Tegucigalpa
Por Riccy Ponce
La convocatoria de la convergencia contra el continuismo dio resultados, ya que miles de personas en la capital de la República participaron en la movilización popular y patriótica del 15 de septiembre. La movilización salió desde el final del bulevar Morazán y terminó en la Plaza del Parque Central, lugar donde se le dio lectura al manifiesto conjunto.
En la misma, participaron las organizaciones obreras como sindicatos, patronatos, miembros del Frente Nacional de Resistencia, la Alianza de Oposición, la Convergencia contra el Continuismo, estudiantes, defensores de derechos humanos y personas que se oponen al Gobierno de Juan Orlando Hernández.
No todo salió como estaba planeado ya que la movilización salió pacífica tal como era el plan, se disponían a llegar al punto de reunión mientras tanto aprovechaban para gritar la consignas fuera JOH.
Cuando habían pasado de las instalaciones de radio Globo, en un centro comercial había al menos unos 40 cobras y una tanqueta, lo que provocó la indignación de los participantes. Segundos después de forma salvaje las cobras comenzaron a atacar a los manifestantes con bomba lacrimógena y con chorros de agua.
Minutos más tarde la situación se calmó, pero los policías iban escoltando por detrás a los manifestantes, hasta el Parque Central, lugar donde se realizaron los actos, causando el terror entre los asistentes a la movilización.
En los carteles que llevaban los manifestantes se podían leer, Con la reelección es continuar controlando todos los Poderes del Estado en franca dictadura militar para imponer terror y un modelo de muerte. No a la reelección entre otros.
También se leían mensajes como quieren continuar partiendo el país en ciudades modelo para desmantelarlo y acabar de robárselo.
Los manifestantes en su recorrido hacia el parque central hicieron una parada en la sede del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) para observar los rostros de las víctimas del golpe de estado político-militar-empresarial y de la década de los 80.
En la concha acústica del parque central Juan Barahona, del Frente Nacional de Resistencia Popular, condenó el ataque macabro que cometió la policía al lanzar bombas lacrimógenas a los manifestantes.
“Condenamos la represión que fuimos objeto el día de hoy en esta movilización independentista, pacífica y patriota. La Policía Nacional nos ha reprimido, hemos sido siempre defensores de la Policía Nacional frente a la Policía Militar, pero esta policía sigue siendo sanguinaria, sigue siendo represora, sigue siendo enemiga del pueblo. Condenamos una actitud en esta movilización patriótica”, sostuvo el dirigente social.
El líder social del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares, STIBYS, Carlos H Reyes, habló en nombre de la Convergencia contra el Continuismo, espacio que se ha creado con la articulación de varias organizaciones y personas intelectuales del país.
“Sindicalistas, maestros a todos nos han querido asesinar. La historia también se da vuelta , somos convergencia contra el continuismo y tenemos como consigna: reelección es fraude, no al continuismo, porque no se trata una de una simple reelección si no de violar la constitución para continuar controlando todos los poderes del estado para imponer el terror y un modelo de muerte”.
Pero no solo sindicalistas se hicieron presentes también gran parte del pueblo hondureño y sobre todo los estudiantes universitarios que desde hace meses han levantado una lucha por las mejoras educativas y desde entonces han sido reprimidos, amenazados, criminalizados y judicializados. Ellos también expresaron su repudio a las políticas que aplica el actual gobierno en materia de derechos humanos y educativas.
“Como muestra de solidaridad reafirmando nuestro compromiso como estudiantes universitarios por la lucha contra el sistema capitalista y el modelo neoliberal, que arrasa contra nuestras garantías constitucionales y nuestros derechos, como son la educación y la salud pública”.
La situación se está poniendo difícil para todos los sectores que se pronuncia en contra del gobierno, donde son atacados de diferentes formas con el fin de paralizarlos en su lucha de oposición.
Los defensores de derechos humanos no se salva a este salvajismo implementado por el gobierno dictatorial Juan Orlando Hernández. Wilfredo Méndez del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH) habló en nombre de las personas que realizan la defensoría de los derechos humanos.
“No podemos tener independencia mientras haya niños que se acuestan sin comer, haya hombres y mujeres llorando porque no tiene nada que darles a sus hijos e hijas, pero lo más importante desde la óptica de los derechos humanos es luchar por las libertades y que esas libertades se conviertan en una vida para nuestros hijos e hijas, nietos y nietas y si hemos de morir en esa causa vamos a morir con dignidad”.
Olivia Zúñiga Cáceres, hija de la ambientalista y defensora de los derechos indígena y derechos humanos Berta Cáceres Flores, asesinada a inicio de marzo del año anterior, hizo un llamado al pueblo a seguir luchando para derrocar al gobierno autoritario de Juan Orlando Hernández.
“Tenemos que dar la batalla, no podemos cruzarnos de brazos, no podemos heredarles a nuestros hijos un país lleno de impunidad, de violencia y corrupción. Es el momento de sacarle el músculo a la dictadura, de sacarle el colmillo al a dictadura y para eso nos tenemos que ir a las calles, porque este pueblo le va a demostrar a Juan Orlando Hernández y su pandilla que es capaz de derrocarlo”.