Por: Sandra Rodríguez
Tegucigalpa, Honduras. – Guillermo Antonio Amador “el Gemelo” debió pasar 11 años en el exilio para volver al país, sin miedo a la persecución que emprendió en su contra la narcodictadura golpista.
El camino recorrido está marcado de persecución, ataques, privación de libertad, torturas, exilio y duelos a la distancia, que aún no ha reparado, ya que estar en su patria lo ponía en peligro.
“Volver a Honduras es bonito porque sé que el Gobierno me respalda y que tendré un poco de seguridad”, declaró Guillermo a www.defensoresenlinea.com, a pocas horas de reencontrarse con su hermano gemelo René, quien retornó a suelo hondureño, tras permanecer exiliado en España.
Hablar de los gemelos Amador, es recordar la serie de publicaciones invitando a la población a participar en la consulta popular denominada “Cuarta Urna”, y con ello el golpe de Estado, ejecutado el 28 de junio de 2009.
Guillermo era coordinador del Frente Estudiantil Acción Universitaria de la Universidad Pedagógica Nacional Gral. “Francisco Morazán”, y miembro del equipo de seguridad del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), tras el golpe de Estado, generando mucha inseguridad contra su vida.
El Dolor de un exilio es tan fuerte, que requiere tratamiento psicológico, el desarraigo es tan fuerte y la frustración a veces llega a ser tan fuerte que el exiliad@ le pasa por la mente buscar una vía «facil» y allí es donde nunca tenemos que llegar.
Es muy importante que se ocupen de buscar a cada exiliado Hondureño y por lo menos preguntarle como estás? Como te sentis?. Vari@s pasaron por la Argentina visitándonos y siempre estaré agradecido que Xiomara Castro de Zelaya, Gloria Oqueli asi como Gerardo Torres Zelaya, Katia Lara, Hedme Castro, Sandra Zambrano, Gladis Lanza, Berta Oliva y Berta Cáceres, mi gran amiga, y otros más llegaran con algo más que rosquillas o abrazos. Llegaron a decirnos ánimo, no los vamos a olvidar… POR FAVOR NO SE OLVIDEN DE LOS EXILIAD@S. Tomado del muro de Facebook de Guillermno Antonio Amador 29-04-2022
Entre muchas movilizaciones, el 30 de julio de 2009, fue víctima de torturas por parte de la policía y el Comando de Operaciones Especiales COBRA, que en ese momento dirigía Elder Madrid Guerra, y pese a las denuncias en su contra por violaciones a derechos humanos, llegó a ocupar el cargo de comisionado de la Policía Nacional, falleciendo en condición de retiro y en la impunidad en 2018.
Esa convocatoria en la salida al norte del Distrito Central, fue multitudinaria, Guillermo llegó a la aldea El Durazno, donde fue interceptado por el escuadrón COBRA junto a unas 60 personas más, “íbamos en dirección a la capital vía Comayagüela y fuimos interceptados por la policía”.
La persecución era por aire y tierra, tratando de huir por una gasolinera, saltaron un muro y cayeron en un taller, donde la policía no tuvo compasión de ellos, y se ensañaban con Guillermo y otro muchacho que lo llamaban “el peludo”.
“La policía COBRA nos acorraló junto a otros compañeros, estudiantes, sindicalistas y otras personas que nos acompañaron. Nos reprimieron, nos acostaron en el suelo, empezaron a golpearnos con los toletes…” es parte del relato de aquel 30 de julio que marcó a miles de hondureños, además por la muerte del profesor Roger Vallejo.
En la posta de la IV estación de Policía, en el barrio Belén, un agente le golpeó la espalda, ese daño le afectó el resto de la vida. No lo supo hasta que, en Argentina tuvo un accidente laboral.
Fueron defensoras del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), y otros miembros de la Plataforma de Derechos Humanos, conformada para el tiempo del Golpe de Estado, que abogaron para que los liberaran, rescatando a los menores de edad y a los más golpeados.
Guillermo afirma que esos policías los querían llevar en secreto a la comunidad de Zambrano, donde lo que existe es un batallón militar. Fue el pueblo que vigilaba desde todas partes y los periodistas que daban cobertura a las movilizaciones, que impidieron la consumación de ese crimen de lesa humanidad.
Pero la persecución continuó, hasta que debió irse de Honduras, con la ayuda del gobierno Venezolano, asistido por Costa Rica y Bolivia, pero fue en Argentina, donde llegó por su propio esfuerzo que logró estabilizarse con su familia, donde se ha dedicado a la cocina.
De los 11 años que tiene viviendo en Argentina, nueve y medio son bajo situación de refugiado y hoy volverá nuevamente a suelo hondureño, con cambios sociopolíticos que le permiten el reencuentro familiar, por lo que el COFADEH le da la bienvenida estrechando lazos de lucha fraterna para que su caso, presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), no quede en la impunidad.
COFADEH estima que más de 500 personas debieron huir del país ante la persecución política que desató el Golpe de Estado de 2009, aunque no fueron judicializados legalmente, el poder fáctico los hostigó hasta que se fueron.
Con la LEY PARA LA RECONSTRUCCIÓN DEL ESTADO CONSTITUCIONAL DE DERECHO Y PARA QUE LOS HECHOS NO SE REPITAN, publicada en el Diario Oficial La Gaceta 35,840 del 4 de febrero de 2022, más de 50 personas en el exilio pueden volver al país, como ya sucedió con el abogado Enrique Flores Lanza, Mauricio Sarmiento y Eduardo Urbina, quienes tenían porcesos judiciales pendientes.
