El asesinato de Keyla Martínez sigue en la impunidad, su familia exige justicia

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Tegucigalpa.- Varios días han transcurrido desde que la familia de Keyla Patricia Martínez se levantó con la noticia triste que indignó a toda Honduras, ella había sido encontrada muerta bajo custodia policial en la Esperanza, Intibucá, el pasado 7 de febrero.

La primera versión de la policía fue que la joven de tan solo 26 años,  se había quitado la vida, su familia sabía quién era Keyla y el amor que sentía por la vida y que por ninguna circunstancia cometería tal hecho.

En el caso,  Medicina Forense confirmó lo que su familia  ya sabía, que Keyla murió  por asfixia mecánica, es decir, que su muerte fue homicida y no suicida, como lo  intentaron hacer creer las autoridades.

Su familia desde el inicio no creyó en la versión de los encargados de la posta y desde el primer momento exigieron justicia y que se castigue a todos los responsables de la muerte de la joven.

caso keyla2La familia de Keyla se puso en contacto con el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), para que se trasladara a la zona para documentar el caso y acompañara a la familia, es así que un equipo del comité viajó a La Esperanza.

Al llegar a la zona se encontró con una familia llena de dolor, pero  con muchas ganas de luchar para que se le haga justicia a la joven, quien era enfermera auxiliar y estaba terminando su último año de la carrera de enfermería en la Universidad Nacional  Autónoma de Honduras (UNAH).

Su familia describe a la joven como una muchacha servicial, dispuesta a ayudar a los demás, muy alegre y optimista. En su tiempo libre ayudaba a su hermana menor, Nancy Carolina Martínez, que recientemente había iniciado con un negocio de floristería llamada “La vida en rosas”. Keyla por medio de las redes sociales y con sus amistades la promocionaba.

En el dormitorio que una vez perteneció a Keyla, se encuentra parte de las flores del  negocio, marchitas, ya que Nancy no ha tenido  tiempo de continuar con la floristería, porque permanece exigiendo justicia para su hermana.

Para Luis Alfredo Martínez Rodríguez, hermano mayor de Keyla, lo ocurrido con su hermanita, como el la llamaba, fue una noticia muy fuerte para él, y sobre todo porque él estaba lejos de la casa donde crecieron juntos.

“Me sorprendió, me impactó, empecé a temblar y le dije a mi hermana que dejara de estar bromeando, no te creo con eso no se juega; sí, me dice, dicen que se ahorcó  en la cárcel, y entonces yo no creo eso, no lo creo, expresé, me volvió loco yo no creía que  habían matado a mi hermanita”.

Según Luis Alfredo, la versión de la policía que dice que se ahorcó, “yo no creo eso, porque Keyla no tenía ese tipo de pensamientos, ella era una muchacha que daba   mucho amor a todos sus familiares, muy detallista, muy centrada; ella era una persona que no tenía pensamientos negativos”.

caso keyla3“Nosotros como familia exigimos justicia para Keyla, para que este caso no quede impune, y queremos que encarcelen a los tipos que la asesinaron, que paguen, y que haya un cambio para que estas cosas no vuelvan a suceder y menos que lo hagan estas personas que tienen el deber de cuidarnos y protégenos“, agregó.

Por su parte Evelin Martínez, también hermana de Keyla, expresó que lo único que ellos exigen es justicia y que se castigue a los responsables.

“Nosotros lo único que queremos es que los policías que estuvieron allí sean juzgados, hasta ahorita nosotros no tenemos noticias de quienes fueron, no nos han enseñado las caras, para mi están bien protegido, porque mire cuando se dio a conocer en la autopsia preliminar que había sido homicidio, disque los arrestaron, en mi opinión eso no es arresto”.

También exigió que se den a conocer los nombres de los asesinos de su hermana, que basta ya de estarlos protegiendo.

“No es justo que nos arrebataran a Keyla de esa manera, pensar como murió, que injusto, pobrecita mi hermanita, no es justo que haya sufrido así”, expresó entre lágrimas Evelin.

En La Esperanza, así como en el resto del país, condenaron el asesinato de la joven dentro de la estación policial y, más aún, condenaron el hecho de querer ocultar su crimen.

Keyla era conocida por su amabilidad y por su carisma, su familia y amigos la recuerdan como una persona única, dedicada, que siempre pensaba en los demás,  pero sobre todo amaba  la vida.

