Tegucigalpa, Honduras.- El hacinamiento mundial ante la pandemia del Covid-19 o nuevo Coronavirus no pasó por alto la conmemoración del 24 de Marzo: Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas, y se continuó con la promoción de la Memoria Histórica y tributo a los defensores y las defensoras de derechos humanos.
En este contexto de emergencia mundial que ha afectado hasta hoy, 423.670 personas en 187 países, y cobrado 18,923 muertes especialmente de Italia (6,820), China (3,160) y España (2,991), ha hecho que los gobiernos apliquen decretos que suspenden las garantías constitucionales mediante “toques de queda” y con ello tratos crueles e inhumando a quienes –según las autoridades policiales y militares- han quebrantado la ley. Para el caso, en Honduras se emitió el Decreto PCM 021-2020, que supuestamente hace excepciones en casos justificados, pero la población ha denunciado intolerancia y abuso de poder.
Por lo que, el derecho a la verdad sigue siendo violentado cada día, y no se puede quedar rezagado el grito madres, abuelas, hijos y nietos de las víctimas de Violaciones Graves de los Derechos Humanos, como los son más de 184 familias de detenidos desaparecidos en Honduras durante la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional en la década de 1980. Así mismo, víctimas del golpe de Estado en 2009 y el fraude electoral de noviembre de 2017, por mencionar algunos momentos que hoy siguen dañando al pueblo, al no existir aplicación de justicia contra los perpetuadores.
El derecho a la verdad en el contexto de las violaciones, comprende a las víctimas y familiares de víctimas de ejecuciones sumarias, desapariciones forzadas, torturas, desapariciones, o secuestro de menores, a tener un conocimiento pleno y completo de los actos que se produjeron, las personas que participaron en ellos y las circunstancias específicas, en particular de las violaciones perpetradas y su motivación.
En este sentido, los pueblos tienen derecho a conocer su pasado, expresó el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del MERCOSUR (IPPDH).
Y Fabián Salvioli, Relator Especial de la ONU sobre la promoción de la verdad, la justica, la reparación y las garantías de no repetición expresó que “Este día nos recuerda que toda sociedad tiene el derecho inalienable de conocer toda la verdad sobre las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado a fin de proporcionar reparación a las víctimas, aprender de las experiencias pasadas y evitar que se repitan”.
Es obligación de los gobiernos desarrollar los recursos legales y técnicos necesarios para esclarecer las violaciones graves a los derechos humanos.
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), en el año 2018 presentó ante el Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas, el informe su Informe Desaparición Forzada en Honduras, ya que la desaparición forzada ha resurgido en el país como una herramienta de control social y político, donde las víctimas se han diversificado. Se dieron recomendaciones en cuanto al registro de personas desaparecidas, investigaciones exhaustivas es imparciales y protección a las víctimas y defensores.
A casi dos años de estas recomendaciones y cuatro décadas de la búsqueda de verdad y justicia, el COFADEH no baja la guardia en la demanda pública y legal a nivel nacional e internacional, mientras la verdad estatal sigue pendiente.
El derecho a la verdad a menudo se invoca en el contexto de violaciones graves y violaciones del derecho humanitario, como ejecuciones sumarias, desaparición forzada, tortura, violencia sexual y secuestro de niños.
“Aprovecho esta oportunidad para recordar a los gobiernos su obligación de adoptar medidas para revelar la verdad completa sobre los eventos que rodean las violaciones graves a los derechos humanos, sus circunstancias, sus perpetradores y sus causas”, agregó Salvioli.
A recomendación de la Organización de las Naciones Unidas, los Estados deben establecer instituciones, mecanismos y procedimientos que les permitan buscar y revelar la verdad, como el establecimiento de comisiones de la verdad, la recopilación de testimonios de las víctimas, el desarrollo de bancos genéticos y laboratorios forenses especializados, y el desarrollo de capacidades técnicas relacionadas.
En esta invaluable lucha por el Derecho a la Verdad, es meritoria para las víctimas de violaciones, familiares, defensoras y defensores de derechos humanos por su perseverancia e incansable trabajo para conocer la verdad.
Dicha labor es inquebrantable, pacífica e innovadora, que ha a través de otros casos ha conducido a desarrollos cambiantes en los campos de la verdad, la justicia, la ciencia y el derecho, de los que se han beneficiado sociedades enteras. “Estos logros nos han acercado a la verdad”, detallan experto de la ONU.
“Los felicito por su coraje. Hago un llamado a los gobiernos para que combinen estos esfuerzos y apoyen a las víctimas estableciendo las herramientas locales necesarias para garantizar la verdad, la justicia y la reparación total para todas las víctimas”, concluyó Salvioli.
La celebración anual de este día fue elegida en memoria del arzobispo Óscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 en El Salvador. Y fue establecido en 2010 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.