En Bruselas, durante la cumbre de la CELAC con los europeos ruso fóbicos y antichinos, la presidenta Xiomara Castro denunció de forma directa la existencia en Washington de un gabinete de lobistas saboteadores de su gobierno.
¿Quién paga ese gabinete? Todavía no lo sabemos. En tiempos de goriletti fue PinPon quien pagó 350 mil dólares mensuales al bufete McCain para afianzar el golpe, y en tiempos de la dictadura del Cartel Hernández fue Hilda y su hermano quienes pagaban 60 mil dólares mensuales a BGR Government Affairs.
En el momento que Xiomara hacía la denuncia, el clúster maldito de las organizaciones sociales hondureñas financiadas por agencias lobistas desestabilizadoras, planificaban una marcha de antorchas en Tegucigalpa en preparación al arribo triunfal de Gabriela Castellanos, la candidata de las derechas anti Libres.
Advertidos de esta estrategia perversa, la dirigencia del partido de las resistencias antigolpistas convocó de urgencia a Honduras para respaldar la propuesta gubernamental de Xiomara Castro, la primera mujer política en vencer el bipartidismo patriarcal progringo.
En tiempo récord, la multitudinaria reacción de la población junto a la militancia partidaria, funcionarios públicos, diputados, alcaldes, juventudes y organizaciones de base, envió un mensaje claro y potente a los agitadores de la confrontación.
El mensaje es que llegó el momento de hacer hablar las calles, de levantar las banderas de todos los colores para empujar un proyecto de Nación. No un proyecto narco, no de golpe para regresar a la caverna, y no de ricos corruptos contra pobres emigrantes.
Sin calcular el efecto bumerang, los agitadores avivaron con pasión la contradicción de clases desde la radio, la televisión y los periódicos, poniendo al frente a un general robacarros, una académica sin academia, una Asociación social sin sociedad ni justicia, un consejo empresarial títere de la avenida Los Próceres y una señora de la ONU con espíritu de “zampa limones”.
Desde una perspectiva solidaria, de defensa de derechos humanos, habría sido muy bien apreciado el gesto acompañante a una persona que súbitamente dejó el país el 18 de junio denunciando amenazas a muerte y persecución por su trabajo en el CNA.
En aquella fecha, con el velo de un espectacular misterio, la organización ASJ vinculada a lobistas estadounidenses, dirigió la estrategia comunicativa del auto exilio, subrayando que la compleja situación de inseguridad de Gabriela estaba ligada a su última denuncia contra el nepotismo en el gobierno de Xiomara.
Un mes después de la denuncia contra “el familión”, como titularon los medios golpistas, regresó la denunciante en la fecha del Indómito Lempira, rodeada de algunos miembros de la asamblea del CNA, amigos íntimos de la dictadura, y entre ellos sentada la histriónica señora representante de la ONU en Tegucigalpa.
Son numerosas y memorables las historias reales de personas que regresaron de sus dolorosos exilios a competir por el poder dando la cara para ganar, investidos del aura mágica del regreso esperado, de la reconquista moral de sus identidades perseguidas, y de su temple a favor de la Nación.
Pero aquello no es comparable con esto. Lo que tenemos aquí es una funcionaria de una institución público-privada que reaparece después de unas semanas lanzando llamas al gobierno que cumple con más del 50 por ciento de su presupuesto en nombre del Estado, y amenazando no dejar santos con cabeza, y prohibiendo a Libre continuar en las calles bajo el argumento que ahora es el gobierno.
La comparecencia pública de Castellanos tras un autoexilio temporal, sin comunicar detalles de las amenazas recibidas, sin disimular el tono pendenciero, fue instrumentalizada para el lanzamiento de una plataforma proselitista que denota la concurrencia de recursos, narrativa opositora, tinglado mediático y respaldo internacional.
Por eso las reacciones de la presidenta Castro, del ministerio de gobernación, del canciller Enrique Reina y del Congreso Nacional, entre otras, no se hicieron esperar.
¡Inaceptable la politización de Naciones Unidas en Honduras! escribió en su Twitter la presidenta hondureña, en referencia a la participación de Alicia Shackelford durante el lanzamiento de Gabriela.
Las intervenciones de la Representante de la ONU en Honduras, en actos de naturaleza política, no son compatibles con la función diplomática, escribió el canciller Enrique Reina en el Twitter institucional.
