Tegucigalpa.- Una jornada de oración y actos culturales se desarrolló frente a la embajada de los Estados Unidos en Tegucigalpa, denominada “Vigilia Ecuménica por los presos y perseguidos políticos en Honduras”.
En la actividad, organizada por la Convergencia contra el Continuismo y el Comité por la Liberación de los Presos Políticos, participó una delegación religiosa internacional de Estados Unidos conformada por unas de 75 personas, entre líderes y lideresas religiosas y defensores de los derechos de las personas migrantes.
La delegación internacional, que finaliza su visita al país el domingo 24 de marzo, visitó distintas regiones, donde conocieron la realidad que enfrentan las comunidades a las industrias extractivas y a las violaciones de derechos humanos, que están obligando a las personas a huir de sus hogares y del país.
La delegación internacional, que acompañó en la vigilia ecuménica a la Convergencia contra el Continuismo y el Comité por la Liberación de los Presos Políticos, escuchó testimonios de las personas que han sido víctimas de violaciones a los derechos humanos por el régimen de Juan Orlando Hernández.
La crisis política post electoral de 2017 dejó al menos 30 personas asesinadas por las fuerzas de seguridad del Estado y al menos 175 criminalizados, de los cuales tres aún permanecen privados de libertad.
La vigilia comenzó a eso de las 6:30 de la tarde con actuaciones artísticas, como la cantante Karla Lara, el grupo de la Iglesia Ágape y el poeta y pintor Roger Robelo, para luego darle paso al acto religioso que estuvo a cargo del padre jesuita Ismael Moreno y del pastor de la Iglesia Ágape, David del Cid.
“Invocamos por nuestros hermanos que están privados de libertad por su compromiso con la justicia aquí en Honduras y por eso gritamos con más fuerza libertad para los presos políticos”, señaló el padre jesuita Ismael Moreno.
Los asistentes se hicieron acompañar con velas encendidas, incienso, con pancartas exigiendo la libertad de los presos políticos, principalmente de Raúl Álvarez, Edwin Espinal y Gustavo Cáceres, únicos que aún permanecen privados de libertad en la cárcel de máxima seguridad conocida como La Tolva y en el centro penal de El Progreso, respectivamente.
En las mantas y carteles se podían leer mensajes como “Libertad para los presos políticos”, “En Solidaridad con los defensores”, “Protejamos el agua, la tierra y la comunidad”, “Libertad Ya”, entre otros.
Asimismo al unísono, y con música de fondo que proclama la lucha de los pueblos, se escuchaban las consignas de exigencia de justicia y repudio al gobierno de Juan Orlando Hernández por violentar los derechos humanos de las personas que se manifiestan en contra de su régimen.
En su intervención el padre Ismael Moreno expresó que “yo estoy aquí para exigir que salga ese régimen usurpador y estoy feliz de estar con ustedes porque me siento parte de la comunidad de la rebeldía hondureña”.
Añadió “me siento más hermano de los que son parte de la Iglesia Evangélica que están aquí, que de un montón de católicos y católicas de que no me siento identificado”.
Por su parte la coordinadora del Comité de familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) y miembra de la coordinación general de la Convergencia contra el Continuismo señaló “estamos aquí para decirle al gobierno de los Estados Unidos que cese el apoyo económico para seguridad y defensa, porque en el país lo que menos tenemos es seguridad y defensa”.
Agregó la defensora de los derechos humanos que no queremos más militarización porque solo nos dejan más dolor.
Asimismo sostuvo que habían llegado hasta ese lugar para protestar porque “la dictadura de Juan Orlando Hernández se ha consolidado por la determinación del gobierno de Estados Unidos con nuestro país”.
La Reverenda Deborah Lee, Directora Ejecutiva del Movimiento Inter religioso para la Integridad Humana, comenzó su intervención con el grito “el pueblo unido, jamás será vencido”.
Seguidamente indicó que es una fuerza grande la que ustedes tienen aquí en la calle, en los campos, que hay en los valles y en las montañas; nos han inspirado y vamos a llevar un mensaje fuerte a nuestro Gobierno”.
Añadió que “estamos aquí para aprender del pueblo y no de lo que dice el Gobierno; estamos aquí para escuchar sus historias y sus testimonios, las que vamos a llevar a los líderes de nuestro Gobierno porque juntos a su lado podemos amplificar sus voces allá en los Estados Unidos”.
Expresó su solidaridad con el pueblo hondureño que está sufriendo por la violencia económica, la violencia política, la militar y la violencia de la destrucción y el robo de sus territorios, de sus ríos y su bienestar.
Tenemos el compromiso de estar con ustedes, finalizó diciendo la religiosa.