Tegucigalpa.
Por Riccy Ponce
A 35 años de impunidad los hechos que se dieron en la instalación de la Doctrina de Seguridad Nacional en Honduras, en los años ochenta, no se olvidan, éstos gracias a maestros, víctimas y familiares que preservan la memoria histórica en exigencia de verdad y justicia.
Estos crímenes de lesa humanidad no podrán borrarse de la historia,por lo que las presentes generaciones tienen la oportunidad de conocer el pasado, esa “década perdida” de un país donde se derramóla sangre de hondureños que anhelaban construir un país diferente.
“Es muy importante que los jóvenes se interesen por conocer y saber esta historia que los torturadores de los años ochentaquieren que la sociedad olvide, pero ahora más que nunca está más viva en la memoria de sus familiares y se está trasmitiendo a estudiantes que son los llamados a no permitir que estas atrocidadesvuelvan a ocurrir”, afirmó Sergio Rivera, catedrático del Instituto de Investigación e Innovación Educativa(CIIE), quien coordinó una Ruta de la Memoria Histórica.
Rivera es un sobreviviente de tortura cuando era líder estudiantil, y tiene la fortuna de contar en este recorrido, parte de su historia. El defensor de la educación pública al ser parte del grupo que compartió con el COFADEH el pasado 30 de agosto Dia Nacional del Detenido Desaparecido, tuvo la iniciativa para que sus alumnos también fueran parte de esta formación de memoria.
El pasado 25 de septiembre, un grupo de 65 estudiantes del CIIE, de la Universidad Pedagógica Nacional “Francisco Morazán”(UPNFM), fueron parte de este proyecto de memoria.
Los estudiantes se notaban curiosos e interesados en saber más de lo que el profesor les había contado antes de hacer La Ruta de La Memoria Histórica.
Lascaras de sorpresa se hicieron notar para los jóvenes que creían que sólo en las películas o en otros países sucedía ese tipo de atrocidades.
“Fue una experiencia muy fuerte, la verdad, ya que yo no me imaginaba que nuestro país había sido víctima de todas esas cosas, sólo lo miraba en películas y decía que en nuestro país no había pasado, pero la verdad es otra”, expresó Juan Carlos Paguada, estudiante del CIIE.
Las procuradoras de derechos humanos del COFADEH, Mery Agurciay Nohemí Pérez, fueron las encargas de dar a conocer cómo ocurrieron los hechos y algunos lugares iniciando la Sala de Memorias Vivas en la oficina del Comité, siguiendo por el Museo del Hombre Hondureño, donde en la década de los 80 funcionaba la Corte Suprema De Justicia (CSJ), después avanzaron a la catedral metropolitana de San Miguel Arcángel, donde no se les permitía a los familiares de los detenidos desaparecidos ofrecer misas en por sus parientes.
A escasos metros de la catedral está la plaza central “Francisco Morazán” donde se dio la huelga más grande de Honduras -en esa época- que duró 24 días, esto ocurrió para exigirla aparición con vida de Roger Samuel González, estudiante del Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (INTAE), detenidodesaparecido el 19 de abril de 1988.
Tras ser vinculado a una serie de protestas sociales en defensa de la soberanía nacional entre el 5-7 de abril, y la quema de la embajada estadounidense.
Rivera expresó a los estudiantes que “es algo doloroso, no tanto por la huelga (1988), si no que la lucha dignifica y usted la recuerda con mucho orgullo. El problema es que la huelga la suspendimos sin que nos entregaran a Roger Samuel Gonzales Zelaya, y eso representó el nivel de impunidad que se dio en el país, y eso da como rabia ir a esos espacios de lucha y no haber obtenido lo que buscábamos”.
Los jóvenes iban escuchando todas las atrocidadesy como sucedían los hechos en aquella época de las voces de las procuradoras de derechos humanos, mientras visitaban la plaza de los desparecidos (parque La Merced), donde actualmente se continúan realizando plantones para exigir la verdad sobre los detenidos desaparecidos.
Se prosiguió al Congreso y la antigua Casa Presidencial donde ahora funciona un museo, también las antiguas instalaciones del COFADEH y la estación metropolitana número 1, que antes tenía el nombre de Dirección De Investigación Nacional (DIN), mismo que era utilizada para detener y posteriormente desaparecer a los detenidos. Muchas víctimas y sobrevivientes fueron recluidos en la celda Numero 2 (dos) especialmente para las personas que iban a torturar o desaparecer.
Y luego continuaron la Ruta de la Memoria en la comunidad de El Reventón,ubicada en la aldea San Cristóbal, unos 35 kilómetros al norte de Tegucigalpa, en cual fue utilizado en los años 80 por agentes del Estado como lugar de ejecución de personas, y previamente las víctimas eran obligadas a cavar sus propias tumbas.
La estudiante Mileny Borjas después de escuchar lo que había sucedido en ese lugar comento que ”yo no conocía, el profesor nos comentaba y todo eso a uno le llama la atención, el saber los lugares donde sucedieron los hechos, varios hechos que son bien fuertesy es muy importante saberlo.
El recorrido terminó en “la casa del terror” a 33 kilómetros al norte de Tegucigalpa, en el Valle de Amarateca, esta fue utilizada en la década de los80 como centro de tortura y muerte, y sus predios utilizados como cementerio clandestino, fue diseñada para ese propósito por su propietario, el coronel Amílcar Zelaya, según información del COFADEH.
Los jóvenes no lograban comprender que todo lo que escuchaban, pues es parte de la historia que poco se comenta de Honduras.
“Se siente difícil venir al lugar ya que todo lo que nos han contado nos hace pensarque se esconde demasiado en la historia y que no les agrada contarnos, y menos traernos a estos lugares, la verdad nos llama bastante la atención las cosas que pasaron en la política y allí nosotros vemos como encajan” dijo a defensores en línea .com, la joven Yolani Barrientos.
La Ruta de la Memoria Histórica
La Ruta de la Memoria Histórica, desde la perspectiva pedagógica del COFADEH es el camino escabroso recorrido por las víctimas de la desaparición forzada en la década de los ochentas, y ahora 35 años después reconstruido y narrado por las victimas sobrevivientes, sus familiares y COFADEH es una alianza permanente contra el olvido.
La Ruta inicia con unos encuentros con los rostros de las y los desaparecidos, algunos de sus objetos personales, las viejas mantas de reclamación y los testimonios de sus parientes sobrevivientes en la sede de COFADEH. Luego hacia la plaza la merced rebautizada en 1982 como plaza los desaparecidos, lugares donde se realizaban los plantones del primer viernes de cada mes y que aun se siguen realizando para exigir verdad y justicia y preguntarse ¿Dónde están? Los detenidos desaparecidos en Honduras ¿Qué paso con ellos o con sus cuerpos?
Después se desplazan a la montañita y nueva Tatumbla sitios de lanzamientos de cadáveres de opositores políticos desaparecidos y asesinados.
El lugar El Diamante, donde fue construido un “cementerio clandestino” por los sepúlteros del pasado, y más adelante hacia la “Casa Del Terror” antigua finca del coronel Amílcar Zelaya donde fueron ocultas torturas y desaparecidas decenas de personas opuestas al militarismos.
El recorrido por la ruta de la memoria histórica finaliza en el Hogar contra el olvido en La Joya, Santa Ana, donde crece la esperanza en un mundo libre de desaparición forzada, un sitio lleno de símbolos e imágenes de futuro.