Por: Félix Cesario (poeta, periodista e histórico defensor de los DDHH)
A: COFADEH
Desde la década de los años 80s en la Republica de Honduras, fueron ignoradas las cinco estrellas del Pabellón Nacional y, por órdenes del Pentágono, con “La Doctrina de Seguridad Nacional” se impuso una sola estrella en los “kepis” o gorras militares y, estas alumbraron los “violadores de la democracia” siendo el pretexto para imponer la persecución de las y los patriotas que exigían, desde cualquier terreno nacional y, con diferentes métodos de lucha.
-Entonces- este fuel el pretexto para imponer: los secuestros selectivos y los asesinatos y los desaparecidos compatriotas que lucharon por un respeto a los derechos civiles y sociales.
Es y será anti-patriótico o desconocer la historia las y los que repiten como politiqueros decir “la década perdida” es y será, por mientras guardemos Memoria en la Historia “la década del terror… la década de la muerte” impuesta por el Departamento de Estado de USA, con el asesoramiento de chilenos, argentinos e israelitas, que brilló la estrella de la muerte terrorífica en la mente criminal y en la solapa del militarismo en nuestra Honduras que, pese a todo seguirá siendo la estampa de la espera de una Patria rumorosa, justa y menos infame que la actual.
Recordarán las generaciones presentes y futuras que desde 1980, Honduras y sus patrióticos hijos luchadores combatieron y combaten en lo legal, en lo cívico y en los derechos humanos, en pro de la dignidad de la República, hoy por hoy evidenciada, prostituida y, lo más humillante, convertida en un gran cuartel militar, en donde la única estrella brilla con el color del espanto, del terror, es la estrella de la calavera de la muerte: made in usa.
Por piedad, por dignidad por amor a la vida, ruego a las juventudes de todas las edades guarden en su memoria que los tiempos del terror, de los secuestros y de las y los desaparecidos de los 80´s es el mismo de hoy, la diferencia es que ayer los asesinatos y los secuestros eran selectivos y hoy son masivos, y con el agravante que los escuadrones de la muerte están mejor asesorados y tecnificados para que, los asesinatos de jóvenes y los femicidios sean generalizados como casos de ”pandillas” o del narcotráfico y, en honor a la verdad tiene su lógica si aplicamos la realidad histórica: Honduras es hoy por hoy “un narco-estado” gobernada de facto por un personaje presidente de hecho, conjuntamente con su ejército, policía militar y la policía civil, con el agravante de estar colombianizado el Estado hondureño.
Ante tan terrorífica realidad sólo queda resistir y la esperanza de que nos ampara COFADEH, organismo humanitario que surge en pleno tiempo del terror, y que lucha contra fusiles y estrellas que tratan de desprestigiarla, lucha imposible para los empresarios de la muerte del terror y de los desaparecidos.
-Allí esta COFADEH imponente, inmutable, desafiante a los violadores de los derechos humanos. Frente al brillo de la estrella de chafarotes que no pudiendo desaparecerla/lo… se resignan con desprestigiar al refugio de la esperanza de las y los perseguidos, siempre tendremos en nuestra memoria y en nuestros corazones a COFADEH –yo soy COFADEH y tengo mucho que agradecerle– así como miles de compatriotas que encuentran un refugio de seguridad legal, humana y de compañerismo.
Entretanto, sigue el terror en un país que, en el estricto sentido de la legalidad es un estado-cuartel militar en donde brillan las estrellas militares frente a la dignidad de enfrentar el terror en defensa de la vida.
Un día -tengo fe- la estrella de el bien brillará, guarde en las y los hondureños memoria en mano cuando Honduras sea la patria-matria rumorosa como una guitarra en perpetua serenata de amor, y perdurará el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras “COFADEH”.