista, entre otras.
Entonces, este hombre de apellido súper común, pero de riqueza extravagante, con un contrato azul de 140 millones de dólares para operar la pista de Comayagua, está aparentemente en problemas financieros y judiciales en Honduras y en los Estados Unidos.
En las últimas horas se sabe desde el Aguán que más de 700 personas empleadas de la super cuestionada empresa minera Pinares han sido enviadas a la calle bajo el subterfugio de no despedidos, pero suspendidos. Esa excusa está acompañada de una fake news, en el sentido que el gobierno de Xiomara Castro niega la renovación de las concesiones a Pinares.
En respuesta inmediata, el Instituto Hondureño de Geología y Minas ha dicho que esa sociedad de Lenir tiene tres concesiones de explotación minera vigentes desde la dictadura, años 2014 y 2019, con vencimiento en 2024. Y que, hasta la fecha, esa empresa no ha enviado al gobierno ninguna comunicación de suspensión de operaciones o de renuncia a dichas concesiones.
Este tema nos importa esta noche porque en 2012, cuando en la Fundación San Alonso, compartíamos un taller para solicitar información pública usando la Ley de Transparencia, uno de los temas que surgió entre los participantes fue precisamente la transición que se estaba produciendo en esa zona del crimen organizado a las concesiones sucias.
El valle era controlado entonces por el tío, el yerno, un diputado malhablado sin visa y la estructura de Los Cachiros, que incursionaron en inversiones temerarias amenazantes de las zonas núcleos de las montañas y de la cohesión social de las comunidades.
De aquel taller en Tocoa salieron solicitudes de información hacia la municipalidad local dirigida por Adán Funez, hacia la dirección de minas y hacia la secretaría de recursos naturales. Las primeras consecuencias de las solicitudes fueron el despido de una de las personas participantes del taller y la declaración de información reservada en minas en el gobierno central de la dictadura.
Desde entonces, aquellos 90 días de campamento, 15 días de toma de la municipalidad de Toca y todas las acciones realizadas para defender Guapinol y toda la cordillera de estos feroces pulpos, fueron inspiradas por la formación, el análisis y el compromiso de la gente de la zona, de sus liderazgos, de diferentes actores trabajando a favor de la vida.
La lucha colectiva en este sector de Honduras ha sido una ofrenda hermosa a la Humanidad y un ejemplo caro en emociones y vidas para defender la madre naturaleza, su fauna, sus fuentes de agua, y las personas que dan la vida por las demás. Las personas que se resisten a cohabitar pasivamente con proyectos de muerte dirigidos por ambiciosos sin alma.
Hoy que el mal tiempo llega a esas inversiones sucias y a estos trabajadores que salen en cascada, dejando a sus familias sin ingresos, hay que decirles las cosas claras. Esto no es por culpa de nadie más que de los culpables, del Holding, de la conducta de su director ejecutivo, de los rollos en que se meten más allá de la vista de la gente común.
Vamos a ver si respetan sus derechos humanos, si el FBI actúa en Miami, si el juez Castel encuentra alguna relación y si la justicia nacional toca al más común de los apellidos en las facultades de Leyes. Observemos. Buenas noches.
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 10 de junio de 2023