FIDH: Recuento acta por acta en Honduras es la única garantía para evitar fraudes

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Tegucigalpa – Paris, 30 de noviembre de 2017.- La FIDH manifiesta su preocupación ante los acontecimientos vividos en Honduras tras las elecciones presidenciales, municipales y legislativas celebradas el día 26 de noviembre cuyos resultados definitivos, todavía inciertos, han abierto una crisis política en el país.

La polémica inició el pasado lunes con la publicación de las primeras informaciones de escrutinio por el Tribunal Supremo Electoral. Estos datos, correspondientes al recuento del 57 % de las mesas electorales, arrojaron un resultado favorable al líder de la oposición, Salvador Nasralla (45,17 %), quién, según el recuento, se impondría al actual presidente Juan Orlando Hernández (40,21 %). Tras ello, el órgano notificó que los resultados finales serían publicados el jueves.

Es inhabitual que el Tribunal Supremo Electoral no haya publicado resultados parciales permitiendo declarar un vencedor la misma noche de los comicios. Resulta extraño que este órgano decidiera posponer de cuatro días la comunicación de los resultados finales de las elecciones. Esto ha generado dudas acerca de la posible alteración fraudulenta de los resultados.

Esta situación se ha visto agravada por la interrupción durante 5 horas de la transmisión de los resultados del conteo, dando antes de esta a Salvador Nasralla ganador y luego de ella a Juan Orlando Hernández. También existen múltiples reportes que informan de serias irregularidades respecto de las actas, algunas habrían inclusive sido modificadas.

A pesar de las informaciones parciales publicadas por el TSE, el actual Presidente Juan Orlando Hernández no dudó en declararse inmediatamente vencedor de los comicios, al tiempo que miembros de su partido realizaban llamamientos a sus seguidores para salir a las calles y defender el resultado, todavía desconocido.

La FIDH recuerda que la candidatura del Presidente JOH es inconstitucional pues fue autorizada por una decisión de la Corte Suprema sumamente cuestionable. Este Tribunal interpretó que a pesar de la prohibición explícita para la reelección recogida en la Constitución hondureña de 1982 como garantía máxima del principio democrático, ello entraba en contradicción con el derecho de todo ciudadano a presentarse a unas elecciones, autorizando así a Juan Orlando Hernández a concurrir de nuevo para su reelección. Recordamos también que una de las bases principales del golpe de Estado llevado a cabo por el Partido Nacional en 2009 contra Manuel Zelaya fue la voluntad de este de celebrar un referéndum sobre la posible eliminación de esa interdicción.

Desde la FIDH expresamos nuestra más seria preocupación por la incapacidad del Tribunal Supremo Electoral de cumplir con las exigencias que permitan garantizar la máxima transparencia en el proceso de recuento, así como por el retraso de cuatro días en la publicación de los datos definitivos, que hace dudar del resultado de las elecciones.

Por estas razones solicitamos que se realice un recuento acta por acta que permita asegurar que no ha habido alteración fraudulenta de los resultados. Junto a ello, pedimos a las misiones electorales de la Unión Europea y a de la Organización de los Estados Americanos que apoyen esta medida y que se abstengan de reconocer como válidos los resultados hasta que se pueda garantizar que las elecciones se celebraron de manera transparente.

Finalmente, la FIDH urge a que se respete el derecho a la protesta pacífica, en el contexto de información recibida según la cual anoche se habría reprimido una manifestación en Tegucigalpa. La FIDH seguirá vigilante y en comunicación con sus organizaciones miembro y socios en Honduras para las actividades de denuncia que correspondan.