Tegucigalpa.
Por Marvin Palacios
Frente a atentados que han puesto en peligro la vida de las hijas de Berta Cáceres, (asesinada el 2 de marzo de 2016), aunado a campañas de desprestigio en redes sociales y la estigmatización del hijo de Olivia marcela Zúniga Cáceres, la familia de la dirigenta indígena; denunció en conferencia de prensa, en la sede del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), que se encuentra en grave riesgo y demandó la atención de los organismos defensores de derechos humanos.
“Estamos en un nivel de riesgo muy, muy grave y nos estamos enfrentando no a pequeños grupos de poder, sino a grupos verdaderamente poderosos, y que van a hacer todo por aniquilarnos y acabar con nosotras; y yo lo recalco, en este país se asesina también políticamente, sino se logra el asesinato físico, finalmente se asesina políticamente, como hicieron con mi madre y como han hecho con muchos líderes defensores de derechos humanos”, advirtió Olivia Marcela Zúniga Cáceres, candidata a diputada por el partido Libertad y Refundación (LIBRE).
Ahora están haciendo y siguiendo las mismas etapas contra la familia de Berta Cáceres y contra la familias del pueblo lenca, contra la gente de organizaciones que lideraba mi mamá, entonces por eso estamos alertando a la comunidad nacional e internacional y a los organismos defensores de los derechos humanos para que estén al tanto de esta situación, “porque exactamente se está siguiendo el mismo patrón que siguieron con nuestra madre, ya asesinada, Berta Cáceres”.
“Todo esto es un ataque por mi candidatura como diputada por el partido LIBRE y es un ataque que se agravó a partir del retiro del financiamiento del proyecto Agua Zarca”, aseguró Olivia Marcela.
Hoy estamos denunciando esta criminalización, esta persecución y esta campaña mediática que también sufrió Berta Cáceres antes de ser asesinada, subrayó.
En un comunicado distribuido a la prensa se expresa que se han colocado: “Manchas obscenas contra los murales dedicados a la memoria de Bertha Cáceres, ésto como parte de la campaña que hace apología del odio contra nuestra familia y la lucha por la defensa de los derechos humanos, realizados horas después de que la MACCIH pronunciara públicamente y de manera oficial que se encargarían de la investigación de actos de corrupción en torno al Proyecto Agua Zarca”.
Lo que ha ocurrido son actos de intimidación, son atentados y no como lo ha dejado entrever la Policía Nacional como actos indeterminados, dijo Olivia Marcela respecto al impacto de bala que recibió en el vidrio trasero de la patrulla que le brinda seguridad a ella y a su pequeño hijo, en un hecho acontecido días atrás.
“Creemos que el gobierno de Honduras cuenta con un gran apoyo económico para el tema de seguridad y no es posible que la Policía catalogue un acto intimidatorio como un incidente no determinado al igual como ocurrió con todos los atentados y situaciones intimidatorias que recibió mi mamá, hasta finalmente ser asesinada”, detalló la hija mayor de Berta Cáceres.
Contra la familia de Berta Cáceres se ha desatado campañas de odio e intimidación
El comunicado señala también que se han venido observando:.. “Seguimientos y chequeos permanentes a integrantes de la familia con vehículos polarizados tipo camionetas sin placas Penetración y robos a viviendas de 2 integrantes de la familia…”.
“…Expresiones de odio después de cada atentado por parte de turbas contratadas y vinculadas a los intereses de Proyectos extractivistas en el departamento de La Paz, como por ejemplo el acto de odio realizado el día 24 de julio, dirigidas por el señor Hernán Ventura, Cervando Gonzáles, Luis Benítez y Juan Evangelista López Vásquez…”.
Así también el…”Despliegue de call centers por las redes sociales para impulsar la campaña de odio y criminalización contra nuestra familia. Mensajes intimidatorios a través de las redes sociales contra integrantes de la familia en los que se lanzan amenazas a muerte”.
Olivia Marcela añadió que en relación a un video que circuló en las redes sociales en donde ella discute como una maestra, Olivia Marcela lo calificó como un elemento distractor. “Ese video se tomó el 10 de julio pero se publicó 11 días después, y se publica justamente el día en que se perpetra el atentando intimidatorio en la patrulla policial que se encontraba frente a mi casa y se lanza el video justamente en esos momentos en que se perpetra el atentado”.
Al respecto el comunicado apunta que ha existido:… Violación del derecho a la privacidad y la protección e identidad del hijo de Olivia Zúniga , que ha sido innecesaria y malintencionadamente expuesto a la discusión pública en un contexto de ataques a su madre y su familia…”
Olivia Marcela explicó que yo había puesto una queja a la maestra el 10 de julio, ya que mi hijo estaba siendo estigmatizado, rotulado y etiquetado, no por ser peleón o por ser malcriado como lo han manifestado en los medios de comunicación, sino por ser mi hijo y por ser nieto de Berta Cáceres.
