Los cristianos suelen ganar influencia entre los incautos haciéndoles creer que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. Y llevan miles de años asustando gente con eso.
En 2008 después que Chávez llamó pitiyankis a los empresarios narcos en Honduras y consideró que Oscar Andrés era un loro del imperialismo, todo empezó a oler a azufre en Tegucigalpa.
En 2009 se unieron para dar el golpe de Estado, y entonces los católicos y evangélicos dijeron que Romeo y Micheleti eran enviados del señor para salvar a Honduras del mero diablo.
El diablo era la resistencia nacional al golpe de Estado, que exigía una Asamblea Constituyente para redistribuir la tierra, implantar la consulta popular informada y expulsar a los cristianos del Estado laico.
En los templos y en las calles unieron sus palomas blancas y las echaron a volar cantando el Himno a la Alegría, porque la Constitución estaba en peligro.
En 2010 liberales y nacionalistas tomados de la mano de Hillary Clinton asumieron el poder del Estado y ambas iglesias tradicionales formaron parte del gobierno de salvación de la humanidad.
La Conferencia de Obispos y la Confraternidad Evangélica pusieron agua bendita a la represión y llevaron diputados al Congreso, un Ministro de Cultos a Casa Presidencial y aprobaron su propia ley para no pagar impuestos.
Romeo y Micheleti fueron ascendidos al cielo como héroes nacionales, salvadores de la Patria, e hijos prelilectos del señor.
Después Zelaya regresó al país, convirtió el diablo de las calles en participante del gobierno, y Romeo escribió su libro para explicar lo sucedido.
Entre tanto, los dos grandes carteles aumentaban sus operaciones en el país y avanzaban en el control de los poderes del Estado y, también, de los religiosos. !Nunca se construyeron más templos como en los últimos 8 años!
Con el paso del tiempo, los herederos del golpe de Estado y los creadores de la mafia del crimen organizado, vieron que a su obra le hacía falta un mesías. Y crearon, entonces, un hombre hecho a imagen y semejanza de la reelección presidencial, para el continuismo del modelo neoliberal.
A pocas horas después de lo previsto en el Tribunal Electoral, los mismos cristianos bulliciosos contra el diablo guardan silencio y aclaman con júbilo a su nuevo mesías. Le ruegan. Y le prenden candelas para que acepte el milagro.
Esta vez no está Clinton para dirigir sus elecciones en 2017, estará Trump que es el mero diablo de la CNN, del Washington Post y de Fox News. El que ha prometido que se los llevará por narcos.
Tampoco estará Romeo Vásquez en sus altares, porque el héroe nacional del Obelisco dice que el hombre no puede seguir en el pedestal porque la Patria es ara. Como lo dijo José Martí.
Entonces, han de venir días como en el infierno para Honduras, porque ahora los cristianos nos quieren convencer a todos que es la era de paz y amor.
Cuando la Constitución de 1981 se muere y los delincuentes son alzados sobre sus despojos, entonces es que la hora crítica ha llegado. Pues, que se los lleve el diablo… pero que nos deje a nosotros!