ESTADOS UNIDOS SENTENCIÓ A SU NARCO Y HONDURAS CELEBRÓ 15 AÑOS DE RESISTENCIA A SU GOLPISMO CORRUPTO

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Son de esas extrañas coincidencias, que sólo ocurren raramente. Justamente el día mundial de lucha contra las drogas, el poder judicial estadounidense leyó la sentencia de 30 años de cárcel a JOH por uno de los tres delitos de tráfico de cocaína.

Ese día, en la corte federal de Nueva York, el hondureño utilizado para impedir la derrota moral del golpe en 2013 y 2017, intentó darse un baño de inocencia durante una perorata interrumpida cuatro veces por el juez.

Al final, Kevin Castel dijo al sentenciado que su pena es un mensaje contra los narcos elegantes, los manipuladores de doble cara, que fingen estar obstaculizando las operaciones de los carteles cuando realmente las están facilitando.

Castel hablaba precisamente a JOH, frente a JOH, sobre JOH, porque utilizó a sus hermanos para hacer el trabajo sucio y utilizó el Estado de Honduras para su beneficio personal, de clan.

Esta es una sentencia por narcotráfico, le dijo el juez al sentenciado, indicándole que utilizó las instituciones públicas para mover 400 mil toneladas de cocaína y utilizó un enjambre de identidades locales, incluyendo maras asesinas, para realizar los crímenes desde el poder.

Comparando la sentencia a su hermano Tonny – una cadena perpetua, 30 años adicionales y 150 millones de dólares de multa –, los 45 años de prisión a JOH dejaron la duda sobre una negociación de último momento con la Fiscalía, que pidió la pena mínima igual que la defensa.

Siendo la pena menor aplicada al líder de la conspiración de Estado, las posibilidades de reducir sus años de cárcel son escasas, sinceramente.

Igual que sucedió con Callejas en el imaginario de la manada azul que ama a sus caciques, Hernández no tiene ningún chance de regresar a participar heroico en ninguna elección presidencial. Olvídenlo.

Después de la culpabilidad del ex presidente Callejas en 2015 por traficar con derechos de transmisiones de futbol y recibir coimas de la FIFA, Estados Unidos lo engrilletó y lo devolvió a su familia en El Hatillo convertido en cadáver en 2020, a los 76 años.

Juan Orlando Hernández, a pesar de su negociación en la cual seguramente ha entregado a líderes locales de la mafia financiera, militar y empresarial, no tiene posibilidades de regresar con ánimo de postularse contra la resistencia.

Decimos eso por la broma que hizo ayer el ex presidente Manuel Zelaya durante la conmemoración de los 15 años del golpe de Estado de 2009, en el Instituto Central Vicente Cáceres. Mel fue precisamente el único actor político en denunciar la negociación de JOH con sus captores.

La otra coincidencia, además de los 30 años por traficar cocaína el mismo día mundial anti narcóticos, es la pena mínima de 15 años por la posesión y uso de armas de guerra, que coincide con los 15 años del golpismo utilizados por las estructuras de JOH para traficar y robar.

La investigación y castigo de la corrupción pública que generó tu conspiración en Honduras es una responsabilidad que atañe a los hondureños, le dijo Castel a JOH. Yo te condeno por narcotráfico.

De hecho, coincidiendo con el aniversario del golpe, la fiscalía general en Tegucigalpa comunicó públicamente el impulso de sendos expedientes investigativos a Hernández y su círculo familiar, por actos de corrupción.

Llueve copioso sobre Tegucigalpa, las fuerzas del fascismo de derecha ladran contra el Foro de Säo Paolo, el grupo de Lima reactiva 10 estados títeres de Washington contra la CELAC Social, y la mara 18 asesina en Tatumbla a cinco jóvenes capitalinos que se mudarían a territorio prohibido.

La memoria de los mártires – de todos los mártires, sin exclusiones de memorias como sugieren los celos particulares – están presentes a 15 años del evento violento más reciente de nuestra historia.

El parte-aguas de 2009 es, sin duda, el acontecimiento que señala a Romeo, Goriletti, la doña falsificadora de firmas, su cartel de terrorismo mediático, el cardenal de las cadenas, John Kelly, Kubinski, Fulton, el CEAL y la mafia de Miami, como responsables entre otros de romper el orden constitucional en Honduras.

En la actualidad, con la cabeza sembrada en Brooklyn, pero su cuerpo en Teguz, el animal del crimen organizado intenta reactivar sus fechorías creando condiciones de subversión frente a un pueblo que comienza a reconstruir su esperanza y a perder el miedo nuevamente.

Ni anécdotas ni romanticismo, la batalla de resistencia está trazada. Y si volviese a ocurrir un quiebre lento, blando e inducido por las agencias del mal, que se aprovechan de las debilidades internas, el pueblo debe estar alerta y volver a sacar sus garras.

Este no es tiempo para distraernos. Sigamos de frente, con todo.

Buenas noches