Tegucigalpa.- Con el objetivo de encaminar a la juventud al rescate de la memoria histórica en temas de violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, la coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, compartió con los Embajadores de la Memoria un recorrido por el espacio que se utilizó en los años 80 como una casa de tortura en contra de personas comprometidas por una Honduras mejor, ubicada en Amarateca, Francisco Morazán.
En la actividad participaron nueve jóvenes que integran el espacio Embajadores de la Memoria, representantes de Fortalecimiento Institucional y parte de equipo del Área Promoción y Defensa de Derechos Humanos del COFADEH.
Berta Elena Nativí, joven que participó en el recorrido por la Casa de Amarateca que por mucho tiempo se conoció como la “casa de terror” y que en la actualidad se está edificando un Museo Contra El Olvido, manifestó que la coordinadora del Cofadeh les explicó que “el militar Amílcar Zelaya llevaba a los jóvenes a ese lugar donde los torturaban”.
Asimismo señaló que pudo observar las marcas donde se encontraron restos de bala y manchas de sangre.
Berta Elena es del criterio que eso que escucharon de lo que se vivió con la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional, los impulsa paso a paso para ir aprendiendo y empapándose del tema.
Por su parte el joven Abdul Aly expresó que el conocer “la casa del terror”, ahora Museo Contra El Olvido, ha sido una gran experiencia en la que pudieron obtener nuevos conocimientos en cuanto al sufrimiento de las víctimas de la desaparición forzada, como los sobrevivientes de la tortura en la década de los ochenta.
Laura Ramírez señaló que “mi experiencia en la Casa de Amarateca fue bastante enriquecedora e interesante, porque ya es otra cosa el estar presente”.
Indicó que en el lugar se siente toda la energía “y pensar todo lo que sucedió, todas las torturas, los asesinatos que se cometieron allí, y como el gobierno fue cómplice de esto”.
Es bastante impresionante e impactante porque uno creería un militar y un policía te va a brindar seguridad, pero no, a cambio te torturaban y te mataban de una manera tan cruel.
Finalizó diciendo que el recorrido fue bastante enriquecedor y dejar esas semillas esencialmente en los jóvenes de seguir informando, conociendo, empatizando, seguir exigiendo justicia y seguir en la lucha para que estos sucesos ya nos e vuelvan a cometer, porque son crímenes de lesa humanidad.
La coordinadora general del COFADEH, Berta Oliva, señaló que el recorrido se realizó con el objetivo del rescate a la memoria histórica, pero que allí se cruzan dos líneas, “una rescatar la memoria, pero a la vez preparar jóvenes para que se conviertan en el relevo generacional, y el relevo generacional no significa que nosotros ya no vamos a seguir trabajando, al contrario, yo siempre he creído que sin experiencia vividas nada se consolida”.
“Nosotras antes de confundir la guía, trabajamos en el proceso de relevo generacional, que es muy hermoso, porque la experiencia que hemos tenido con ellos son muy ricas”.
Indicó que “hacer de los Embajadores de la Memoria jóvenes con capacidad de entender la dinámica de las desapariciones forzadas, para levantar el estandarte que no permitieron que ellos lo mantuvieran por mucho tiempo”.
También buscan generar debates para que en el país no se repitan los hechos que se dio como parte de la política de estado en los años ochenta, las desapariciones forzadas.
En el recorrido los Embajadores conocieron el proceso de restauración que se está implementando en este espacio de memoria de la década del terror.
Cabe señalar que el proyecto Embajadores de la Memoria es impulsado por COFADEH, con el apoyo de Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), cuyo objetivo del proyecto es sensibilizar y aprender sobre memoria histórica del país.
Además cuenta con tres ejes encaminado a resguardar, rescatar, formar y generar conciencia de lo que será el semillero para tener cosecha en lo que se ha denominado Embajadores de la Memoria.