San Esteban, Olancho.- Elementos del escuadrón Tigres y la Policía Nacional asesinaron a joven Riner Argueta Oliva de 38 años de edad, mientras se trasladaba para su trabajo a eso de la 1:30 de la mañana en San Esteban departamento de Olancho.
Arqueta Oliva salió de su casa hacia su trabajo sin imaginar que no llegaría a su destino, ya que en el desvío que va hacia la comunidad de Corral Viejo, un retén que aún no se colocaba en el lugar, lo impediría disparándole, quitándole la vida.
Adrián Argueta dijo que su hermano salió tempranito para ir a trabajar a la propiedad que tiene y ellos (los policiales) acostumbran a poner un retén policial en el desvío que va hacia la comunidad de Corral Viejo, hay testigos que dicen que ellos le hicieron señal de parada cuando ni siquiera habían colocado los conos para poner el retén, apenas los iban colocando allí en el dichoso operativo.
El hermano del joven asesinado dijo que su pariente no se paró porque no quisiera hacerle caso a la autoridad, si no porque ellos mismos han creado una desconfianza en la población del departamento de Olancho por las múltiples violaciones a los derechos humanos que comenten, y además porque no estaba colocado el retén, le dio más desconfianza.
“Mi hermano no se paró, entonces ellos le dispararon; le dispararon en una llanta y le dispararon arriba a la persona por la parte de atrás del carro por el lado donde iba él. Aquí la gente tiene tanta desconfianza de la policía por tantas fechorías que hacen, aquí caminan correteando a medio mundo, ellos supuestamente le prendieron la luz como signo de parada porque no habían colocado ni conos ni nada, ellos van llegando a lugar donde hacen el operativo”.
«D hecho hay un video en la salida de aquí del pueblo en donde ellos salen y mi hermano va detrás de ellos y por eso no habían montado el operativo”, expresó el hermano del joven asesinado.
También añadió que en el municipio no solo ese caso se ha registrado donde la policía actúa de manera violenta contra la población que comete el menor descuido, y exige que se hagan las investigaciones debidas del caso y que se detenga a todos los responsables.
“Aquí no solo este caso se ha dado, aquí han andado correteando motos y una persona que no ande licencia o no ande casco ya lo matan, lo recogen, y si se murió se murió. Nosotros pensamos que si hacen la inspección saldrá el responsable que disparó, porque no creo que todos dispararan, pero los informes de balística van a detallar todo eso, porque recogieron los casquillos del lugar del crimen”.
Adrián añadió que según las versiones que se manejan en el pueblo es que el jefe de la unidad fue el que disparó, “aquí se dice que el jefe fue y tiene lógica porque el jefe que andaba al mando fue y quiere inculpar a los otros policías”.
La versión que dicen es que él fue que disparó (oficial de apellido Corea) y la DPI (Dirección Policial de Investigaciones) de aquí llevó un testigo protegido que vio como dispararon al carro, luego fueron a ver y vieron que estaba muerto, lo vinieron a reportar a las 5:00 de la mañana, no sé si lo reportaron en el libro de incidencias todo eso.
El hecho ocurrió a la 1:33 de la mañana y todo mundo se dio cuenta de lo que pasó en la mañana, entre las 5:00 y las 6:00 am, y no sé si lo reportaron en el libro de novedades y tampoco a qué hora, porque yo pregunté y no me quisieron dar información, porque dijeron que solo se la daban a abogados.
A eso de las 4:00 de la mañana, después de más de dos horas de haber cometido el hecho, según versiones que se maneja en torno a este caso que dejó enlutado a una familia y consternado a todo un pueblo, los oficiales se fueron a entregar, pero no lo hicieron todos. El oficial que señalan de haber disparado de apellido Corea anda libre y según se conoció quiere declarar como testigo de los oficiales Elmer Alexis Castellanos, Melvin Murillo González, Ruperto Antonio Rodríguez y Alex Manrique Andara Vallecillo, quienes luego de celebrarse la audiencia de declaración de imputados, se les dictó prisión preventiva.
La familia de Riner Argueta Oliva exige justicia por el vil asesinato de su familiar y su deseo es que estos hechos tan lamentables no se sigan cometiendo, ya que la policía en la zona, en vez de dar seguridad, causa temor a la población.
Cabe mencionar que en este departamento ya se han registrado varios casos de abuso policial y violaciones a los derechos humanos cometidos por los cuerpos represores del Estado, como es el caso de los hermanos Heidy y Roberto Amaya que al menos nueve agentes de la Policía Nacional los atacaron y encarcelaron en el municipio de Campamento, exponiendo su integridad personal y sicológica, tras la golpiza y palabras obscenas, especialmente contra ella.
Otro de los casos que demuestra la brutalidad policial es el caso de Miguel Padilla, quien recibió una golpiza por la Policía Militar del Orden Público, a vista y paciencia de la Policía Nacional, que aunque no participó en el ataque, no hizo nada por impedirlo, dejándole fracturas y lesiones en su cuerpo, que le impiden valerse por sí solo.