Mientras el relator Michael Forst escuchaba los detalles con traducción simultánea al inglés, en la frontera México-Estados Unidos más de 200 emigrantes hondureños, incluyendo mujeres y niños, pedían asilo político en español al gobierno de Trump.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca se aprestaba a anunciar en Washington la eliminación definitiva del régimen de protección temporal a más 50 mil katrachos que llegaron sin documentos a Estados Unidos después del huracán Mitch, en 1999.
De este modo, la dictadura militar que asaltó el poder en 2009 y que se afianzó con el fraude electoral de 2017, recibía dos fuertes golpes a su imagen internacional de “democracia estable” y de “país cambiante”.
En el mismo instante de estas noticias, cuatro policías militares tomaban fotografías a los familiares de desaparecidos políticos que realizaban un plantón en el parque La Merced, ayer viernes antes del mediodía.
El Cofadeh, a través de su coordinadora general Bertha Oliva, condenó el hecho y pidió explicaciones al relator de la ONU durante su reunión vespertina en la capital hondureña.
Los familiares de los Detenidos – Desaparecidos en Honduras, como cada primer viernes de mes levantaron opinión sobre diferentes temas de la agenda pública nacional durante su plantón de memoria histórica.
De entrada, el Comité dijo que las Fuerzas Armadas de Honduras, bajo el mando israelí, colombiano y estadounidense, en una triangulación perversa, echaron a perder el 1 de mayo pasado la conmemoración del martirio de Chicago en las zonas centro y sur del país.
La armada del dictador, que es instrumento del capital transnacional, utilizó técnicas de guerra y operaciones psicológicas contra la multitud trabajadora, dijo la organización en un comunicado.
El objetivo de la represión fue políticamente premeditado para demostrar la fuerza bruta de los impostores e impedir el reinicio del calendario insurreccional, que impide la consolidación de esta dictadura sostenida por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, subrayó el Comité.
Tomando como pretexto las resoluciones de la alianza de oposición política en su última asamblea general, las fuerzas militares usaron personal infiltrado para distorsionar la manifestación y entregarle flamas y humo a la prensa carroñera que impuso sus titulares criminalizadores.
El equipo del Cofadeh, que recordaba en la caminata a las víctimas de la desaparición forzada durante los años 80s y el Comité por la Liberación de los 21 Presos Políticos de los ladrones de elecciones, fueron atacados directamente con bombas lacrimógenas y obligados a evacuar la zona aledaña al centro histórico de la capital.
Dos días después de la represión en Tegucigalpa, las fuerzas militares ocuparon la Plaza La Merced para filmar el plantón de los familiares de los desaparecidos, el viernes.
También invadieron Pajuiles, Tela, Atlántida, para atacar a la población en resistencia e introducir maquinaria pesada de la empresa Hawit que destruye los ríos de la parte alta de la cordillera.
Como si el país no estuviera huyendo en caravanas a causa de la incertidumbre y como si la inversión extranjera no estuviera ausente por la violencia, los grupos narcos y las mafias corruptas atenazadas al Estado, pactan la impunidad mutua y eligen fiscal general en frente de la OEA, la ONU y la Unión Europea, que financian la mascarada.
El Cofadeh concluyó, precisamente su plantón del viernes, dirigiéndose a la comunidad internacional que supervisa la elección o continuismo de la persona al frente de la fiscalía general.
“Los países que financian las fuerzas policiales, militares, la “lucha” contra la corrupción, el “diálogo político” y la “prosperidad”, observan con indiferencia la burla de la élite ladrona de Honduras, estimó la organización y preguntó, ¿es que no les importa que el pueblo de Honduras sepa que esta ilegitimidad que sostienen es criminal, antihumana e insostenible?.
Los países que hemos tenido como serios por su discurso y práctica de valores universales, defensores de los derechos humanos, deberían reconsiderar sus relaciones con esta cloaca de seres ambiciosos y ruines, que cada vez más empujan la población a perder el buen juicio y a buscar las alianzas extremas.
De lo contrario, ustedes son cómplices, les dijo la organización.
El plantón del Cofadeh concluyó con un llamado a la liberación de los prisioneros políticos de Honduras, quienes están sometidos a la incomunicación y la insalubridad en prisiones bajo control de la dictadura militar.
Libérenlos, ellos y ella ejercían su derecho constitucional a la insurrección popular, demandó el Comité de familiares de detenidos-desaparecidos en Honduras. Que así sea!
Editorial de Voces contra El Olvido, sábado 5 de mayo de 2018