Tegucigalpa.- “Este día no es de fiesta, aquí no hay nada que celebrar, pero si mucho porque luchar”, así manifestaron las Mujeres unidas en memorias de las víctimas, durante un plantón que realizaron frente al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).
Este domingo en Honduras se celebra el Día de la Madre y la fecha fue aprovechada por las Mujeres unidas en memorias de las víctimas, que en su mayoría son madres que han perdido a un hijo por la violencia común y del estado, para realizar una protesta frente al Conadeh para exigir justicia, verdad y no más impunidad.
“El objetivo es sensibilizarnos las madres de que la lucha debe ser permanente, constante, para que estos jóvenes alcance una vida digna y no la que se le está dando ahora, que son ejecuciones, persecuciones y cualquier cantidad de atropello hacia la dignidad del joven”, señaló la profesora Claudia Mejía, una de las promotoras de la actividad.
Agregó que hoy no es un día de celebrar, sino de conmemorar la memoria de esos jóvenes que se fueron por querernos dejar un mundo mejor, y retomemos nosotros como madres esa situación y luchemos por dejarles un mundo mejor a ellos. Hagámoslo realidad, pero con lucha”.
Al acto también llegó Berlin Cáceres, madre del menor de 15 años Ebed Jassiel Yánez Cáceres, asesinado por militares en mayo del 2012.
En el caso de Ebed Jassiel se aplicó la justicia a medias. Doña Berlín, quien estuvo junto a su esposo Wilfredo Yanes en cada acción de protesta y en cada audiencia del juicio contra los militares acusados como autores materiales del crimen de su hijo, señaló que está siempre en pie de lucha, porque mientras en este país no haya justicia y siga siendo la impunidad que sobresale, no podemos quedarnos callado.
Tenemos que salir y hacer la voz por aquellos que nos mataron y que hoy no pueden exigir justicia”, señaló doña Berlin Cáceres, quien a la vez sostuvo que en memoria de su hijo que fue asesinado por un retén militar y en memoria de su esposo que murió esperando la justicia, estoy aquí en representación de ellos.
Las Mujeres unidas en memorias de las víctimas indicaron que surgen porque ahora no existe una familia que no ha perdido un ser, ya sea por la delincuencia común, donde está atrás el Estado, porque si no es capaz de darnos seguridad no sirve como Gobierno.
“Para no seguir llorando a nadie sino que seguir riendo por la vida es que surge mujeres unidas y necesitamos en memoria de esos jóvenes que se han ido trabajar por los que quedan, indicó la profesora Claudia Mejía.
Mujeres Unidas en memorias de las víctimas son madres que han sido víctima de la violencia común y del Estado y a la vez hicieron un llamado a aquellas madres que han vivido lo mismo que ellas, para que se integren, porque deben luchar hoy por la seguridad de sus hijos.
Por su parte la profesora Silvia Castillo, madre de Tomás Enrique García Castillo, asesinado el 1 de mayo de 2016 no descansa para exigir justicia y castigo para aquellos que le arrebataron la vida de su menor hijo.
Usando una camiseta con la fotografía de su hijo, así como un pequeño banner que carga permanente, asiste a cada evento de protesta para exigir al estado que el crimen de su hijo no quede en la impunidad.
Tomás Enrique un joven que durante el Golpe de Estado-Político-Militar se unió a las protestas, como miles de hondureños, pero su voz fue callada para evitar que siguiera levando su voz contra el gobierno usurpador de Roberto Micheletti.
“Siempre estamos aquí exigiendo verdad y justicia al régimen y narco estado que tenemos; sabemos que no vamos a tener justicia porque es un estado coludido con la corrupción, la delincuencia y con todo. Nos encontramos aquí y siempre vamos a estar en las calles exigiendo Justicia”, señaló la profesora Silvia Castillo.
El crimen del joven opositor al Golpe de Estado lleva tres años de impunidad y su madre dice que no descansará en su reclamo de verdad justicia.
Para muchas madres este día que se les celebra en Honduras su día, para muchas es de dolor, porque son ellas que tienen que llevarles flores a sus hijos en vez de ser al revés, mientras otras hacen grandes filas y son humilladas en los Centros Penales para conseguir un permiso para poder ver a su vástagos.
“No tiene que ser así y por ese cambio es el que nosotros le apostamos”, finalizó señalando Claudia Mejía.