Excoronel salvadoreño condenado a 133 años de cárcel por asesinato de jesuitas españoles

El excoronel y exviceministro de Seguridad Pública de El Salvador, Inocente Montano, fue declarado responsable de los asesinatos de cinco jesuitas españoles en 1989.

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Foto de archivo de 1989. Inocente Orlando Montano (segundo de la derecha).

La Justicia española condenó este viernes (11.09.2020) a 133 años y cuatro meses de cárcel al excoronel salvadoreño Inocente Montano por el asesinato de cinco jesuitas españoles en San Salvador en 1989, donde también murieron un religoso y dos colaboradoras salvadoreñas.

El tribunal de la Audiencia Nacional de Madrid, que juzgó al exmilitar entre junio y julio, lo consideró «autor de cinco delitos de asesinato de carácter terrorista» por esos hechos ocurridos en la Universidad Centroamericana (UCA), en el marco de la guerra civil del país centroamericano (1980-1992).

Máximo de 30 años de cumplimiento efectivo de la condena

Por cada uno de estos delitos, el tribunal estableció una pena de 26 años y ocho meses, lo que suma 133 años y cuatro meses. Sin embargo, el tribunal estableció un máximo de 30 años de cumplimiento efectivo de la condena, un período al que habrá que restarle el tiempo que lleva en prisión provisional, desde 2017, año de su extradición.

En su sentencia, recurrible ante el Tribunal Supremo, los magistrados también lo consideran responsable de los otros tres asesinatos ocurridos contra otro religioso salvadoreño, una empleada de la orden y su hija. Sin embargo, no pudieron condenarlo por estos hechos al no haber sido extraditado por Estados Unidos por esos crímenes.

Orden religiosa, intermediaria en conversaciones de paz

En medio de una ofensiva guerrillera sobre la capital San Salvador, el 16 de noviembre de 1989, efectivos del ahora proscrito batallón militar Atlacatl asesinaron a los religiosos.

Las víctimas fueron el hispanosalvadoreño Ignacio Ellacuría (rector de la UCA), los españoles Ignacio Martín Baró (vicerrector), Segundo Montes, Amando López y Juan Ramón Moreno, el salvadoreño Joaquín López, la cocinera Elba Ramos y su hija Celina.

En esa época, la orden religiosa, en especial Ignacio Ellacuría, estaba ejerciendo de intermediario entre el gobierno y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional para encauzar unas negociaciones de paz.

Eso, según el comunicado de la Audiencia Nacional, «les granjeó la enemistad de la extrema derecha, quien temía que en la negociación se les privase de sus privilegios».

Montano negó dar orden de matanza

El tribunal considera probado que los «ocho asesinatos fueron urdidos, planeados y ordenados por los Miembros del Alto Mando de las Fuerzas Armadas, órgano al que pertenecía Inocente Orlando Montano en su condición de viceministro de Seguridad Pública», indicó en un comunicado. Junto a otros cuatro integrantes de ese grupo, Montano «transmitió la orden de realizar las ejecuciones».

Durante el juicio, en el que compareció en silla de ruedas y con mascarilla, el coronel aseguró que no había participado en ninguna reunión «en la cual se diera la orden de matar a los curas».

La guerra civil en El Salvador concluyó con un acuerdo de paz mediado por la ONU entre el gobierno y el FMLN, tras dejar más de 75.000 muertos y 7.000 desaparecidos. (Tomado de www.dw.com)