Tegucigalpa, Honduras. – Este jueves 29 de nociembre el Tribunal de Sentencia de la Sala uno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), determinó que siete de los ocho primeros acusados son responsables del asesinato de Berta Cáceres Flores, y cuatro por el atentado contra el defensor de Gustavo Castro.
Pese a que hubo condena no hay justicia, faltan los autores intelectuales, ha afirmado las hijas de Berta Cáceres: Olivia, Berta y Laura, y el abogado Víctor Fernández integrante del equipo acusador privado, que el 20 de octubre pasado fueron separados del caso, por decisión del Tribunal.
Se encontró culpable a Edilson Atilio Duarte Meza, Elvin Heriberto Rápalo Orellana, Henrry Javier Hernández, Oscar Aroldo Torres Velásquez, Mariano Díaz Chávez, militar activo al momento del asesinato; Douglas Geovanny Bustillo, exjefe de seguridad de la empresa Desarrollo Energético S.A. (DESA); Sergio Ramón Rodríguez Orellana Gerente del área social, ambiental y de comunicaciones de DESA. Y fue absuelto Emerson Duarte Meza (gemelo de Edilson).
Emerson deberá ser liberado luego de los trámites correspondientes, mientras que los demás continuarán con prisión preventiva. El 10 de enero del 2019 se dará lectura a la individualización de la pena.
Cáceres Flores era cofundadora y dirigente hasta el día del crimen, del Consejo de Organizaciones Populares Indígenas de Honduras (COPINH), y según el sitio web http://berta.copinh.org/ desde hace varios años se le daba seguimiento a Bertita, por defender los bienes comunes de la naturaleza, específicamente el Río Gualcarque, en Intibucá, donde se pretendía la construcción del Proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca (PHAZ), de la empresa DESA.
Parte de las reacciones de Olivia Zúniga Cáceres, es que “no nos sentimos satisfechas ni alegres de que a alguien lo encarcelen por el dolor que eso le puede causar a su familia, porque no hemos exigido venganza, porque no somos asesinos igual que ellos”.
Agregó que, somos personas que simple y sencillamente lo que exigimos es justicia en un país con tanta impunidad, y consideramos que hacer justicia para Berta, no sólo es hacer justicia para ella, para nuestra familia y para el COPINH, significa hacer justicia para todo el pueblo hondureño, para toda la humanidad entera y todos los ambientalistas que han muerto y han dado su vida en defensa de la madre tierra.
No queremos venganza, seguimos aquí después de tanto tiempo que hemos sufrido la persecución de esta empresa criminal, terrorista, que no debe nunca más operar en ningún lado del planeta.
Y aquí están los perros cobardes enviados a infiltrar al COPINH, a perseguir a mi mami, a acosarla a hostigarla, a criminalizarla, y para eso también se usó al Estado, la institucionalidad pública, el gobierno de este país actuó como un lacayo de la familia poderosa Atala Zablah, y por eso aquí estamos una vez más, exigiendo castigo para Berta y sobre todo castigo para los autores intelectuales, expresó Olivia a medios de comunicación y a través de su cuenta en la red social Facebook.
Agregó, porque es fácil castigar a pobres, pero nosotras queremos ver que esta justicia de Honduras llegue a los autores intelectuales, a esos banqueros, a esos accionistas de esa empresa, que asesinaron a Berta Cáceres de una manera cobarde, vil y que ahora nos arrebataron y nos privaron de nuestra madre, esa vida no se repone ni se repara con nada.
Una vida de un ser humanos no se repone con nada absolutamente, ni aun así los condenaran a mil años de cárcel.
“Miserable es el que ordena como el que ejecuta un asesinato, en este caso” Olivia Marcela Zúniga Cáceres.
Si algo le sucede a la familia de Berta, al COPINH o abogados acusadores privados, que pertenecen al Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), es responsabilidad de DESA, denunció la también diputada e hija mayor de Cáceres y el defensor de derechos humanos Salvador Zúniga.
Además, que se sienten impotentes porque no se ha seguido una línea de investigación contra los autores intelectuales y eso les preocupa por que la justicia para Berta está en peligro.
Crimen con alevosía y pagado
La justicia debe estar de lado de la verdad, expuso la familia de Berta Cáceres tras escuchar el veredicto del Tribunal. En la cauda también se busca justicia para el mexicano Gustavo Castro, de la organización Amigos de la Tierra, quien la noche del crimen estaba hospedado en la vasa de la lideresa del COPINH, previo a la participación en una conferencia ambientalista en Honduras.
Víctor Fernández, en una conferencia de prensa ofrecida a eso de las cinco de la tarde, en las afueras de la CSJ, resaltó que el Tribunal reconoció que el crimen fue bajo dos supuestos: alevosía (planificación que asegura la ejecución del hecho) y que eol crimen se cometió por pago o recompensa que cometió el perosnal de la empresa DESA.
Mientras que, para familia de Berta Cáceres, el fallo del primer juicio no complace sus expectativas y reiteró la denuncia de a ver sido excluidos de manera sistemática, que perpetua la impunidad, según el comunicado leído por Bertha Isabel y Laura Zúniga Cáceres.
Afirmaron que no terminan la lucha, por el contrario, se prolonga su esfuerzo y se comprometen a seguir enfrentando como lo hizo Berta Cáceres.
Parte del comunicado de la familia de Berta Cáceres Flores, el COPINH, Gustavo Castro y los equipos legales de la causa ante el fallo que juzga a Sergio Rodríguez, Mariano Díaz, Douglas Bustillo, Elvin Heriberto Rápalo, Edilson Duarte, Oscar Haroldo Torres y Emerson Duarte.
“Este fallo que se ha pronunciado en la Sala I del Tribunal de Sentencia que condena al grupo sicarial y a la estructura intermedia relacionada directamente la empresa DESA no significa que se ha alcanzado justicia”.
Mientras que, las estructuras y las personas que dieron el dinero para que estos criminales asesinaran a Berta Cáceres, siguen gozando de la libertad y de la posibilidad de seguir desarrollando crímenes como este de manera impune.
Fernández se refirió, en cuanto a Emerson Duarte, hoy el Tribunal y el mismo MP reconoció que tenerlo preso era un abuso. Nosotros veníamos diciendo desde hace dos años, que había al menos una persona que no tenía nada que ver con el asesinato de Cáceres, y los otros siete son responsables a título de autores.