Tegucigalpa.- En el Salón de eventos oficiales Augusto C Coello de la Secretaria de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional se realizó el pasado viernes 22 de noviembre la ceremonia de honras fúnebres y condecoración póstuma de la orden al mérito civil Dionisio de Herrera a quien en vida fuera Guillermo Antonio Amador Padilla.
Amador se desempeñaba como Ministro Consejero y encargado de Asuntos consulares de la embajada de Honduras en la República de Argentina.
El pasado 15 de noviembre, luego de padecer una enfermedad que lo aquejó los últimos meses, Guillermo Antonio Amador, falleció en Argentina.
Con la presencia de familiares, amigos, compañeros, miembros del partido Libre, funcionarios del Gobierno y la presidenta Xiomara Castro, se realizó en Cancillería una ceremonia de honras fúnebres y una condecoración póstuma.
Durante la ceremonia, se leyeron acuerdos de duelo y se presentó, además, imágenes y videos inéditos de Guillermo Amador y su hermano gemelo René, en un documental producido y dirigido por la cineasta hondureña Katia Lara.
La Mandataria, Xiomara Castro, destacó el legado de Guillermo Amador como un ejemplo de lucha incansable por la justicia y la democracia, donde dejó huellas imborrables.
“Compartimos, caminamos juntos en Alauca”, indicó la presidenta.
Añadió que nos unimos hombres, mujeres, pero especialmente jóvenes. La resistencia no nace ahora, los pueblos siempre han estado en resistencia.
Además, dijo que “llevamos en la sangre, en la memoria, en el corazón, en la mente, la resistencia”.
Sostuvo que la resistencia es luchar por la libertad, por la justicia, por la independencia.
“Guillermo representa su espíritu, porque lo que hemos perdido es su presencia física, pero lo que él representa es el espíritu de la lucha y de la continuidad, porque esta lucha apenas comienza”, finalizó la mandataria hondureña.
La presidenta entregó a René, hermano gemelo de Guillermo, en representación de la familia Amador Padilla, una condecoración póstuma de la orden al mérito civil Dionisio de Herrera.
En sus palabras de agradecimiento, René señaló que antes de morir Guillermo les regaló una sonrisa vencedora.
Los hijos somos producto de la fuerza y la tenacidad de una madre y cuando una madre está al frente de una batalla no se pierde, inició diciendo René.
Añadió que tenemos una madre que nos enseñó esa alquimia de ese milagro que Jesús el nazareno hizo de multiplicar los panes y los peces, que no es más que partirlo y compartirlo, y hacer de un pan cuatro para que todos tengamos. Entonces, la generosidad y fuerza de la madre transmite a sus hijos esas luchas.
René, inseparable hermano gemelo de Guillermo, señalo que “es terrible la situación de esta epidemia de cáncer mundial, porque no es una cosa de una persona, esto es espantosa en todo el mundo”.
Finalmente dijo que “él (Guillermo) nos regaló, antes de morir, previo a su colapso, una sonrisa, una sonrisa vencedora”.
La coordinadora general del COFADEH, Berta Oliva, compartió con Guillermo muchos momentos de lucha y de búsqueda de justicia, ya que fue víctima de las represiones que hacían las Fuerzas Armadas y la policía contra la población que protestaba contra el golpe de Estado de 2029.
Estando en el exilio en la Argentina, la coordinadora general del Cofadeh también compartió con Guillermo en varias ocasiones.
Lo llamo “El inmortal Guillermo Amador”, así lo debemos nombrar; resistió en las calles, venció en las calles, pero en este momento no pudo vencer un cáncer; solidario hasta el último día de sus días”.
Para la coordinadora general del COFADEH, Guillermo será recordado como el hombre solidario que siempre fue.
“Un hombre que pudo ver que había que meter cuerpo, haciendo llamamientos para que el pueblo hondureño no tuviera en ningún momento miedo para comparecer a depositar su voto, para lo que habíamos sido convocados a la consulta, sí, a la consulta que se nos estaba convocando desde el presidente de la República de aquel momento, Manuel Zelaya Rosales”, recordó Oliva.
“Motivó a la gente a hacerlo, resistió en las calles el golpe y como él era, evidentemente, reconocido por los esbirros que fabricaron el golpe, decidió irse a salvaguardar su vida al exilio, un exilio no dorado, un exilio como lo hacen los hombres y mujeres del pueblo”, señaló la coordinadora del Cofadeh.
Llegó a un país de América del Sur, ahí se le acogió, ahí se le prestó abrigo, porque se dieron cuenta que ese abrigo, él y su familia, sus pequeños hijos, lo necesitaban, su señora lo necesitaba.
“Sobrevivió a la pobreza y a lo que le tocó vivir con dignidad. Gracias, Guillermo, por habernos enseñado que las luchas se hacen desde el pueblo y en las calles”.
Guillermo fue víctima de la represión que se dio el 30 de julio de 2009 en el sector de El Durazno, que dejó decenas de personas lesionadas, heridas y la muerte del profesor Roger Vallejo.
“Nos reprimieron, nos acostaron en el suelo, empezaron a golpearnos con los toletes…” es parte del relato de aquel 30 de julio que marcó a miles de hondureños.
Ante la impunidad en el país, el caso conocido como El Durazno fue presentado por el Cofadeh ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con el objetivo que se haga justicia.
La petición inicial se presentó a la CIDH el 30 de julio de 2018 y el 19 de abril de 2024, la CIDH informó que, con base en la voluntad expresada por ambas partes, se ha dado inicio al proceso de solución amistosa establecido en el artículo 40 del Reglamento de la CIDH.
Guillermo era coordinador del Frente Estudiantil Acción Universitaria de la Universidad Pedagógica Nacional Gral. “Francisco Morazán”, y miembro del equipo de seguridad del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), tras el golpe de Estado, generando mucha inseguridad contra su vida.
Sufrió persecuciones, represiones e intentos de asesinato, lo que lo llevó al exilio en Argentina durante 12 años.