Fotos y Texto: Sandra Rodríguez
Tegucigalpa, Honduras.- Este día se lleva a cabo la audiencia de Revisión de Medidas en favor del joven maestro, Rommel Baldemar Herrera Portillo, preso político desde hace cuatro meses.
El defensor de la educación pública, quién sueña con que los centros penitenciarios sean universidades, ha vivido una pesadilla en la cárcel de máxima tortura llamada «La Tolva», ubicada en Morocelí, El Paraíso, ubicada a 65 kilómetros al oriente de la capital.
Rommel de 23 años de edad, fue privado de libertad el 30 de mayo pasado, como presunto responsable de incendiar llantas afuera de la embajada de los Estados Unidos, en Tegucigalpa, en el marco de protestas sociales convocadas por la la Plataforma de lucha en defensa de la salud y educación, que realizaba una movilización pacífica.
Durante su encierro, el maestro ha tenido que ser tratado clínicamente en Medicina Forense del Ministerio Público, por afectaciones en su salud emocional. En esos momentos de citas, la familia ha aprovechado para verlo y conversar con él.
Rommel está acusado por los delitos de incendio agravado y daños agravados, delitos que no se encuentran dentro del catálogo que la ley establece para la prohibición de medidas sustitutivas, sin embargo, se le aplicó la medida máxima que es la prisión preventiva, detalló la abogadada Karol Cárdenas, del Área Legal del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), integrante de la representación legal de maestro.
El papá de Rommel, también maestro, Juan Carlos Herrera, espera que hoy su hijo quede en libertad, porque él es un joven de 23 años, noble, con aspiraciones a que este país sea más justo y con mayores oportunidades para los jovenes, y por lo tanto el no debe estar en prisión. «Espero que él hoy quede en libertad».
Por su parte, la profesora Maricruz Portillo, mamá de Rommel, espera objetividad, independencia de los jueces, la sana crítica e independencia de los jueces para que Rommel se defienda en libertad.
El equipo de defensa de Herrera Portillo, está integrado por las representantes del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Karol Cárdenas y María Elena Fonseca, sumándose como defensa privada, el abogado Omar Menjivar, quienes entraron a audiencia a las 10 de la mañana en el Juzgado de Letras de Francisco Morazán, en el barrio La Granja, de Comayagüela.
Ayer, el preso político, Herrera Portillo, fue atendido por un médico psiquiatra y un sicólogo. Rommel además compartió con su abuela materna, hermanos y otros parientes, y aprovechó la oportunidad para enviar un mensaje de ánimo al pueblo a que continúe la lucha, así como agradecer al COFADEH y Comité por la Liberación de los Presos Políticos por el acompañamiento permanente en búsqueda de su libertad y justicia para todos los privados de libertad que sufren en las cárceles del país.
