El Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras salió ayer a la Plaza de los Pañuelos Blancos, como lo hace siempre desde 1982 el primer viernes de cada mes.
En sus primeras palabras, la legendaria organización de víctimas de la desaparición forzada recordó que, en noviembre de este año, el 30, cumplirá 40 años de existencia, de resistencia y de lucha por la justicia, la verdad y el amor. “Un objetivo que trasciende de generación tras generación”.
En esta larga vida – precisó el Cofadeh –, las familias fundadoras vamos entregando cada año nuestras propias vidas, pero cada vez vamos sembrando rutas de memoria, caminos de justicia, hogares y voces contra el olvido, perdones y reconciliaciones con sentencias condenatorias, y reparaciones morales con museos para el nunca más.
El párrafo que venimos de escuchar resume, sin duda, las principales realizaciones de esta organización humanitaria durante cuatro décadas de trabajo. Un recorrido que ha estado siempre bajo el fuego de las críticas inútiles, de persecuciones y descréditos mediáticos, que no han detenido nunca la voluntad de estas mujeres contra la muerte.
En segunda instancia, la organización que nació en Comayagüela en la pequeña sede de la Democracia Cristiana, llegó al centro histórico de Tegucigalpa a celebrar la liberación de casi un centenar de personas, hombres y mujeres, defensores de la vida, el agua, el territorio y la libertad de expresión, en los primeros 60 días de mandato de Xiomara Castro.
Las personas liberadas eran sindicalistas, estudiantes, productoras y productores del campo, mujeres y hombres del pueblo criminalizados por la dictadura del narcotráfico, bajo figuras penales cuya extinción es ahora posible por la vía de la amnistía. Igualmente han sido liberados por esa vía ex funcionarios del gobierno de 2009 que fueron perseguidos a muerte por los sicarios jurídicos del golpismo.
El Cofadeh anunció en su plantón de la plaza La Merced, al lado del Congreso Nacional, que en los próximos días se producirán nuevas liberaciones de personas, hasta alcanzar a más de seis mil familias afectadas. “Afectadas – dijo el Comité en su plantón — por la atrocidad de un régimen cuyo jefe de manada gana tiempo antes de su viaje a Nueva York donde será juzgado por terrorismo, conspiración con armas de guerra y tráfico de drogas a gran escala.
Además de esos anuncios, el Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras levantó una de las últimas denuncias presentadas al público por las redes de defensores y defensoras de derechos humanos en la zona oriental y occidental de Honduras.
Las redes de defensoría de esas regiones alertaron esta semana que los refugios para migrantes en tránsito han sido rebasados y que las condiciones de recibimiento no son dignas para seres humanos. Además, señalan que la policía nacional está convirtiéndose en una manada de coyotes extorsionadores de oriente a occidente, poniendo en alto riesgo especialmente la integridad de las mujeres.
Es urgente que la ONU – dice el Cofadeh –, con la misma pasión que se expresa hacia la situación en Nicaragua, se ocupe también de este dramático flujo de seres humanos del caribe, de África y del triángulo sur de Centroamérica. La organización humanitaria señaló que este flujo migratorio utiliza a Honduras para huir de las violencias coloniales y del cambio climático acelerado por los países ricos de la OTAN y del norte embustero de América, que es irónicamente la meta final.
Al respecto, el Cofadeh hizo un llamado a la secretaría de seguridad, concretamente a su ministro Ramón Sabillón, para que corrija esa vieja conducta de la policía que considera a las personas migrantes como potenciales delincuentes, como turistas con dinero fácil o como infiltrados del terror, estereotipos que sirven para explotarles y humillarles.
A los seres humanos migrantes debemos respetar absolutamente sus derechos y acompañarlos en su ruta en forma segura y solidaria, sugiere la organización, al tiempo que lanza al nuevo gobierno una sugerencia patriótica.
“Honduras no puede comportarse como un perro guardián de la política anti migratoria de Estados Unidos, y las Naciones Unidas tampoco pueden ser displicentes a este llamado”.
Vamos a repetir este párrafo que venimos escuchando, porque hace pensar aquel mismo comportamiento lacayo que exhibieron Guatemala y México en los momentos cuando nuestros compatriotas huían en caravanas a través de esos territorios.
“Honduras no puede comportarse como un perro guardián de la política anti migratoria de Estados Unidos, y las Naciones Unidas tampoco pueden ser displicentes a este llamado”.
Así lo dijo el Cofadeh ayer en Tegucigalpa.
A renglón seguido, este Comité censuró a los sectores nacionales que atacan el derecho a la amnistía para miles de defensores de derechos humanos criminalizados por la dictadura del narcotráfico, pero que aparecen preocupados por el voto contrario de Honduras en la ONU sobre una resolución motivada de Estados Unidos contra Nicaragua.
De todos modos, esos sectores son incapaces de escuchar que Honduras no votó a favor de la política intervencionista de Estados Unidos, sino que se abstuvo en el Consejo de Derechos Humanos bajo el principio que el gobierno de Xiomara Castro no intervendrá en el derecho de autodeterminación de los pueblos. Así fue aclarado en las últimas horas y así creemos que es el comportamiento correcto.
La organización de víctimas de la desaparición forzada, que dirige las liberaciones de prisioneros de la dictadura, abundó al respecto diciendo que no comprende la contradicción de esos sectores locales pro JOH y anti Ortega que siguen el lobby internacional contra Nicaragua.
“No comprendemos la baja pasión (de esos sectores) por las violaciones locales a los derechos humanos y su entusiasmo efusivo por las supuestas violaciones en Nicaragua. Creemos que este es un juego de máscaras”, concluyó el Comité repitiendo su consigna ¡de los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón!
¡De nuestro lado, buenas noches!
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 2 de abril de 2022