Familia de Erick Peralta exige justicia

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Riccy Ponce.

Tegucigalpa.- Erik Peralta de 38 años salía de trabajar del punto de taxis de La Granja en la Capital, y  regresaba a su casa  para guardar la unidad que conducía, cuando se encontró con una movilización en su colonia, se bajó del carro para pedirles permiso de  pasar, cuando  en eso se escucharon disparos, Policías Militares disparaban contra las personas que se manifestaban en contra de la privatización de la salud y la educación.

Erik solo quería llegar a su casa a descansar después de un largo día de trabajo en su taxi,  pero  una bala disparada por militares le penetró por el lado izquierdo a la altura del estómago, fue trasladado al Hospital Escuela donde horas después falleció.

A 18 días de haber enterrado a Erik, su hermana Diana Rodríguez,  expresa  la tristeza en su rostro por la falta que de su pariente, “desde el asesinato de mi hermano se siente feo,  horrible, porque siempre nos reuníamos todos y hace falta  el espacio de él, un espacio vacío dejó en nuestro hogar y corazón, por ejemplo los niños siempre  lo esperaban,  ellos dicen mi papá no está, mi papá no va a venir, mi papá está solo en el cementerio”.

“Lo mismo mi mamá, él acostumbraba a llevar a mi mamá a desayunar,  él llegaba al trabajo de mi mamá en la mañana, él siempre la saludaba, la primera llamada siempre que se levantaba era para mí mamá, es una cosa horrible, es un vacío que nadie lo puede llenar”, añadió.

Asimismo dijo que Erik era una persona alegre, de buen corazón, no se metía con nadie, nunca tuvo problemas con nadie, era una buena persona, el día de su velorio se llenó, a Erik lo lloraron niños,  viejos y jóvenes.

Por su parte la madre de Erik, Sonia Mendoza, dijo que en su casa hay un espacio vacío, que es el de su hijo asesinado el pasado 19 de junio a manos de militares, le hace mucha falta.

“Me siento muy mal que me hayan quitado a mi hijo, me quitaron una parte de mi corazón,   Erik era un buen hijo, excelente conmigo, cada mañana me preguntaba cómo estaba, que si no estaba enferma  y yo le decía que estoy bien.  Y ahora me da no sé qué ver a mis nietos desamparados, me dan hasta ganas de llorar”.

“Me dicen nos hace falta mi papi abuela, nos hace falta bastante, porque cuando nos íbamos  para la escuela él regresaba a ver si andábamos en la escuela para llevarlos a la casa, les traía la comida”, finalizó doña Sonia con su voz entre cortada.

Su familia demanda justicia por este hecho, “exigimos justicia, que se aclare todo, porque sí fue un asesinato, y fueron los militares que le dispararon a Erik. Él venía ya de su trabajo a guardar su taxi, ya venía a acostarse cuando le agarró la manifestación en la calle, él se bajó para pedir permiso y en ese momento llegaron los militares, se bajaron de los camiones y ellos comenzaron a disparar a diestra y siniestra contra la multitud de la gente”.

Cabe señalar que solo el día 19 de junio en la Capital, 21 personas ingresaron al Hospital Escuela,  de las que dos fallecieron en ese centro asistencial, una de ellas era Erik Peralta, pero se estima que ese día hubo más personas heridas y que por temor no acudieron a ese centro asistencial.

Estos hechos de brutal represión se dieron entre el miércoles  19 y el jueves 20 de junio, cuando el pueblo se auto convocó a las calles a defender la salud y la educación, mientras las Fuerzas Especiales de Seguridad de la Policía Nacional se declaraba de brazos caídos.

El gobierno ilegitimo de Juan Orlando Hernández convocó al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, donde resolvió darle seguridad de la ciudadanía a los militares, de quienes se sabe que no pueden manejar conflictos, porque han sido preparados para matar, tal como lo dejaron claro durante los días 19 y 20 de junio.