El Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras, Cofadeh, asiste a esta plaza de los Pañuelos Blancos, para expresar lo siguiente:
Venimos de finalizar el segundo encuentro centroamericano de memoria y la semana internacional contra la desaparición forzada, con el eterno compromiso de exigir la verdad, de procurar la justicia, y de no olvidar nunca.
En esos propósitos estamos aquí de frente al Estado que cometió más de 200 desapariciones y asesinatos políticos entre 1979 y 1989, recordando sus deberes y exigiendo justicia.
También aprovechamos este plantón del primer viernes de junio para pronunciarnos sobre temas de interés nacional.
El primero, sin duda, es la tortura y asesinato del joven Wilson Ariel Pérez después que la Policía Nacional lanzó una campaña pública con 100 mil lempiras de motivación para encontrarlo después de los disturbios del domingo en San Pedro Sula.
En las últimas horas, la familia de la víctima ha descrito con valentía que policías sedientos de venganza llegaron a su casa con armas, gritos y violencia física, y enmedio de la sospecha la secretaría de seguridad ha incurrido en una cadena de contradicciones públicas que hacen recordar la matriz del asesinato de Keyla Martínez el año pasado por la policía en La Esperanza.
Si la presión social y política continúa sobre la policía, la sociedad podrá desenmascarar esta situación de ejecución extrajudicial de un ser humano acusado de cometer una falta contra una oficial de policía en el estadio Olímpico.
Si, por el contrario, la atención pública es desviada y el general Ramón Sabillón pierde esta oportunidad de presentar a la justicia a los policías asesinos que continúan dentro de su institución, toda la sociedad estará en alto riesgo frente a una banda criminal uniformada que consume financiamiento público.
Hacemos un llamado a la presidenta Xiomara Castro a que no deje pasar esta oportunidad de intervenir la secretaría de seguridad hasta que sepamos toda la verdad, porque Mateo y Casamata no existen en exclusiva para hacerle los mandados a la embajada de Estados Unidos, sino al pueblo hondureño.
El segundo tema objeto de nuestra referencia hoy es el regateo de las Naciones Unidas para instalar una Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras, desoyendo la urgencia de un Estado miembro y el clamor de una Nación de desmontar las estructuras criminales que devastaron la institucionalidad hondureña.
En febrero, la ONU se empeñó en aclarar que es falsa la noticia de la instalación de la CICIH en un mes y al iniciar junio, a la mitad del año, su reciente nota aclaratoria subraya que la petición de dicha Comisión sigue en fase de consideración.
A este paso, y con ese lenguaje, la misión de Naciones Unidas que vino al país a sondear el consenso de actores políticos comprometidos con la dictadura de Hernández, va a revenir con recomendaciones hacia el final del año, y así empezaremos 2023 con nuevas declaraciones de cálculo que jugarán a favor de los corruptos. Y de los sectores con poder que condicionan las misiones de Naciones Unidas en sociedades como la nuestra, víctima de políticas hegemónicas de Washington.
El Cofadeh, que se ve forzado cotidianamente a impulsar el litigio internacional en el sistema interamericano ante los cerrojos de impunidad que imposibilitan la justicia a nivel local, lamenta esta dinámica dilatoria de la ONU.
En el caso extremo que las consideraciones o las recomendaciones o las estimaciones condicionen al Estado a derogar, bajo presión de sectores interesados, iniciativas de ley como la amnistía a los presos políticos de la dictadura corrupta y narcotraficante, o a mantener leyes que impiden una elección transparente de fiscales y magistrados, esta organización de víctimas condenará tales despropósitos.
No vamos a permanecer en silencio ante las instancias internacionales, sean o no nuestras aliadas en temas de interés general, para que continúen impunemente como correas de transmisión del consenso de Washington o vehículos de lobby global en perjuicio de nuestro pueblo.
En la memoria colectiva está registrado el acompañamiento institucional no beligerante de la ONU a una dictadura criminal que incluso tuvo voz permanente en la Asamblea General. Aquel mutismo resignado de una vía no concuerda con el discurso consensual del presente…
Finalmente, saludamos las iniciativas oficiales para inmortalizar el legado de Berta Cáceres en símbolos de heroicidad nacional de defensa de los territorios autóctonos, de todos los bienes comunes y de la vida. Obviamente, esas iniciativas deben ser complementadas con una sentencia ejemplar al militar David Castillo y con la apertura del juicio a los asesinos intelectuales que pagaron por el crimen, el padre y los hijos, quienes aún bloquean el río Gualcarque en San Francisco de Ojuera, con su banco y con sus máquinas.
De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón.
Cofadeh, 3 de junio 2022