En Chile, el presidente Gabriel Boric viene de perder por dos votos la reforma tributaria enviada a la asamblea legislativa donde los sectores ricos utilizan a sus representantes fieles.
En ese país, los ultra-ricos pagan solo el 6% de sus ingresos en impuestos, debiendo pagar el 35%. En general, en América Latina los gobiernos no tocan la riqueza individual ni los beneficios de los señores ricos y eso impide luchar contra la pobreza y la desigualdad. Los Estados son rehenes de esos tahúres.
Este año, Oxfam Internacional estima que América Latina perderá 113 mil 400 millones de dólares en ingresos fiscales, lo que equivale al 59 % del gasto en salud pública de la región.
En Chile, como en Argentina, Colombia y Honduras, hay un sector metiéndole palos a la rueda para evitar que las cosas cambien, porque el statu quo les permite ganar de la desigualdad y de la injusticia, sin importarles que eso niega derechos a millones de personas.
En el Congreso chileno el proyecto de Gabriel Boric necesitaba 78 votos a favor, pero el resultado fue de 73 contra 71. Hubo 3 abstenciones que jugaron contra el pueblo chileno, para favorecer a sus amos ricos.
En Honduras, la cosa está seria con los riquitos que utilizaron el golpe, el fraude y la pandemia del Coronavirus para aumentar sus marmajas. El mes pasado, la presidenta Xiomara Castro reveló a la Nación que cada año el Estado perdona a los ricos más de 60 mil millones de lempiras por concepto de impuestos, o sea, exoneraciones, y eso lo legalizaron ilegalmente en 40 leyes de la narco-dictadura, en algunos casos hasta por tiempo indefinido.
Los porno-ricos, como les llaman en el norte, han impuesto la máxima que los que más ganan pagan menos, y los que menos ganan pagan más. Y eso hay que revertirlo, sí señor!
En los últimos tres años de encierro, Oxfam Internacional calculó que el 1% más rico de Honduras tragó 7 veces más lana que la mitad más pobre de la población, que se enmascaró y se encerró a sufrir la pandemia. Y eso se llama desigualdad, una violación sistemática a los derechos humanos. Aprovechar el sufrimiento de la gente para amasar pisto.
Esos señores golpistas, fraudulentos y amigos de la embajada de Estados Unidos son los responsables de las migraciones masivas hacia Europa y el norte de América. Porqué?, porque sus salarios son esclavistas, son racistas y, por tanto, inhumanos.
Los empleados de los sectores llamados estructurados huyen hacia la MYPIMES o hacia el mercado de Estados Unidos, porque el salario del sector privado hondureño cubre solamente el 35 por ciento de los costos mínimos de una persona. Y eso se llama explotación, esclavismo moderno, una violación flagrante a los derechos humanos.
Por eso se ha considerado estúpida la política de contención de migraciones masivas a través de ejércitos represivos o de muros supremacistas en las fronteras, y por eso sería estúpido que la señora vice presidenta de Estados Unidos crea que dándole el dinero a los mismos sectores privados de la alianza del triángulo norte detendrá las caravanas centroamericanas.
Si las condiciones económicas en los países expulsores siguen siendo injustas y desiguales, desordenadas por políticas externas injerencistas, ninguna medida de esas de tipo violento o paliativas detendrán a la gente en su escape. Es bueno que se entienda este mensaje.
Estados Unidos, como principal receptor de la marea humana centroamericana, debería más bien impulsar el plan financiero de Ricci propuesto por Xiomara, para arraigar a nuestra población en casa. Lamentablemente, lo que vemos es una embajada acuerpando la élite dominante que corcovea por mayores concesiones y beneficios, incluyendo riquezas naturales y nuevas excepciones fiscales. Es decir, profundizando la desigualdad.
Durante los 13 años de la dictadura de narcotraficantes apoyados por el Departamento de Estado y las diversas agencias estadounidenses, las élites voraces – locales y externas — usaron el Estado de Honduras como un conjunto de tetas para mamar toda la leche de la gente, blanqueando de paso sus operaciones criminales. Y así quieren continuar.
Esa gente es la misma que desempolva en la TVCacá matutina el discurso de inversionistas bajo amenaza, de protectores de los flujos de capital en estampida, de las condiciones de gestión empresarial en peligro, de la generación de riqueza y de creación de fuentes de empleo malqueridas, y toda esa verborragia deshilachada de enemistad con la riqueza, para invitar al diablo a danzar en el territorio nacional.
El diablo sabe que cuando el modelo económico alimenta la concentración extrema de la riqueza, la correlación de fuerzas se tensa, la crisis aumenta el conflicto humano, social y político, y crea extraordinarias oportunidades al miedo, al voto y al enriquecimiento de unos pocos.
