Tegucigalpa.- El lunes 12 de junio en la emblemática ciudad de El Progreso, gestora de las luchas del movimiento obrero, el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, a través del Secretario de la Presidencia, Rodolfo Pastor de María y Campos, reconoció públicamente la responsabilidad del estado en el asesinato del maestro y miembro del partido Comunista de Honduras (PCH), Herminio Deras García, ejecutado por agentes del estado en 1983.
Este día por instrucción de la presidenta Xiomara Castro, estamos aquí para reivindicar la memoria y el legado de Herminio Deras García, maestro de profesión, político del Partido Comunista de Honduras (PCH), asesor de diversos sindicatos de la costa norte del país que además fue un hombre altamente comprometido con sus ideales, los cuales plasmó en el periódico Vanguardia Revolucionaria y que en el momento de su muerte era el Secretario Segundo General del Partido Comunista, expuso el funcionario.
Herminio Deras fue interceptado en un operativo del Batallón de Inteligencia 3-16 la madrugada del 29 de enero de 1983 en San Pedro Sula, específicamente en el Barrio Las Flores.
El operativo fue ordenado con el objetivo de detener y poner bajo disposición de las fuerzas de seguridad a un terrorista. El teniente Marco Tulio Regalado era el encargado de ejecutar dicha misión, que culminó con el asesinato a disparos de Herminio. El Batallón 3-16 fue conocido posteriormente como uno de los “escuadrones de la muerte”.
Los integrantes de dicho cuerpo de seguridad estaban entrenados en actividades de contrainsurgencia para luchar contra una supuesta amenaza comunista, por lo que es fundamental y prioritario externar “que lamentamos profundamente los hechos ocurridos como resultado de que en Honduras ha existido un patrón de desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas militares en el marco ideológico de la nefasta Doctrina de la Seguridad Nacional de la década de 1980”, recalcó el funcionario.
Esta fue sin duda una década oscura para nuestro país que significa sangre, represión y muerte y que impactó en toda la sociedad hondureña y específicamente en Herminio y su familia, antes, durante y después de su muerte, al igual que en un núcleo de 17 miembros de la familia Deras García, que sufrieron detenciones arbitrarias, exilios forzados y torturas, entre otros, por más de 30 años, explicó Pastor de María y Campos.
El ministro de la Presidencia lamentó que durante años los reclamos de los familiares fueron ignorados por los tribunales de justicia y que transcurrieran 15 años hasta que el Ministerio Público librara requerimiento fiscal en contra de 3 miembros del Batallón 3-16 y que el único acusado fuera excarcelado en 2021.
Por todo esto y coherente con el compromiso de reconstruir el estado democrático de derecho en Honduras y contribuir para que este tipo de hechos nunca se repitan en nuestra patria, en mayo de 2022 el estado de Honduras se allanó, aceptando la totalidad de los hechos establecidos por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe de fondo y por los representantes de las víctimas, informó.
“El día de hoy celebramos un acto de justicia en el que a nombre del estado hondureño asumimos la responsabilidad de los lamentables hechos ya descritos, perpetrados por los 3 poderes del estado, como un paso más en el camino de la no repetición”, subrayó.
Ofrecemos una disculpa pública a las víctimas por el trato que recibieron y al resto de sus familiares y a la sociedad hondureña en general, por las heridas profundas que dejó esta época de dolor y crueldad, resaltó Pastor de María y Campos.
Asumimos la responsabilidad del estado en reconocer la verdad de lo ocurrido, en procurar justicia para la familia de Herminio Deras, de repararles integralmente y generar políticas públicas de memoria histórica en Honduras que garanticen a las víctimas de la aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional y a sus familiares: la verdad, la justicia y la reparación integral de las violaciones de derechos humanos.
Asumimos este acto de reconocimiento de responsabilidad del estado como punto de partida para que los hechos nunca se repitan y reciban del estado hondureño nuestra solidaridad y nuestro compromiso para cumplir no sólo lo establecido en la sentencia, sino también en las obligaciones que son inherentes a nuestro desempeño en la función pública.
Reconocemos también el acompañamiento y la labor de las organizaciones de derechos humanos, a COFADEH, a la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), como representantes de las víctimas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como de todas y todos, quienes luchan por preservar la dignidad humana.
“Es prohibido olvidar, porque la memoria transforma el dolor en esperanza, la muerte en vida y la impunidad en justicia”, enfatizó el funcionario.
Por su parte la Secretaria de Estado de Derechos Humanos, Natalie Roque, expresó que hoy nos reunimos en este acto solemne para reconocer una verdad dolorosa.
En este escenario con responsabilidad internacional asumimos la grave violación de derechos humanos cometida en Honduras durante la década de 1980, específicamente en relación con el asesinato del líder sindical Herminio Deras.
“Nos enfrentamos a un pasado oscuro y doloroso, donde los derechos fundamentales de muchos ciudadanos fueron pisoteados, y la vida y la dignidad humanas, les fue negadas”, destacó.
