JOH pretende anular la voluntad libre pensadora y creativa de la juventud

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Por Marvin Palacios

Tegucigalpa.- En la emisión del sábado 19 de mayo del programa radial “Voces contra el Olvido” que produce el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH),  compareció el defensor de derechos humanos y director de Casa Alianza- Honduras, José Guadalupe Ruelas, para analizar el llevado y traído diálogo en Honduras y Nicaragua, la militarización de la sociedad y la pretensión de reinstaurar el servicio militar obligatorio.

servicio militarEn referencia  a la pretensión de volver al servicio militar obligatorio en Honduras, Ruelas expresó que lo que busca el régimen dictatorial de Juan Orlando Hernández es  parar a los jóvenes y a las jóvenes para que no sean pensantes, y la mejor forma es anular su voluntad y el esquema militar existe para eso.

En relación a los tópicos de “estado policíaco” y  “remilitarización de la sociedad hondureña”, promovidas por regímenes nacionalistas dirigidos por Porfirio Lobo y ahora por Juan Orlando Hernández, el entrevistado comentó que “sin el aval diplomático, político y económico del Departamento de Estado y sin el aval  de la fuerza y de las armas del ejército hondureño, este gobierno no podría mantenerse, porque es impopular, es ilegal, no es representativo”.

Recientemente el diputado Bernardo Enrique Medina del partido Alianza Patriótica, propuso en el seno del Congreso Nacional, un proyecto de decreto  que busca el retorno al  servicio militar obligatorio, abolido en 1994 durante la administración del extinto ex presidente Carlos Roberto Reina (del partido Liberal).

Alianza Patriótica es controlado por  el general retirado Romeo Vásquez Velásquez, uno de los personajes que ejecutó el golpe de Estado de 2009, y responsable de las graves violaciones a los derechos humanos cometidas contra el pueblo hondureño por parte de las Fuerzas Armadas, que estuvieron bajo  su mando.

La abolición se logró gracias a la intervención de organismos de derechos humanos, entre ellos el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH). La  Coordinadora General de este comité, Bertha Oliva, fue tajante al expresar que “volver al servicio militar obligatorio es continuar con la militarización que hoy el pueblo hondureño está enfrentando. Y desde luego que ese proyecto de militarización sólo beneficia a los violadores de derechos humanos”.

Oliva añadió que aquellos que reivindican la propuesta de retornar a las cacerías humanas (servicio militar obligatorio) son los mismos protagonistas que violaron la constitución en 2009 y que ejecutaron el golpe militar electoral de 2017.

“Yo creo que en Honduras hay algunas cortinas de humo que se han levantado. Una de ellas creo que es el tema de la Biblia en las escuelas, otro tema es el de las Unidades Antimaras, y el otro tema es el del servicio militar obligatorio”, estimó el director de Casa Alianza.

Ruelas indicó que el argumento que proponen los proyectistas del servicio militar obligatorio es que porque éste no existe, los jóvenes buscan malos caminos y que es un tema moral.

En 1994 cuando se abolió el servicio,  había en el país alrededor de 9 mil efectivos militares, 20 años después en 2014 que fue digamos el pico de la tasa de homicidios más alta que Honduras ha tenido; había 15, 550 efectivos y en la actualidad existen unos 25 mil.

Ruelas afirmó que no es viable económicamente para el país, pretender engrosar las filas en los batallones militares. El defensor de derechos humanos cree que esto se trata de un “tema autoritario, es decir que Honduras ha vivido una realidad en la que su pueblo se ha rebelado, ha protestado y los jóvenes y las jóvenes que no sólo han levantado pancartas, sino que han sido capaces de quitarles armas a los militares y han dicho lo que piensan, lo que sienten; han sido capaces de bloquear carreteras y parar el país, entonces hay que parar a los jóvenes para que no sean pensantes, y la mejor forma es anular su voluntad y el esquema militar existe para eso”, opinó Ruelas.

Ruelas añadió que los militares han asesinado a muchísima gente en el país. Cuando uno compara el daño que las maras y pandillas han hecho al país, comparado con el que han hecho los militares, uno se da cuenta que ellos (los militares) han sido sumamente crueles y asesinos con nuestra población, que no han sido garantía de paz ni de respeto a los derechos humanos.

El caso del proyecto de las Fuerzas Armadas denominado “Guardianes de la Patria”, como una forma de adoctrinamiento dirigido a niños y jóvenes, es un reflejo de que, quienes nos dirigen, no tienen ni el conocimiento, no han leído la historia, ni tienen la intención de que Honduras sea un mejor país”, enfatizó el defensor de derechos humanos de la niñez y juventud hondureña.

La diferencia entre los diálogos en Honduras y Nicaragua

El editorial de “Voces contra el Olvido”, abordó el tema del diálogo que se ha promovido en Nicaragua luego de varias semanas de protestas callejeras promovidas por el Departamento de Estado de Estados Unidos y la derecha latinoamericana para socavar el gobierno de Daniel Ortega y el diálogo iniciado en Honduras, en cuya mesa solo se sientan los golpistas y las organizaciones que apoyaron el fraude electoral que mantiene en el poder al usurpador Juan Orlando Hernández.

“Desde 2010, los golpistas intentan abrir un espacio pero como un instrumento de dominación de la otra fuerza en disputa. El departamento de Estado gringo los empuja. Ellos quieren legitimidad de los ilegítimos y quieren ganar tiempo para sus planes”, expresa el editorial del COFADEH en una de sus partes.

Más adelante añade que “la diferencia con Honduras es que aquí, la élite golpista, corrupta y narcotraficante que asaltó el poder en 2009 hasta nuestros días, no respeta el diálogo como un valor democrático. Y por eso no tiene mesa, ni tiene diálogo”.

Al respecto el director de Casa Alianza, José Guadalupe Ruelas, señaló que en Nicaragua se está hablando de diálogo para tratar de desestabilizar a una sociedad que ha vivido con niveles que han permitido superar la pobreza histórica que se tenía, porque Nicaragua competía con Honduras y con Haití por ser los países más pobres de Latinoamérica.

“Hoy Nicaragua, se ha distanciado de esos niveles de pobreza y de falta de oportunidades que aún Honduras conserva, porque Honduras es un experimento económico del neoliberalismo para tratar de salvarlo. Cuando nuestros políticos hablan de lo que Honduras le puede ofrecer al mundo, ofrecen dos cosas: Recursos naturales y mano de obra barata”, explicó Ruelas.

Asi que los inversionistas que pueden venir a Honduras son aquellos que pueden destruir los recursos a través de proyectos mineros, hidroeléctricas, tala de bosques y represas, entre otros.

“Los gobernantes hondureños han sido instrumentos al servicio de intereses transnacionales y de políticas imperialistas de las cuales nosotros no somos quienes las diseñan, sin embargo esto no significa que estamos condenados a sufrir lo que otros decidan. En la medida de que seamos capaces de organizarnos, formarnos, planificar y actuar de acuerdo con lo planificado; vamos a ser capaces de tener control sobre nuestras vidas, la vida de la comunidad y sobre nuestro país”, advirtió el defensor de derechos humanos.