Tegucigalpa.- La Convergencia Contra el Continuismo (CCC) y el Comité por la Liberación de los Presos Políticos, junto a familiares y criminalizados, exigieron hoy la libertad de los privados de libertad por razones políticas y que se cierren los expedientes penales antes del proceso electoral del 14 de marzo del año en curso.
La demanda la hicieron mediante una conferencia de prensa que se realizó frente al Ministerio Público de Tegucigalpa, durante un plantón-ayuno que realizan en ese lugar para exigir la libertad de los presos píticos.
Después de las elecciones generales de 2017, miles de hondureños salieron a las calles a levantar la voz contra el fraude, la reelección ilegal de Juan Orlando Hernández y exigir justicia por los compatriotas que estaban cayendo asesinados durante las protestas.
Al menos 178 ciudadanos y ciudadanas con vocación democrática son sujetos de prolongados procesos penales ilegítimos, expresaron los demandante en la conferencia de prensa.
También señalaron que durante ese período los militares salieron a las calles a reprimir manifestantes y elaborar perfiles de los liderazgos operativos de las protestas.
Esos ataques, que se realizaron en el marco de la suspensión de garantías constitucionales, dejaron al menos 24 manifestantes asesinados, 14 fueron víctimas de asesinatos selectivos, más de 200 resultaron heridos y 1,675 detenidos, incluso menores de edad.
También demandaron que se desista del uso del derecho penal para criminalizar el ejercicio legítimo de la libertad de expresión y la libre manifestación, y que se reconozca la importancia de la legitimidad del derecho a la protesta y al ejercicio de los derechos garantizados en el artículo 3 constitucional.
En la conferencia de prensa, así como en el plantón-ayuno, participaron representantes de la CCC, miembros del Comité por la Liberación por los Presos Políticos, familiares y criminalizados por razones políticas.
En los centros penales del país se contabiliza al menos 10 personas privadas de libertad por razones políticas. Una se encuentra presa en el centro penal de Choluteca, otro en Tegucigalpa, siete en el Penal de Olanchito y uno en el Penal de La Ceiba.