Iglesia Latinoamericana condena el asesinato del defensor de DDHH Pablo Hernández

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Tegucigalpa, Honduras. – Organismos latinoamericanos de la Iglesia Católica han condenado el asesinato de Pablo Hernández Rivera, defensor de derechos humanos y líder indígena dirigente de las Comunidades Eclesiales de Base de la Parroquia San Matías, Diócesis de Nuestra Señora de las Gracias, Lempira, el pasado 9 de enero.

En un comunicado conjunto, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM), rechazaron enérgicamente el asesinado del líder indígena hondureño Pablo Isabel Hernández Rivera, quien iba a atender su misión como delegado de la Palabra de Dios, cuando fue ejecutado por la espalda con armas de fuego, hecho que hasta hoy no ha sido esclarecido.

El comunicado que firma Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del CELAM; y Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, presidente de la REMAM, resalta el trabajo de defensoría que realizaba Pablo Hernández, de 34 años, en el departamento de Lempira, al occidente de Honduras.

“Condenamos de la manera más enérgica el asesinato”, expresan los Obispos, en referencia al líder de la etnia indígena lenca, quien era ampliamente reconocido como “delegado de la Palabra de Dios (agente de pastoral oficial de la Iglesia Católica de Honduras), director de ‘Radio Tenán, la voz indígena lenca’, defensor de los derechos humanos y de la Casa Común, presidente de la Red de Agroecólogos de la Biósfera Cacique Lempira, impulsor de la Universidad Indígena y de los Pueblos y Alcalde Mayor de La Auxiliaría de La Vara Alta de Caiquín, en el departamento de Lempira”.

Pablo Hernández era integrante de red de Defensores/as de Derechos Humanos de Lempira y, a su vez de la Red Nacional de Defensores/as de DDHH del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (RENADH-COFADEH), entre sus últimas acciones fue participar como observador de DDHH en el proceso electoral del 28 de noviembre de2021.  

Tanto el CELAM como la REMAM reconocen que “Pablo era un hombre de Dios, que amaba a su familia, amaba a los suyos y respetaba y hacía respetar la ‘Casa Común’”. La mañana del domingo en que fue asesinado se dirigía, justamente, a la comunidad donde iba a realizar una celebración de la Palabra.

Con este pronunciamiento, los organismos de la Iglesia latinoamericana hacen llegar sus condolencias a su esposa, hijos y familiares, así como a sus amigos y compañeros. “También, hacemos llegar nuestro apoyo al pueblo de Honduras, víctima de poderosas redes criminales que han convertido al país en el quinto del mundo que más ha sufrido asesinatos de defensores del ambiente”.

Las voces del CELAM como la de la REMAM, se unen a las de otras instituciones y organismos internacionales, y a los del propio pueblo hondureño, que ante el crimen perpetrado contra este defensor de los derechos humanos y ambientales, claman justicia: “exigimos a las autoridades competentes el pronto esclarecimiento de este vil crimen, así como el sometimiento a la justicia penal de los responsables y la inmediata ejecución de medidas de protección para los activistas del movimiento social, ambiental y de derechos humanos de Honduras”.

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