Por Riccy Ponce
Tegucigalpa.- El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), por más de 35 años ha permanecido en la búsqueda de verdad y justicia, preguntándose ¿Dónde están los detenidos desaparecidos de los años ochenta? en plena implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional.
En este marco, para recordar a esos lideres y lideresas defensoras de derechos humanos, en las oficinas del COFADEH está la sala de “Memorias Vivas” que consiste en una galería fotográfica de hombres y mujeres que lucharon por un mejor país.
La figura de la Desaparaición Forzada, afectó países de centro y sur América, como es el caso de Colombia que registra más de 80 mil casos en los últimos 50 años.
La búsqueda de verdad y justicia no tiene límites, en estos días la Fundación Hasta Encontrarlos, de ese país del cono sur de América, exhibe un altar con 33 rostros de personas que fueron desaparecidas en Colombia.
Pablo Cala, representante de la fundación Hasta Encontrarlos, expresó que “normalmente le hacemos un altar a alguien que confiamos en que va a hacer algo favorable a nuestra vida. En este caso, estamos hablando de una galería de las personas desaparecidas forzadamente, cuyas familias participan en la Fundación hasta Encontrarlos para buscarlos”.
Indicó que, son 33 hombres y mujeres detenidos desaparecidos entre la década del ochenta hasta finales del 2012, cuya familias no pierden la esperanza de obterner justicia.
Cala agregó que, exhibe la exposición en el COFADEH, ya que es una organización que se dedica a la búsqueda de verdad y justicia para los detenidos desaparecidos en Honduras, y juntos comparten experiencias permamentemente en temas de derechos humanos y memoría histórica.
“Estamos intercambiando tácticas en la búsqueda de los desaparecidos, en la defensa de los derechos humanos; estrategias de memoria y de verdad y en particular la coordinadora general del COFADEH, Berta Oliva de Nativí, quien es miembro honoraria de la Fundación Hasta Encontrarlos, junto con otras personas de diferentes países que han dedicado su vida a la búsqueda de personas desaparecidas”, Pablo Cala.
Estas actividades en Honduras y en otros países son para recordarle al Estado que tiene una deuda con los familiares, la reivindicación para con las víctimas, cuyo recuerdo construye una identidad para la memoria de las víctimas de lesa humanidad.
Al realizarse estos altares, en el caso de Honduras, es indispensable para construir la historia junto con las familias de las víctimas, «porque mirar hacia el pasado es hacerle un homenaje al futuro y al presente».