El diplomático hondureño subrayó que esta aparición de Alicia no es oportuna en el momento que el equipo de expertos de la Secretaría General de Naciones Unidas está desplegado en el país para el establecimiento de la CICIH, porque el pueblo exige imparcialidad en esta lucha contra la corrupción.
Sin la higiene diplomática de la cancillería, la coordinación del Partido Libre señaló que el CNA jugó un rol apañador de la dictadura corrupta de 2009 a 2021 y que mal ha hecho la señora Shackelford asociarse a este “perverso juego político del CNA de atacar a la presidenta Xiomara Castro”.
Entre tanto, en el Congreso de la República, su titular Luis Redondo sugirió que los hondureños debemos ser solidarios entre nosotros cuando enfrentamos aseveraciones totalmente injustas, infundadas y perversas. Felicitó a los liberales que han defendido a sus dirigentes señalados en la última lista Engels por haber consensuado la integración de la actual Corte Suprema de Justicia.
En alusión a medios fake news, a organizaciones “sociales” conspirativas y al propio Departamento de Estado de los Estados Unidos, Redondo sugirió que sean ellos que han difamado y mentido con información falsa los que algún día tengan que rendir cuentas.
Concretamente en alusión al CNA y a esa ASJ, el presidente del legislativo se preguntó: ¿por qué ocultan los fondos que se pagan del extranjero a quienes dicen combatir la corrupción? Y definió una posición clara contra la intervención de Estados Unidos, que socava la soberanía de Honduras al juzgar sin probar, al financiar para difamar.
La secretaría de gobernación, desde su lado, fue directo al punto del financiamiento del gobierno de Estados Unidos al CNA a través de la AID. En el transcurso de 2023 reveló que esta agencia ha desembolsado un millón de dólares para las actividades públicas de Castellanos. Esto, según la denuncia, representa “los intereses de un sector reaccionario de Estados Unidos con el fin de desestabilizar el país”.
Es oportuno recordar que la AID salió de Honduras después del golpe de Estado cuando fue señalada por Berta Cáceres de financiar la persuasión de la población de Santa Bárbara e Intibucá a favor de la destrucción del río Gualcarque. La AID retornó junto a la embajadora Laura Dogu tras la investidura de Xiomara Castro, en 2022, simulando no haber formado parte de la agitación de camisetas blancas que sostenían el golpismo fraudulento y corrupto.
Este es el clima de la semana. Una mezcla de eventos y acontecimientos que van configurando las fuerzas sociales y políticas alrededor de las dinámicas del poder, agregando lamentablemente un actor internacional que debería estar al margen de la conflictividad nacional.
En 2009 la ONU jugó un papel coherente con los valores universales tras el golpe de Estado cuando expulsó a Honduras de la Asamblea General y reforzó la presencia de los mecanismos de protección de los derechos humanos en todo el país. Abogó por el retorno de la institucionalidad democrática y trabajó contra la voluntad de la dictadura para instalar la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos en nuestra capital.
Sin embargo, a nivel de la coordinación de las agencias su actual representante ha demostrado varias veces un alineamiento a las posiciones interventoras de la embajada de Estados Unidos y de algunos países miembros de la Unión Europea. Estos dos actores no gozan de la confianza popular en Honduras porque en 2017 avalaron descaradamente el fraude electoral y la reelección ilegal del narco-dictador. Por tanto, Alicia ha comenzado a caminar sobre arenas movedizas y podría avanzar en el mismo camino de la embajadora estadounidense hacia una declaración oficial de personas no gratas.
En resumen, estos son los hechos: El planificado regreso de Gabriela, la lista Engels cargada hacia el Partido Liberal, la condena de la injerencia de Estados Unidos por la presidencia del Congreso, la denuncia del financiamiento desestabilizador de la AID, el rechazo al proselitismo de derecha apoyado por la señora de la ONU, el riesgo de parcialidad al que podría ser empujada la CICIH, el regreso de Xiomara de la cumbre Unión Europea-CELAC donde denunció el lobby de Washington en su contra y la derrota político- diplomática de la Unión Europea que no pudo imponer a Latinoamérica la agenda ruso fóbica de Estados Unidos en Bruselas.
Todo eso está conectado al presente, todo está relacionado, y no vamos a ser ingenuos en esta aproximación crítica a la candente agenda de la semana. Bienvenidas. Y buenas noches.
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 22 d julio de 2023