Tegucigalpa.- “Lo que nos tiene confrontados son decretos que emitió el ejecutivo, el ejecutivo es el gran legislador en este país, él (Juan Orlando Hernández) es el que está haciendo una cantidad de leyes que sólo buscan conculcar estos dos grandes derechos.
Él tiene la responsabilidad de volver a la calma, así que él tiene que derogar esos decretos. La responsabilidad está en él, quien generó la crisis fue él, quien tiene que buscar la solución, indudablemente es él y tiene un mandato constitucional de garantizar la paz en este país; y si él originó el problema, él lo tiene que resolver, no hay otro.
Con estas palabras la presidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), Suyapa Figueroa, remarcó la posición granítica de la Plataforma para la Defensa de la Salud y la Educación, al cierre de la jornada de movilizaciones y protestas convocadas durante el jueves 30 de mayo en diferentes regiones del país.
El jueves se realizaron acciones de protesta, bloqueos de carreteras movilizaciones y tomas en al menos 127 puntos de referencia del territorio hondureño.
La Plataforma para la Defensa de la Salud y la Educación, anunció que nuevas movilizaciones se realizarán este viernes 31 de mayo, tanto en Tegucigalpa como en múltiples regiones del país, para presionar al régimen de Juan Orlando Hernández, para que derogue los decretos ejecutivos aprobados en consejo de ministros (PCM) que buscan la privatización de los servicios de salud y educación; y que posibilitan despidos masivos de trabajadores de ambos sectores.
El régimen mantiene en algunos medios de comunicación una campaña de descalificación de la protesta, “que con ese dinero que le está regalando a las empresas a las que le paga esa publicidad, debería de comprar los insumos que hacen falta en las escuelas e insumos que nos hacen falta tanto en nuestros hospitales y por los que se muere gente todos los días”, comentó Figueroa.
Mientras tanto, el presidente del Colegio de Pedagogos de Honduras (Colpedagogosh), Edwin Hernández, manifestó que fue sorprendente la reacción del pueblo en las calles para defender la educación y la salud.
“La movilización fue bastante grande y participativa, lastimosamente las hordas criminales del estado, lo que hicieron fue meter a agentes provocadores en ella para distorsionar el motivo de la lucha”.
No les salió la jugada porque nosotros eso lo conocemos, nosotros tenemos inclusive evidencias de que todo fue provocado desde el gobierno y que entonces lo que se buscaba era desprestigiar el movimiento popular, aseguró Hernández.
El presidente del Colpedagogosh sostuvo que cuentan con las pruebas para demostrar que fue un policía quien disparó en contra de la humanidad del profesor Claros Alfonso Gonzánlez Sánchez, en un hecho que se produjo, durante un brutal desalojo protagonizado por la policía en la carretera CA5, a la altura de Siguatepeque.
Hernández añadió que el régimen está llevando a cabo un guión para infiltrar las movilizaciones y provocar el enfrentamiento entre manifestantes y policías, con el ánimo de desacreditar las protestas de los profesionales de la salud y la educación.
Por su parte el presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), Leonel Escoto, dijo que otros sectores de la sociedad se han venido incorporando a las movilizaciones de los médicos y maestros, porque hay una convicción a nivel nacional, pese a que el régimen enfiló toda su batería para pretender minimizar el impacto de la lucha social.
Escoto indicó que la lucha es fuerte, y que el régimen de Juan Orlando Hernández está sintiendo la fuerza del movimiento. En este momento la convicción y el grado de fortaleza que la gente está manifestando, está superando el miedo frente a las amenazas de despidos.
La jornada de movilizaciones y protestas han provocado paro de labores en hospitales, centros de salud, escuelas y colegios. El saldo que se reportó en la jornada de este jueves dejó a tres personas heridasde bala, una en Siguetepeque y dos en el departamento de Colón. Además seis comunicadores sociales en Choluteca resultaron lesionados por la fuerza bruta empleada por la policía.