Tegucigalpa.- En el 2019 Honduras ocupó el tercer lugar de los países de Latinoamérica que más miembros de las Fuerzas de “Seguridad” graduaron en ese año en la Escuela de las Américas.
El primer lugar lo ocupa Colombia con 490, en el segundo puesto está Chile con 201 y en el tercer lugar está Honduras con 146 miembros de las fuerzas de seguridad entrenados en la Escuela de las Américas, que fue fundada en 1946 en Panamá y es operada por el Ejército de los Estados Unidos.
En Honduras, desde el golpe de estado de 2009, encabezado por graduados de la SOA, se han documentado 13 desapariciones forzadas y más de 160 activistas sociales y defensores de la tierra han sido asesinados.
Entre estos casos, se encuentra el crimen contra Berta Cáceres, sucedido en marzo del 2016, donde dos graduados de la Escuela de las Américas están involucrados.
Un reciente informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos señaló que en Honduras se cometen “graves violaciones a los derechos humanos”.
La Escuela de las Américas surge con el objetivo de entrenar a soldados latinoamericanos en técnicas de guerra y contrainsurgencia.
Por sus aulas han pasado más de 83.000 alumnos, muchos de los cuales han resultado ser destacados violadores de los derechos humanos en sus propios países. Así lo han demostrado en Chile, Guatemala, Argentina, Perú, Uruguay, Nicaragua, El Salvador, México, Honduras, entre otros.
A finales del año pasado, la Organizadora de Base de SOA Watch, Dévora González, escribió un artículo para Jacobin con Azadeh Shahshahani, Directora Legal y de Defensa del Proyecto Sur, en el que se describe la historia y los resultados de la formación estadounidense de agentes estatales latinoamericanos en la Escuela de las Américas.
El artículo también destaca cómo esa capacitación se está proporcionando ahora a los agentes del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, específicamente al personal de la Patrulla Fronteriza y el ICE, para su uso contra migrantes y refugiados en las fronteras y dentro de los Estados Unidos.
El Observatorio para el Cierre de la Escuela de las Américas –SOA Watch ha exigido el fin de la capacitación en SOA/WHINSEC y de la violencia liderada y apoyada por Estados Unidos que devasta a las comunidades y es una de las causas fundamentales de la migración forzada hacia el norte.
The Guardian publicó, recientemente, que “más de dos tercios de los migrantes que huían de los países del triángulo norte de Centroamérica -Guatemala, Honduras y El Salvador- experimentaron el asesinato, desaparición o secuestro de un familiar antes de su partida, según un nuevo estudio de la organización Médicos Sin Fronteras”.