Roque indicó que en el caso de Herminio Deras que dedicó su vida a la defensa de los derechos laborales y sindicales, su detención y posterior ejecución extrajudicial, constituye una afrenta a los principios más básicos de justicia y respeto por la vida.
“Esperamos que este acto de reconocimiento sea un primer paso hacia a la necesaria reconciliación de la sociedad y sanación de heridas que han perdurado durante demasiado tiempo. Nos comprometemos de nuestro lado a tomar las medidas necesarias para garantizar que estos hechos no se repitan en nuestro país y que cada persona, sin importar su afiliación política o sindical, sea tratada con dignidad y respeto”, expresó la ministra de Derechos Humanos.
En nombre de las víctimas y familiares, se pronunció Alba Luz Deras Garcia, hermana de Herminio Deras quien expresó que, por nuestros muertos, por nuestros mártires, exigimos justicia.
Una justicia que debe partir de la verdad, del esclarecimiento de los crímenes y del castigo a los culpables. “Es hora, que los archivos de las Fuerzas Armadas se abran, para conocer la verdad que se nos ha ocultado, para conocer donde se encuentran los restos de los desaparecidos, y quiénes son los responsables de los asesinatos políticos”, demandó la hermana del líder sindical asesinado.
Deras García también dijo que es hora de que las Fuerzas Armadas dejen de ser instrumentos de represión y muerte. Es hora, de que las Fuerzas Armadas se vistan de pueblo, y no con el disfraz que le imponen la oligarquía, los grupos de poder y el imperialismo.
“Es hora para la paz, pero una paz que emane de la justicia, es hora, para que las familias de las víctimas sean reparadas, esas familias que durante décadas han vivido en el abandono social; es una deuda histórica que el estado de Honduras tiene con todas esas familias, y hoy recogemos su justa demanda”, destacó.
Es hora para la democracia, para el respeto a la participación colectiva en la reconstrucción de nuestra patria, donde las ideas no sean asesinadas, donde se respete la diversidad y los derechos humanos de un pueblo que merece la prosperidad, que merece acceder a la justa distribución de la riqueza, resaltó la hermana de Herminio Deras que debido a la persecución y amenazas tuvo que salir al exilio.
¡Es hora, de que nuestros mártires descansen en paz, sabiendo que les hemos cumplido, y reafirmamos nuestro compromiso de estar siempre del lado correcto de la historia, acompañando a nuestro pueblo en sus luchas reivindicativas, en sus justas luchas sociales”, resaltó Alba Luz Deras García.
En el uso de la palabra, el sacerdote jesuita Ismael Moreno (Padre Melo) del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de la Compañía de Jesús, dio lectura a una reseña histórica de Herminio Deras, escrita por el también sacerdote jesuita José María Tojeira.
“Quienes conocimos a Herminio Deras no lo olvidaremos nunca. Tranquilo y de carácter suave. Tenía una férrea voluntad de permanecer siempre al lado del sufrimiento humano, coordinador de una amplia alianza sindical en la costa norte de Honduras”.
Creía en la organización popular como camino de conciencia y cambio social y sabía buscar alianzas. Personalmente quedé sorprendido cuando me invitó a exponer la Doctrina Social de la Iglesia a un amplio grupo de dirigentes sindicales en las instalaciones del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS).
“Le interesaba más la conciencia y el diálogo sobre los problemas de la sociedad, de la distribución de la riqueza, del desarrollo humano, que establecer o imponer un pensamiento ideológico rígido”.
Hombre de diálogo, trataba de incorporar a sectores profesionales en las luchas de los pobres y sabía tratar con todos y movilizar a muchos en las luchas en favor de la justicia. Y no sólo se preocupaba por los derechos de los empobrecidos y marginados de Honduras.
De mi parte quiero en este acto felicitar a la familia de Herminio por la constancia en mantener su memoria y el trabajo realizado hasta conseguir la petición pública de perdón por parte del estado hondureño.
“Cuando la sociedad olvida sus mártires termina volviéndose esclava del poder. Ustedes nos ayudan con el recuerdo de Herminio a permanecer libres y dignos”.
¡Que Herminio Deras continúe viviendo en nuestra memoria colectiva y en nuestras luchas y trabajos en favor de una sociedad más justa, pacífica y solidaria!, escribió el sacerdote jesuita José María Tojeira, cuyas palabras fueron expresadas por el padre Melo.
En el acto de reconocimiento del estado de Honduras en la participación del crimen político contra Herminio Deras, asistieron también autoridades de la Procuraduría General de la República, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Secretaría de Gobernación y Justicia, diputados del partido Libertad y Refundación (LIBRE), representantes de organizaciones obreras, sindicales, campesinas, ambientales, académicas, culturales, LGTBIQ, educativas y del movimiento social hondureño y medios de comunicación comunitarios, entre otras organizaciones.