Al diablo le encantan las distorsiones del mercado, la negación de derechos sociales, económicos y laborales, le encantan las sequías, las inundaciones, los incendios, los golpes y toda esa pornografía de la riqueza opulenta del sector turístico, minero y energético, principalmente. El diablo es su aliado.
Los ultras ricos de nuestra era son gente sin alma, desalmados, les vale charra la naturaleza y la gente, especialmente las mujeres, los indígenas y las personas racializadas, es decir, aquellas a quienes han asignado una identidad inferior al supremacismo blanco.
Muy amigos de dios los domingos, entre marzo 2020 y noviembre 2022, los mil millonarios de América Latina – incluyendo esos exonerados de Honduras –, aumentaron su riqueza en un 21%, un crecimiento 5 veces más rápido que el PIB de la región durante el mismo periodo, y muy por encima de las previsiones de la CEPAL para 2023. Bárbaros!
En los próximos días veremos si esos ricos de Tegucigalpa tienen un Twitter de atacando el rediseño del régimen de exoneraciones fiscales que exige la presidenta Castro en nombre de Honduras, porque los vampiros no pueden seguir chupándonos la sangre.
Vamos a ver si esa gente que está haciendo fiesta con el mercado de armas permiten a Honduras bajar el gasto militar y aumentar el acceso a la tierra, al dinero barato, a la educación sexual en escuelas y colegios, y a los derechos reproductivos de las juventudes.
Veremos, porque las iglesias evangélicas y los católicos próvidas se vienen con biblias en mano a decirnos que el diablo no sólo anda suelto en las reformas tributarias injustas, sino en Ley de prevención al embarazo de adolescentes, y en las píldoras anticonceptivas de emergencia.
Las PAES fueron restituidas por Xiomara y el ministro Manuel Matheu la noche del 8 de marzo, Día Mundial de lucha por los derechos de las mujeres, para recuperar a Honduras de las cavernas a la luz del siglo 21.
En los días que los violentos secuestraron el Estado, en junio de 2009, los religiosos oportunistas se sumaron al coro de las banderas blancas para suprimir los contenidos de educación sexual en el sistema educativo y eliminaron la venta legal de las PAES en todo el país. Declararon pena de muerte al laicismo en nombre del señor, como intentó en Bolivia la mafia cristianoide que ahora está en prisión por semejante estupidez.
Los Santos quieren imponer camándulas y aceites ungidos sobre los vientres de las niñas, adolescentes y mujeres adultas, mientras ellas seguían descubriendo su sexualidad, su derecho a la autodeterminación de sus cuerpos y, lamentablemente, enfrentando solas la violencia patriarcal.
Y otra vez llega el debate inútil, ese que aprovecha los temas importantes para meterlos a las cuevas oscuras con la intención de hacer ceremonias de sacrificio contra el gobierno actual. Son los medios de los tiempos idos, las empresas comunicativas de la era medieval, los tinglados eróticos del diablo narco de la correccional de Nueva York. Son los medios incapaces de poner en cuestionamiento por qué entre 2017 y 2019 hubo 33 mil 378 niñas de 9 a 17 años dando a luz otras niñas y niños en los hospitales públicos de Honduras.
En esos tres años, tomados como muestra por la secretaría de salud, 32 niñas embarazadas dieron a luz por día. Y podríamos seguir buscando datos, pero aquí lo más importante es detenernos a interrogar a los hombres, a los pastores, a los curas, a los padres, y a la sociedad. ¿Por qué no entienden? ¿Qué es lo que no se entiende?
Tener acceso a la información y a la educación sexual es un derecho universal de las niñas, los niños y de la comunidad enseñante. Es una responsabilidad del Estado ocuparse del bien supremo de la persona humana, porque al final la oscuridad religiosa y la fragilidad orientadora de padres y madres, tienen un altísimo costo sobre el sistema de salud púbica del país. Sobre las finanzas nacionales. Si las partes no ayudan a organizar una elección informada de hijas e hijos, que no estorben el trabajo educativo hacia las y los estudiantes.
Mientras la presidenta Castro cumple una promesa importante a las mujeres de Honduras, el Congreso se prepara para discutir un marco legal que le permita a la sociedad prevenir el embarazo de niñas y adolescentes, prevenir sin culpar, anticipar sin juzgar, de modo que la Sociedad supere esta crisis inaceptable de maternidad fuera del tiempo. Sea un embarazo incestuoso, de violencia sexual, desinformado o no deseado, es para cualquier niña de 9 a 17 años una tragedia que golpea radicalmente su proyecto de vida.
Ni el diablo del pseudo cristianismo, ni la falsa moral de los evasores de impuestos o de los exonerados, pueden impedir avanzar a una sociedad que ya no es mojigata ni desconectada del mundo exterior. Seguir creyéndolo sólo hace daño a los incautos.
Sigamos andando, Sancho, que los perros ladren…
Buenas noches
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 11 de marzo de 2023