La conmemoración del bicentenario en Honduras fue la más cavernaria de todas las que vimos en Centroamérica

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Tegucigalpa.-  “En Voces contra el Olvido” el programa radial del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), comparecieron como invitados, un analista político y un líder del movimiento social hondureño, para traducir de diversas formas, el mensaje que el régimen de Juan Orlando Hernández plasmó el pasado 15 de septiembre en la efeméride de las fiestas patrias.

Al cumplirse 200 años de la supuesta independencia de Centroamérica del yugo español desde 1821, el régimen desplegó un fuerte dispositivo militar, que se convirtió en “el protagonista de la  conmemoración”, dejando de lado y ocultando, el civismo patrio expresado en manifestaciones artísticas independientes y creativas o de discursos históricos, como lo expresó el editorial del COFADEH en dicha emisión radial.

FFAA 3El escritor, ensayista y filósofo Mario Membreño, integrante además de la coordinación nacional de la Convergencia contra el Continuismo (CCC) dijo que tras presenciar tal desplazamiento de contingentes militares, policiales  y armas de guerra, recordaba una frase del historiador Emilio Fonseca cuando, en uno de sus programas televisivos, expresaba que tenemos 200 años de celebrar el triunfo del enemigo.

“Efectivamente, con excepción del período heroico de Francisco Morazán al frente de la Federación Centroamericana de 1830 a 1838, todo lo demás ha sido, en términos concretos, la historia de la explotación, la historia de la sumisión frente al poder del colonialismo extranjero, primero de España, después de Inglaterra y luego de los Estados Unidos; que desplazó a los otros poderes del área centroamericana”, explicó.

Membreño dijo que la hegemonía de Estados Unidos sobre los países de Latinoamérica ha significado atraso, dependencia, subdesarrollo, pobreza y miseria para los pueblos.

Honduras no se ha desarrollo como pretenden hacernos creer los historiadores y analistas oficiosos al servicio de los poderes oligárquicos y del capital transnacional, aseguró.

La dictadura cada día está más distante del pueblo y la celebración de esos actos en el estadio nacional adquirieron las características que la dictadura presenta en estos momentos.

“Una dictadura descansando fundamentalmente en el poder de las armas. No es por casualidad que privilegió desde sus inicios al estamento militar y al estamento policíaco, de tal manera que concentran la mayor parte del presupuesto nacional”, apuntó.

Avión de combate de la Fuerza Aerea de Honduras
Avión de combate de la Fuerza Aerea de Honduras

Membreño indicó que además Juan Orlando Hernández, ha llenado de privilegios a los altos mandos y los ha comprometido en la actividad que más daño ha hecho a este país, la corrupción.

“Ahora indudablemente agravada con la presencia omnímoda del poder militar en las estructuras globales del estado y, más lamentablemente, ligada a la actividad del crimen organizado, lo cual desnaturaliza por completo el estado supuestamente democrático que debiéramos tener”, comentó.

El analista señaló que todo esto nos expresa una realidad, y es que la militarización creciente del estado y de la sociedad hondureña es un peso enorme sobre nuestro pueblo, y es el principal sustento de la dictadura.

“Si ustedes ven, no en los desfiles sino que en la vida cotidiana, no hay un tan solo carro viejo utilizado por las fuerzas armadas o por la policía. No hay policías sin armas modernas, no hay soldados sin armas modernas, incluso los celulares que utilizan son de tecnología que utiliza la clase media y alta de este país”, aseguró.

Así que esas estructuras militares y policíacas creadas por la dictadura, son un sector que ha recibido todo el apoyo financiero que se refleja en la maquinaria que utilizan en sus uniformes y demás aditamentos.

Si eso ocurre con la estructura global, qué no ocurrirá con los altos mandos, donde la plata se concentra mucho más, basta con saber que el régimen les entregó 4 mil millones de lempiras, aparte de su presupuesto, para supuestamente dedicárselo a la agricultura; que no es la tarea de las Fuerzas Armadas (FFAA), ni aquí ni en ningún otro lugar, expuso el analista.

“Así que se puede decir que aparte de esos grupos económicos que han medrado con los negocios del estado y que se ven obligados a apoyar la dictadura, el sustento material básico está en esa estructura policiaco-militar, cuyos mandos están comprometidos con los grandes intereses que representa la dictadura”.

No a las ZEDES 2Consultado acerca de lo que esta situación le depara al pueblo hondureño, Membreño señaló que materialmente es una demostración de fuerza, pero políticamente es una demostración de debilidad, porque saben que en el campo del civismo propiamente, están derrotados desde hace tiempo, porque el pueblo no ha visto con buenos ojos, no solamente a la estructura policial y militar, sino a la camarilla que encabeza la dictadura y que es precisamente la responsable de este desastre que estamos viviendo.

Por su parte, el líder de la Coordinadora Indígena del Poder Popular de Honduras (CINPH), Salvador Zúniga, expresó en el programa “Voces contra el Olvido” que lo que se vivió el pasado 15 de septiembre fue “una demostración de poderío de la dictadura, pero de un poderío que se basa en la fuerza y la violencia, no así en la fuerza de la razón”.

Zúniga señaló que la fuerza de la violencia puede ser derrotada con la movilización popular, con la movilización de todos los sectores para derrotar a esa dictadura criminal o plantear un gobierno de transición democrática y refundar el país a través de una Asamblea Nacional Constituyente.

El líder indígena destacó que en Honduras siempre es la misma historia de saqueos, de golpes de estado, de militarización, de instrumentalización de nuestro país para ser usado como una base de la geo-estrategia a favor del imperio norteamericano.

