Inesperado PCM por Covid-19 arriesga estabilidad de familias campesinas-alfareras en Siguatepeque

Familias artesanas dedicadas a la agricultura y alfareria se están quedando sin alimentos, al no poder vender sus productos hechos de barro, además tienen restrición judicial para acceder a las parcelas de cultivo en un proceso de recuperacion de tierras en la zona central del país.

0
1023
El lider campesino Vicente Castro realiza detalles a un jarrón de barro. Foto: Alfareros de El Porvenir

Tegucigalpa, Honduras.- Los tornos de los alfareros en la comunidad campesina de El Porvenir, Siguatepeque, dejaron de girar al mismo tiempo en que el mundo guardó reposo. Las manos de los artesanos debieron ser lavadas con agua y jabón, cerraron sus talleres y el alimento poco a poco se acaba en los hogares. El Coronavirus o COVID 19 paralizó la creación de las coloridas obras en barro.

Al paso por la zona central del país, ya no están las artesanías de junco, barro, la miel recolectada en los patios familiares, los mangos, sandías y guineos que los pequeños productores venden para sobrevivir. Hay toque de queda, están prohibidas las ventas, y a quien encuentren fuera de su casa, es capturado por la policía.

Las 25 familias alfareras de El Porvenir, que desde hace 15 años luchan por la defensa de tierras y los bienes comunes de la naturaleza, en el departamento de Comayagua, hoy también se enfrentan a las medidas impuestas por el régimen de Juan Orlando Hernández y su Decreto Ejecutivo PCM 021-2020 del 16 de marzo, que ordena la suspensión de las garantías constitucionales mediante un toque de queda, para evitar la propagación del nuevo Coronavirus que apareció en China a finales de diciembre del 2019 y que ha infectado a 532,692 personas y cobrado 24,075 vidas en 188 países.

Honduras activó la alerta de emergencia el pasado 11 de marzo cuando se informó sobre los primeros dos casos de Coronavirus. El miércoles 25 falleció la primera víctima, y el jueves 26 suma a 68 las personas contagiadas en siete departamentos del país.

Familias de El Porvenir temen por la seguridad de sus hijos, al no tener donde vender su producto. Foto: Alfareros El Porvenir
Familias de El Porvenir temen por la seguridad de sus hijos, al no tener donde vender su producto, en el marco de la cuarenten para evitar la propagación del Coronavirus. Foto: Alfareros El Porvenir

Los defensores de El Porvenir, específicamente de la empresa campesina “11 de Marzo”, son víctimas de hostigamiento y criminalización judicial desde marzo de 2019, acusados por el supuesto delito de usurpación y roturación de un predio de uso forestal, en perjuicio del maderero Marco Barahona y el Estado de Honduras, por el que están con medidas sustitutivas a la prisión, tras varios días encarcelados, Juan Mejía Euceda (61), Santos Evelio Vásquez (49), y Vicente Castro (60), presidente de la empresa. Mientras que, Héctor Orlando Velásquez (54), capturado en octubre pasado, fue sobreseído definitivamente, todos son representados por la defensa legal del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).

El torno se detuvo y con ello el medio de subsistencia. Foto: Alfareros El Porvenir
El torno se detuvo y con ello el medio de subsistencia. Foto: Alfareros El Porvenir

Vicente Castro tuvo abandonar su cargo –a lo interno de la empresa campesina- por la criminalización que enfrenta. Él considera que las medidas sustitutivas que deben cumplir, es una forma de hostigamiento, porque no pueden acercarse al terreno donde cultivan sus alimentos y tienen que viajar hasta el juzgado de Siguatepeque a firmar el libro cada semana, lo que genera gasto económico por el pasaje, alimentación y ese día no trabajan.

Este jueves le tocaba ir a firmar pero ¿cómo cumplir si hay toque de queda y no circula el transporte público? Se preguntó. Además no estamos vendiendo la alfarería, actividad alterna que realizo con la agricultura, compartió a Defensores en Línea.

Somos 25 familias preocupadas porque hasta se le ha prohibido a las empresas que compren nuestro producto, agregó. La prohibición surge de las autoridades locales. Y ahora con los toque de queda por el Coronavirus ¿Cómo vendemos y quién nos compra? Lamentó el lider campesino y alfarero.

El producto está terminado, Los defensores temen por la situación actual. Foto: Alfareros El Porvenir
El producto está terminado, Los defensores temen por la situación actual. Foto: Alfareros El Porvenir

Es incierto el destino de unas 150 personas organizadas en la empresa campesina 11 de Marzo, No solo es que los alfareros han dejado de producir y vender su producto, por la aplicación del toque de queda, sino que en cualquier momento llegue la policia y militares coludidos con el poder judicial a ejecutar otro desalojo violento y les destruya lo poco que tienen, como sucedió en el 2017.

En la economía internacional se habla de la caída de la bolsa de valores, del precio del petróleo o de cambios de sistema financiero, mientras que en El Porvenir hay 25 familias alfareras a quienes se les ha negado el acceso a la tierra para cultivar sus alimentos, y ahora por acciones improvisadas del régimen ante la contención de una pandemia, don Vicente alzó su voz por que no tienen alimentos, no tienen dinero, pero tienen el producto torneado con sus manos sin un mercado para vender.