París, Temucuicui.- Camilo Catrillanca, un comunero Mapuche de 24 años fue asesinado en un incidente en que involucra al Comando Jungla, una fuerza policial antisubversiva instalada por el Presidente Piñera en la región de la Araucanía “para combatir con eficacia el terrorismo”.
El día 14 de noviembre de 2018, un grupo del Comando Jungla ingresó en la Comunidad de Temucuicui en busca de supuestos autos robados y disparando contra miembros de la Comunidad incluyendo a Camilo Catrillanca que conducía un tractor recibiendo un impacto de bala en la cabeza por la espalda.
De acuerdo a la versión de un testigo presencial, un niño de 15 años, integrante de la misma comunidad quien iba con la víctima en el tractor, los policías dispararon a mansalva impactando primero en el tractor y luego en la cabeza de Camilo Catrillanca, en un episodio que fue filmado por los efectivos policiales y que, como ha reconocido Carabineros de Chile, fue borrado por los mismos efectivos, lo que constituye delito de obstrucción a la justicia. Luego del episodio el niño fue detenido y torturado por los efectivos policiales, lo que determinó que el Instituto Nacional de Derechos Humanos presentara una querella por estos hechos.
En junio de 2018 el Presidente Piñera procedió a una militarización de facto de la región de Araucanía al instalar un “Comando Jungla” de carabineros formados en Colombia, con un equipamiento bélico (tanques, drones, uniformes especiales para moverse en los bosques, entre otros equipamientos) para combatir las protestas sociales del pueblo Mapuche que el gobierno ha calificado de terrorismo.
En paralelo el gobierno anunció en septiembre pasado un “Acuerdo Nacional por el Desarrollo y la Paz en la Araucanía” a través del cual se promovería el reconocimiento de derechos, el desarrollo económico de esta región de alta demografía Mapuche, y la generación de procesos de diálogo.
La FIDH y el Observatorio Ciudadano, organización afiliada a FIDH en Chile, condenan enérgicamente la actuación policial que, de acuerdo a toda la evidencia, resultó en el homicidio de Camilo Catrillanca, y pide el desmantelamiento inmediato del Comando Jungla. La FIDH y el Observatorio Ciudadano consideran que los hechos del día 14 de noviembre son una demostración más del trato discriminatorio por parte del Estado chileno hacia los Mapuche. Los carabineros justifican los hechos por el supuesto robo de vehículos por miembros de la comunidad, pero el operativo militar que se ha desarrollado fue una medida absolutamente desproporcionada para tal delito de derecho común, pues se habla de decenas de uniformados ingresando en la Comunidad, el uso de varios helicópteros y ráfagas de disparos. Cabe destacar, además, que el año 2018 estuvo marcado por una serie de montajes hechos por la policía para inculpar a dirigentes mapuche, como es el caso de la Operación Huracán. La FIDH y el Observatorio Ciudadano recuerdan también que el Estado chileno fue condenado en 2014 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por discriminación racial en su trato hacia líderes mapuche procesados y condenados bajo la ley antiterrorista.
Camilo Catrillanca, de 24 años de edad, era nieto del lonko Juan Catrillanca e hijo del presidente de la comunidad mapuche “Ignacio Queipul Millanao”, Marcelo Catrillanca. Era también un activista estudiantil que había dirigido varias movilizaciones por los derechos del pueblo Mapuche en su zona. La FIDH y el Observatorio Ciudadano instan las autoridades a asegurar una investigación imparcial que permita individualizar a los responsables, imponiendo penas que se condigan con la gravedad de estos hechos. Instan además a las autoridades a impulsar una política coherente en relación al pueblo Mapuche, que genere las condiciones de confianza necesarias para el diálogo y la paz que dicen promover, y que avance en el reconocimiento y protección efectiva de los derechos de este y otros pueblos indígenas en Chile conforme a los estándares internacionales aplicable en la materia.