Tegucigalpa, Honduras.- Hoy se cumple nueve días desde que hombres con indumentaria policial y fuertemente armados allanaron la vivienda de Erika Marina Valladares Cálix, llevándosela con rumbo desconocido.
La mujer de 37 años, tiene cinco meses de embarazo y fue sacada de su hogar a las dos de la mañana del viernes 16 de octubre, en la colonia Canadá de Comayagüela, en el Distrito Central.
Según información recibida en el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), los hombres que se llevaron a Valladares, se presentaron como policías, vestían pantalón caqui (color beige), usaban pasamontañas y portaban armas de grueso calibre.
Entraron a la vivienda familiar, sometieron a la impotencia a las personas que en ese momento dormían, y registraron toda la casa, donde hay una venta de productos lácteos.
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Cuándo los supuestos policías decidieron llevarse a Erika Valladares, vestía ropa de dormir una calzoneta deportiva color azul del Club Barcelona y camisa rosada. Ella les pidió que la dejaran ponerse zapatos, pero los encapuchados no se lo permitieron agregando «caminá, de todos modos ni andamos carro».
A eso de las 2:20 de la mañana, cuando los hombres ya se habían ido, la familia con mucho temor salió a buscar a Ericka, con la esperanza que la hayan dejado en un lugar cercano, pero no la encontraron.
Durante el día, procedieron a interponer la denuncia ante la policia, pero los mantuvieron yendo de la Jefatura Policial Metropolitana #1 (Core 7) en el centro de Tegucigalpa a la Dirección Policial de Investigación (DPI) en la colonia Kennedy, alargando el tiempo para actuar eficazmente. Más bien les quitaron la hoja de denuncia. Después una patrulla policial solo fue a ver la casa donde sucedió el allanamiento, pero desde adentro del vehículo.
Familiares de Erika Valladares temen por su vida. Asimismo lamentan que la policía no ha hecho nada por dar con su paradero.