Fueron 12 días de angustias, y a 37 años de su asesinato aún seguimos exigiendo justicia

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Por Riccy Ponce.

Tegucigalpa.- “Yo tenía 16 años cuando mi padre fue desaparecido un 17 de agosto de 1982, lo encontraron un 29 de agosto de ese mismo año. Fueron doce días de angustia porque mi mami anduvo buscándolo con otras personas y estuvieron 12 días de búsqueda continua, día y noche, hasta que lo encontraron en Concepción de María, en el sur de Honduras, en un lugar conocido como La Pintada”.

Así comenzó recordando Guadalupe Martínez, hija de Félix Martínez, estudiante universitario y dirigente sindical y Presidente de la Seccional número 1 del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (SITRAUNAH), secuestrado y posteriormente asesinado.

Guadalupe acudió al plantón que el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) realiza cada primer viernes de mes, desde hace 37 años.

Felix Martinez 12 agosto 1982Al observar las mantas con los rostros de los desaparecidos, que eran detenidas por los otros familiares, su rostro se llenó de lágrimas y su mente, lo más seguro, se inundaron de viejos recuerdos.

“Yo he admirado siempre el plantón que año con año y mes a mes realiza el Cofadeh, yo no me he manifestada de esa manera, pero he admirado a las madres, hijos, esposas que se han mantenido firmes durante años, hasta que realmente se aclare lo de los familiares desaparecidos”, expresó Guadalupe Martínez.

Junto a su familia guardan los traumas, el dolor y sufrimiento tras la detención, desaparición y posterior asesinato de su padre hace 36 años.

“Éramos 3 hermanos que pasamos dificultades porque no fuimos tratados en ningún momento por psicólogos, no recibimos ayudas de ninguna índole, mi mami sola, mis hermanas pequeñas, es muy duro recordar eso, es difícil recordar ese momento que uno no olvida”, siguió expresando.

Al mismo tiempo agregó que “Ya hace 36 años sin justicia, siempre hemos peleado por justicia y ahora creemos que tal vez a través de la justicia divina  puedan revelarse las cosas como son, y estamos con esa duda de quién fue, en donde lo tuvieron; ese daño quedó permanente en nuestras vida”.

Finalizó diciendo que a su padre se lo llevaron y lo asesinaron por sus ideas, ya que las ideas de mi padre eran de ayudar al pueblo.

En la década de los años ochentas, era muy común ver madres, esposas, hijas y hermanas hundidas en la desesperación,  cuando su familiar por tener ideas diferentes estaban encaminados a proteger al pueblo, para cambiar el país, ideales por los que el gobierno los perseguía.

A 37 años de esa época que muchos quieren olvidar, pero que las víctimas mantienen viva esa memoria de sus seres queridos como si hubiese sido ayer, que lloran al recordar sus seres amados, que exigen verdad y claman justicia.

Así como Félix Martínez y Eduardo Lanza fueron muchas las personas asesinadas  y desaparecidas. El COFADEH registra 184 desapariciones sin contar las que quedaron en la clandestinidad, porque su familia no quiso denunciar.

Félix Martínez fue secuestrado junto a Eduardo Lanza y fue encontrado con 69 puñaladas en todo su cuerpo, menos en su rostro, y Eduardo fue desaparecido.

Guadalupe Martínez quien en ese entonces tenía 16 años, aún llora al recordar lo que vivieron en la búsqueda de su padre.

Nunca se supo quién mandó a asesinar a Félix Martínez y a desaparecer a Eduardo Lanza, lo que si se supo fue como se ejecutó el crimen de lesa humanidad.

Los organismos involucrados en esta represión selectiva fueron la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI), sección de investigación de la Fuerza de Seguridad Pública (FUSEP), unidad especializada del ejército, que estaba al mando del general Gustavo Álvarez Martínez. También estaba involucrada en la represión, la División de Investigaciones Especiales (DIES), también conocida como Batallón 3-16, unidad de inteligencia militar encargada de ejecutar los secuestros, torturas y asesinatos de activistas de izquierda.