EL GRITO DE LA PLAZA

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Ayer viernes, el Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras, Cofadeh, como siempre hizo honor a la memoria de sus seres queridos. Y lo hizo con la demanda de siempre: verdad y justicia para poder alcanzar la paz.

“Aquí ninguna de las familias ha decidido olvidar ni perdonar a los policías, militares y civiles responsables de ocultar, torturar y asesinar a más de 200 personas de varias nacionalidades”, dijo el Comité de víctimas en un comunicado público.

No es cristiano perdonar sin saber la verdad. Y no es cristiano olvidar hechos sin procurar la justicia, afirmó la organización fundada el 30 de noviembre de 1982, en plena guerra sucia dirigida por Estados Unidos y la cúpula civil-militar de entonces.

Entre 1980 y 1990, más de 200 disidentes sociales y políticos fueron desaparecidos por las fuerzas armadas dirigidas por militares corruptos y asesinos. La totalidad de esos criminales continúan impunes.

Este tipo de negación de justicia ha provocado más de 30 nuevas desapariciones forzadas en el país a partir del golpe de Estado de 2009. Y son las fuerzas armadas las señaladas sin vacilación como responsables.

Dicho lo anterior, el Cofadeh aprovechó el primer viernes de febrero para expresar su opinión sobre otros grandes temas de actualidad que implican serias violaciones a los derechos humanos.

El comunicado critica, por ejemplo, la mendicidad internacional de las vacunas contra la Covid que la dictadura busca con retardo y con argumentos que dan vergüenza.

El lobby oficial, denuncia el cofadeh, está pidiendo vacunas gratis a Washington por las tormentas sufridas en noviembre y por la precariedad de la economía nacional. Y ahora busca en Rusia y en China, también.

El texto explica que esto es un insulto a la inteligencia internacional, porque el desastre nacional es provocado por el robo del dinero. También es consecuencia de haber puesto a los militares represores como administradores de la pandemia. Y es el fruto de la conducta criminal del narco-Estado sostenido por Washington y sus socios. Y que todo el mundo lo sabe. O sea, dejen de culpar a las tormentas.

En referencia a la muerte por Covid de 70 médicos de experiencia y de centenares de enfermeras y auxiliares de la salud, el Cofadeh consideró que es una pérdida social lamentable que tomará décadas volver a formar.

Al profundizar sobre este hecho, la organización humanitaria afirma que las muertes del personal de salud son el resultado de un sistema precario ubicado por debajo de las armas y de los militares. “Sus muertes son producto de las condiciones en hospitales y clínicas públicas donde faltan equipos, insumos y presupuesto. Esto es la consecuencia de dar el dinero público al chafarotismo que sostiene la dictadura y que defiende la criminalidad organizada”, remarca el Comité.

Entre los mensajes críticos adicionales referidos a las fuerzas armadas del golpe, del continuismo ilegal y de la pandemia mortal, el Cofadeh criticó la manipulación política de la virgen de Suyapa en su fiesta el pasado 3 de febrero.

Cuando el régimen fracasado lleva en helicópteros artillados la imagen de la virgen, en abierta manipulación de la espiritualidad profunda del pueblo indígena hondureño, algo terrible contra la fe cristiana está ocurriendo en otro extremo del país.

Uno de los ejemplos citados fue precisamente el decomiso de algunas drogas que circulaban por Colón rumbo a los mercados del Norte, donde está ubicada la más grande lavandería de ese negocio de muertes. Es decir, mientras la virgen era venerada en los aires, en tierra firme y en alta mar pasaban en ese mismo momento toneladas de alucinógenos, sin aviso ni control.

Frente a este cinismo que hace creer la existencia de una lucha frontal cuando en realidad se trata de falsas banderas, la organización humanitaria rechazó el método. Ese es un modelo criminal que no podemos aceptar, porque representa una tragedia para la población de este país, aseguró.

Al final del ceremonial por las víctimas desaparecidas hace 39 años y hace 11 años, las más recientes, el Cofadeh pidió a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos que se lleve a los civiles y a los militares narcos, que se los lleve lejos porque ya demasiado han servido a su causa, y porque es mucho el daño causado a Honduras, incluyendo las desapariciones forzadas y los presos políticos.

Así transcurrió el viernes y así lo hemos resumido este sábado aquí en nuestra opinión editorial, esperando que el grito de la plaza La Merced sea siempre la expresión digna de una organización que reconoce la memoria como un valor colectivo que pincha hasta sangrar.

¡Buenas noches!

Editorial Voces contra El Olvido, sábado 6 de febrero de 2021