Fraude electoral enardece a la población hondureña

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Tegucigalpa.

Por Sandra Rodríguez
Ante las pretensiones del continuismo presidencial de Juan Orlando Hernández, el pueblo hondureño ha salido a las calles a defender su voto.

Las protestas sociales se han dado a lo largo del día en diferentes ciudades del país, y en su mayoría es población joven.

Los y las manifestantes tienen clara su lucha «que se respete la voluntad del pueblo» quien dijo a través de las urnas, el pasado domingo 26, «No al continuismo».

Heriberto Ramírez, miembro de la red de defensores de derechos humanos de El Paraíso, afirmó que nadie los va a sacar de las calles, pese a las amenazas y ataques de la policía y ejército.

Anoche iniciaron los ataques con gases lacrimógenos y químicos irritantes, cuándo centenares de hondureños se apostaron frente al Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP), en Tegucigalpa, lugar dónde se lleva el conteo de las actas electorales.

En las primeras tendencias emitidas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ocho horas después del cierre del proceso, daba ventaja al candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla.

Pero 72 horas después, sin emitir otro pronunciamiento sobre quien el presidente electo, Juan Orlando Hernández empezó a subir votos, llegando a un empate técnico a eso de las siete de la noche de ayer, y después superando levemente a Nasralla.

Esa lentitud del TSE ha sido calificada como » irresponsable», según pronunciamiento del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), la Unión Europea, redes de defensores de DDHH y otros organismos nacionales e internacionales.

Por lo que «ya no nos vamos a quedar en la casa, vamos a defender nuestro voto, y no andamos por colores políticos, sino por amor a la patria», afirmó una joven, originaria de Copán, al occidente de Honduras, que viajo esta madrugada para estar en Tegucigalpa.

Bajo un cielo gris que avisara lluvia, aire denso por el humo de llantas quemadas y gases, y viento que aliviana el olor a los químicos lanzados por los uniformados, el pueblo permanece en las calles, haciendo actual el pensamiento de profesor, detenido desaparecido en 1982, Tomás Nativí «En las calles está el poder».