La cárcel de “El Pozo” un infierno para los presos políticos

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Por Riccy Ponce

Tegucigalpa. “Nosotros todos los domingos nos cambiábamos para ver a qué hora llegaban  nuestras familias a vernos, pero en todo este tiempo no los dejaron entrar, solo el 31 de diciembre pudimos verlos”, dijo con la voz quebrantada el joven preso político Maynor Ariel Reyes Mejía, recluido  en el centro penal de máxima seguridad  de Ilama en Santa Bárbara y quien recobró su libertad el pasado 5 de mayo de 2018.

Reyes Mejía expresó que agradece a Dios y a las diferentes organizaciones de derechos humanos, al Comité Nacional por la Liberación de los presos políticos y a los abogados que hicieron posible que se pueda defender en libertad de los cargos que se lo acusan.

“En ese lugar se sufre, los hostigaban porque los metían a una celda de castigo y dormíamos en el piso, muriéndonos del frio, nos peleonearon, nos maltrataban sicológicamente y cuando nos encerraban en las celdas de castigo sin razón, no sabíamos si era de día o de noche”.

Maynor dijo a defensoresenlínea.com que los metieron a una celda de castigo sin razón por 26 días y durante ese tiempo no les permitieron ni bañarse ni ver la luz del día.

Asimismo  sostuvo que  él solo pensaba en su familia y sobretodo en su madre que  padece bastantes problemas de salud, “cuando estaba encerrado solo en mi mamá pensaba porque no me daba cuenta lo que pasaba afuera, si se me moría, como me iba a dar cuenta; yo le agradezco a todos los que nos apoyaron que fueron una  bendición para salir de ese lugar.

La comida son frijoles, arroz; el café, el jugo lo servían con yodo y las enfermedades estaban a la orden del día. Cuando se dio el brote de tuberculosis les daban de comer primero a ellos  y sin lavar los platos nos servían a nosotros, finalizó, Reyes Mejía.

Esto y más tuvieron que pasar los presos políticos por defender el derecho que ejercieron en las urnas el pasado 26 de noviembre.

Pasaron cuatro meses  sin tener contacto con su familia, solo les permitieron la entrada una vez y para poderlos visitar les exigían un carnet, el cual para sacarlo se tenía que gastar más de 3 mil lempiras. Durante ese tiempo no tuvieron noticias con el exterior, sin saber si era de día o de noche, sin saber de sus seres queridos.

La crisis post electoral dejó más de 30 víctimas mortales, personas judicializadas, decenas de heridos, 23 presos políticos en las distintas cárceles del país, donde doce después de una audiencia de revisión de medidas pudieron salir, pero aún mantienen el proceso penal y la acusación que pesa sobre ellos que es la de quema de una posta policial  y otros estragos.

“El Pozo” más que  una cárcel  parece el infierno, ubicado en los alrededores de las montañas santabarbarenses, donde lo que debería ser un centro de rehabilitación, más bien los privados de su libertad, al recobrarla, salen con miedo y problemas sicológico.

El Comité Nacional por la Liberación de los Presos Políticos, impulsado por la Convergencia contra el Continuismo seguirá luchando hasta lograr que cada uno de los presos regrese a sus hogares con su familia.

Personas que aún quedan presas.

Dos Personas Privadas de Libertad En el Centro Penal de Morocelí, conocido como La Tolva
1. Edwin Robelo Espinal
2. Raúl Eduardo Álvarez Ordóñez

Siete Personas Recluidas en el Centro Penal de la ciudad de El Progreso.
1.    Gustavo Adolfo Cáceres Ayala.
2.    Dany Javier Banegas Reyes.
3.    Olvin Nahúm Villanueva Avilés.
4.    Omar Enrique Velásquez Yánez.
5.    Néstor Armando Almendarez Rodríguez.
6.    Marvin Antonio Godoy Arias.
7.    José Gabriel Godínez Avelar

Una persona de Choloma privada de libertad en El Pozo
1.    Edy Gonzalo Valle