Comayagua, Honduras.- «No entiendo porque mi papá está aquí y no está con nosotros en la casa», expresó Yasmín Vijil de tan solo once años de edad, quien no pudo contener sus lágrimas al ver a su papá luego de diez meses de no poderlo ver ni abrazarlo.
«Me siento bien porque hoy por fin pude ver a mi papi, porque desde el tiempo que lo agarraron lo empezamos a extrañar, yo no sé, no entiendo porque lo tienen preso, pero sé que es inocente, porque mi papá es una persona decente y trabajadora, añadió.
Mientras que su esposa Teodora López, señaló que desde que detuvieron a su esposo la situación a empeorado, sus hijos medio comen, ya que quién llevaba el alimento a su hogar era su Jose Santos y al estar injustamente encarcelado, se les complicó la situación.
«Me siento mal de ver a mi esposo José preso, él no hizo las cosas por maldad, si no por la pobreza, él entró en recuperación de tierras por pobreza, y ya van sobre diez meses de no verlo, hoy por fin pude hacerlo y lo primero que expresó es que él se preocupa por sus hijos, que quedaron abandonados».
Añadió que «medio he alimentado a mis hijos, porque yo no tengo quien me ayude, ya que ellos son menores de edad. Aún preguntan por su padre y se aflijen.
José Santos es padre de cuatro hijos de 16,11, 9 y 7 años de edad, quien entró al proceso de recuperación de tierras para darle un futuro mejor a su familia.
El líder campesino está privado de su libertad acusado de desplazamiento forzado por estar en proceso de recuperación de una parcela de tierra, así mismo fue encarcelado el defensor indígenas lenca de La Paz Víctor Vázquez, acusado por el mismo delito, por el hecho de dar acompañamiento a la base campesina de la que Vijil es miembro.
Con este nuevo acto de criminalización que están siendo víctima el defensor de la tierra y el territorio Víctor Vásquez y José Santos Vigil, queda demostrado para qué y para quien fue creado el Nuevo Código Penal de la Impunidad, que desde un principio se sabía que era para favorecer a los corruptos y criminalizar a los defensores de derechos humanos y campesinos que alcen su voz en defensa de los mismos.
En Honduras defender la tierra, el agua y la vida es causa de persecución, criminalización, judicialización y hasta de asesinato.