“Seguimos en una dependencia tremenda, además con una dictadura que es instrumento de los imperios que imponen la corrupción, la opresión y lo que tiene en venta a pedazos de la patria con las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE)”, sostuvo Salvador Zúniga.

A dos meses de las elecciones generales, que tendrán lugar el último domingo de noviembre, Mario Membreño resaltó el hecho de que el pueblo y la oposición no deben distraerse sobre  los temas que el régimen aborde en los medios de comunicación que están bajo su control.

“La mayor falacia a la que nos enfrentamos es la que quieren vendernos a propósito de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), de que por esa vía se va a resolver el problema del empleo y que se va a desarrollar el país”, denunció.

Salvador Zúniga documentando los abusos policiales
Salvador Zúniga documentando los abusos policiales

Añadió que han pasado 3 gobiernos nacionalistas durante 12 años, y ninguna de las propuestas que formularon en el pasado para resolver el problema del empleo se materializó. El empleo es ahora uno de los problemas que más afecta la vida nacional y el desarrollo brilla totalmente por su ausencia.

En mi opinión, “la principal amenaza para la existencia de Honduras como nación y como estado son precisamente las ZEDES”.

Las ZEDES son un proyecto de recolonización que el capital transnacional tiene para Honduras, aprobadas ilegalmente, violando la Constitución de la República, que modifica sustancialmente la estructura del estado.

“Y esa modificación es tan profunda y tan deformante que lo destruye. Tendríamos entonces un país esencialmente copado en las diferentes regiones donde los recursos son necesarios para el desarrollo del país, y estando en otras manos, eso no se podría realizar”, advirtió.

El capital transnacional no solamente nos ha robado los recursos naturales, no solamente ha destruido la soberanía de los estados centroamericanos. El daño mayor que ha hecho es destruir la dignidad estos pueblos, con la complicidad de las oligarquías que han sido entreguistas, que no vacilaron en entregarse al imperio de Estados Unidos y negar los intereses nacionales.

Si hay algo que nos impediría desarrollar este país, en medio de esta tremenda crisis que tenemos es precisamente la entrega de los recursos estratégicos que el país necesita para ese desarrollo. Me refiero a las tierras, al bosque, al agua, a las minas. dijo Membreño.

“El pueblo lo que tiene que hacer es profundizar este movimiento contra las ZEDES, y que ya está tomando fuerza. Diariamente los diferentes municipios del país se están declarando contra las ZEDES, expresando precisamente la opinión del pueblo hondureño”, recalcó el analista y escritor.

Y añadió que ese movimiento va a impulsar la opinión pública de forma adecuada, de tal manera que después del proceso electoral del 28 de noviembre, un nuevo Congreso se enfrente a un poderoso movimiento nacional contras las ZEDES, que obligue a que ese Congreso derogue la ley que les da vida, anticipó Membreño.

La mayoría del pueblo hondureño se opone a la instalación de las ZEDES ya que eso implicaría un fraccionamiento del territorio nacional y por ende un ultraje a la soberanía
La mayoría del pueblo hondureño se opone a la instalación de las ZEDES ya que eso implicaría un fraccionamiento del territorio nacional y por ende un ultraje a la soberanía

Respecto a lo abordado por los invitados especiales, en la opinión editorial del COFADEH, transmitida en la emisión de Voces contra el Olvido el pasado sábado 18 de septiembre, se lee: “El nombre de Hernández está en cuestionamiento público desde el comienzo de su irrupción al poder, y figura en documentos oficiales de al menos dos cortes federales en Estados Unidos, que juzgan a varios capos del mundo del hampa incluido su hermano Tonny h.”

Más adelante el editorial interpreta el despliegue militar mostrado por el usurpador del poder en Honduras, al señalar que: “Honduras no tiene nada que celebrar, pero tiene mucho que luchar” para recuperar los símbolos patrios destruidos por este modelo económico, político y militar que aleja a Honduras de las tendencias mundiales de todos sus vecinos en la región. De todos”.

Y es que seriamente hablando, la conmemoración oficial del bicentenario en Honduras fue la más cavernaria de todas las que vimos en Centroamérica. Lejos de manifestaciones artísticas independientes y creativas o de discursos históricos, serios, hubo una exhibición de fuerzas militares mensajeras del autoritarismo, el militarismo y el armamentismo.

En medio de esos ejercicios violentos, el jefe de la casa Presidencial donde falta un presidente se auto-elogió por algunos supuestos golpes a los transportadores de cocaína y a los productores de hoja de coca en el territorio nacional.

Casi como una reacción inmediata, llegada desde Estados Unidos, una declaración oficial felicitaba al país por sus 200 años de colonialismo imperial y una revelación brutal en simultáneo: Honduras está en la lista sucia de países transportadores y productores de drogas que ponen en peligro la seguridad interior de norteamérica. Un golpe con palo de guayabo a ese discurso mentiroso del estadio nacional.

De modo que toda esa demostración de fuerza militar contrastada con la condena popular a la venta del territorio solamente permanece en el ambiente como una imagen del pasado, una estampa que simboliza los peores momentos vividos por la Patria en sus 200 años.

Como expresó la coordinadora del Cofadeh, Berta Oliva, “cuando la patria está herida y las condiciones no han cambiado, lo que nos queda es el deber de la memoria; es decir, asumir la responsabilidad de comparar, de desmontar y de crear para volver a soñar”, finalizó señalando la opinión editorial del COFADEH.