San Pedro Sula.- Este día dio inicio la audiencia de juicio oral y público contra el sargento primero de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), Denis Cáceres, acusado de homicidio en perjuicio de David Octavio Quiroz Urrutia.
El hecho ocurrió el 15 de diciembre de 2017 cuando la víctima participaba en una movilización pacífica contra el fraude electoral, en el sector de Guacamaya, Dos Caminos, Villanueva, Cortés.
David Octavio Quiroz murió por el impacto de una bala disparada por el agente de la PMOP, que junto a más de 60 militares reprimieron violentamente la acción de protesta que realizaban los pobladores en ese sector.
En la primera etapa del juicio se evacuó la prueba testifical y la documental, continuando mañana con la evacuación de los demás medios probatorios, informó la abogada del área de Acceso a la Justicia del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Karol Cárdenas, que se constituyó como parte del equipo acusador en el caso, a petición de la familia de la víctima.
“Esperamos se logré una aplicación de la justicia con el objeto de obtener un castigo, y otra para ir marcando precedentes, para que estos hechos no se repitan y no continúen cometiendo estas graves violaciones a derechos humanos, las cuales han culminado violentando un derecho tan fundamental como es el derecho a la vida”, señaló la abogada Cárdenas.
El agente de la PMOP está guardando prisión en el tercer batallón de la Policía Militar del Orden Público.
Contexto de los hechos
El 26 de noviembre de 2017 es una fecha que el país entero no olvidará, ya que se realizó el fraude electoral más grande de la historia de Honduras, pero no solo eso, sino que más de 30 personas murieron a manos de elementos represores del estado, cuando hacían uso de su derecho a manifestarse y a otros les causaron heridas con consecuencias de por vida.
En esas elecciones generales, Juan Orlando Hernández se perpetuó en el poder ilegalmente, causando el descontento de la población hondureña, ya que no fue elegido como presidente, al contrario, se impuso.
Los hondureños salieron a las calles para exigir la salida de Juan Orlando Hernández, y que se reconociera el triunfo rotundo del candidato de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla, pero la respuesta del régimen fue mandar a sus fuerzas represoras a reprimir al pueblo, a quienes le dispararon causando la muerte de varios ciudadanos, y dejando heridos a otro sector.
Los elementos policiales cometieron un sin número de violaciones a los derechos humanos en contra del pueblo hondureño, dejando luto, dolor y llanto.