Ante eso me dirigí a la dirección y estaba en una conversación tranquila, en donde el director dijo que ya no hallaba que hacer con la maestra, porque ya había tenido quejas de varios padres de familia debido a que una turba de madres a las que nosotros hemos catalogado como “mancha brava”, que son activistas del partido Nacional, estaban siempre, permanentemente adentro del aula de clases, desde que inició el periodo.
Y que la maestra que había faltado por mucho tiempo, siempre dejaba como responsables a los niños con estas madres. En el momento cuando yo estoy platicando con el director, irrumpió esta turba, lanzando carcajadas y burlándose de mí y haciendo expresiones como que les satisfacía que hubiesen asesinado a mi madre y que por eso las mataban, por quejarse de todo y por andar poniendo quejas de todo lo que pasaba en el país, que nunca están conformes con nada y que nosotras de todo nos quejábamos.
“Entonces yo estaba con mi hijo en ese momento, les pedí que me dejaran pasar al niño, que no quería que él viera los espectáculos, así que saqué al niño y lo mandé con su escolta para la casa de mi abuela y me quedé con ellas; y el video que ustedes ven, es la reacción mía ante los insultos y ante el hecho que me obstaculizaban la salida de la dirección, porque todos estos hechos se dieron frente al director”, detalló Olivia Marcela.
En ese momento el director les dijo a ellas que les restringía la entrada al centro educativo, porque no estaban autorizadas a ingresar a las aulas de clase. En ese momento después de ser atacada por la turba mientras yo esperaba una respuesta sensata por parte del director, me fui nuevamente ante la profesora a hacerle el reclamo, a decirle que por qué ella me estaba mandando turbas a atacarme, que eso no era ético ni profesional.
Pero sólo graban la parte final del video, como ven es un video editado, es un video en el que no salen las madres que están grabando y los medios de comunicación han sacado ese video haciendo ver como que yo estoy en contra de los maestros, cuando eso no es cierto, yo soy maestra e hija de dos maestros y toda mi familia son maestras y maestros y hemos luchado por sus derechos de manera incansable.
Con relación a estos hechos, la hija mayor de Berta Cáceres responsabilizó al régimen de Juan Orlando Hernández y a las estructuras criminales que conforman intereses extractivistas minero-energéticos de toda esta situación de persecución e intimidación que experimenta ella y sus familiares.
“No nos vamos a ir de este país, vamos a mantener la lucha hasta el final, vamos a seguir luchando por la justicia incansablemente; no importa lo que nos toque vivir a costa de esto, vamos a seguir luchando por la justicia para Berta Cáceres, porque Berta se lo merece.
Todos los miembros de la familia de Berta Cáceres, cuentan con medidas cautelares de protección dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), desde el 3 de marzo de 2016. Las medidas también se extienden para los miembros del COPINH.
En ese sentido la Secretaría de Seguridad brinda protección a Olivia Marcela y a otros miembros de su familia.
La procuradora de derechos humanos del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Mery Agurcia expresó que al comité le preocupa el cambio en los patrones de ataque contra los defensores, lo que indica que hay un proceso de reactivación de inteligencia y seguimiento a los defensores.
“Hemos observado que en los últimos meses los ataques dirigidos a los defensores, como el caso de Olivia Marcela (hija mayor de la dirigenta indígena Berta Cáceres) están siendo realizados en las casas de los defensores, antes podíamos ver esos ataques en la calle o en zonas aledañas a sus residencias, pero no en sus residencias”, manifestó Agurcia.
Agurcia indicó que después de la muerte de Berta Cáceres vemos que las casas de los defensores no son el sitio más seguro, y también observamos un aumento en la estigmatización hacia los defensores y otras formas de ataque como las utilizadas en redes sociales y la intención de vincular a los defensores con el narcotráfico, como ocurrió en noviembre del año pasado con la Vía Campesina, el COFADEH y Solidaridad Honduras.
“Posteriormente en el mes de marzo de 2017, hay un ataque de esa misma naturaleza contra el padre Ismael Moreno “sacerdote jesuita) , contra Salvador Zúniga de la Coordinadora Indígena del Poder Popular de Honduras (CINPH) y contra el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH)”, manifestó la procuradora de derechos humanos.
Agurcia apuntó que el uso de “turbas” como ha pasado en el caso de Olivia Marcela, no es el primer caso, ya ocurrió con los estudiantes en Catacamas y ocurrió en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras contra el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU).
“Entonces el estado está utilizando otras formas de ataque para borrar la huella de su participación”, afirmó.
La mesa principal durante la conferencia de prensa estuvo integrada por AustraBertha Flores, (madre de Berta Cáceres), Guadalupe Ruelas, director de Casa Alianza, Olivia Marcela Zúniga Cáceres, Gustavo Cáceres, Agustina Flores y Mery Agurcia del COFADEH.