“Era muy alegre, entusiasta, siempre andaba viendo lo positivo de las cosas,  algo que no le gustaba, ella lo arreglaba; le gustaba hacer todo tan bien en su trabajo como persona, también era súper especial y muy dedicada a lo que a ella le gustaba”, añadió  Estefany Jasmín  del Sid Rodríguez.

caso keyla5Asimismo señaló que Keyla era una de las personas con más visión a futuro que ella conocía, que por su mente solo estaba terminar su carrera y que eso no es de una persona que tenga malos pensamientos.

“Exigimos justicia, porque estoy segura que ella no pudo hacerlo, porque incluso ella no tenía ninguna señal de una persona depresiva, con ganas de quitarse la vida, no, incluso, más bien nosotros le hacíamos chiste que para cuando los sobrinos y ella contestaba, “están locas ustedes, mi meta ahorita es terminar mi carrera, de todos modos puedo  tener un hijo hasta  los 35 años y eso no es de alguien que no tenía futuro, si no que ella planeaba su  futuro”.

Señaló que están muy agradecidos con las personas que se han unido a la lucha por la exigencia de justicia.

Otra de las familiares que se siente indignada por lo ocurrido con la joven estudiante es su tía Yesenia Rodríguez,  quien señaló que “me siento muy triste,  muy indignada e  impotente al saber en las manos que cayó Keyla, en las manos de quien tenía que   cuidarla y protegerla, fueron las manos que le quitaron la vida, le quitaron el futuro, me siento demasiado triste porque ella fue una niña que se dio a querer por nosotros”.

Recordó que en el lugar donde accedió a hablar con defensoresenlinea.com le trae muchos recueros con su sobrina. “Recuerdo este lugar donde estamos precisamente ahora, la última vez que yo vine a verla que fue en los últimos meses del año pasado,  me dijo tía venga comamos, hagamos algo, porque ella era muy dada a compartir”.

Agregó que lo que exigen es justica, simple, sencillamente y enérgicamente que se haga justicia, que los culpables de este hecho los castigue la ley. No sé la verdad si se puede, porque ellos se hacen  llamar ley también, y por mi fe si ellos en esta tierra no pagan, el cielo también les va a hacer pagar, porque en esta tierra todo lo que nosotros hacemos pasa factura.

El líder indígena y fundador de la Coordinadora Indígena del Poder Popular de Honduras (CINPH), Salvador Zúñiga, este es un femicidio con el agravante que fue cometido por el estado y que el reclamo ciudadano no se debe parar hasta que se haga  justicia.

El asesinato de Keyla Martínez se da en un contexto de violencia en el país, una violencia alentada por un estado que ha perdido la institucionalidad, en un ambiente  de misoginia, es decir, odio a las mujeres, pero también en el marco de la impunidad que significa protección a criminales, de criminales enclaustrados en las instituciones del estado, como la Policía Nacional que en su seno  hay grupos criminales.

caso keylaSeñaló que las manifestaciones en las calles no se hicieron esperar desde un principio, exigiendo justicia.

“En estas  movilizaciones  la gente está demandando justica, está indignada, no quiere que haya más impunidad ni actos de violencia de parte del estado, lo que ocurrió   dentro de la posta policial fue un acto de brutalidad, fue un acto de barbarie, y hubo un acto de  prepotencia que habría que ver en que y para que se hace esto”.

En el caso del asesinato de la joven estudiante hay 13 policías que han sido requeridos,   pero no se sabe si serán juzgados por el criminen, hasta ahora no se conocen los nombres de los elementos policiales que han sido requeridos. A los familiares de Keyla tampoco les han dado una respuesta por lo que continúan con la exigencia de justicia y que se castigue  todos los responsables de asesinar a la joven.

A Keyla la capturó la policía la noche del sábado 6 de febrero, por suponerla responsable de violentar el toque de queda impuesto por el régimen de Juan Orlando Hernández, como medida para evitar la propagación del Covid-19, según el Decreto Ejecutivo PCM 012-2021, afirmó la Secretaría de Seguridad.

En la madrugada del domingo 7 de febrero fue llevada por una patrulla policial al Hospital “Enrique Aguilar Cerrato” de La Esperanza, supuestamente por intento de suicidio dentro de la celda. El Hospital desmintió esta versión, afirmando que la joven de 26 años llegó sin signos vitales (fallecida).

La autopsia practicada en la Morgue Judicial del Ministerio Público en Tegucigalpa, revela que Keyla fue víctima de asfixia mecánica, o sea homicidio.