EEUU, la militarización en el Triángulo Norte y los desplazamientos forzados

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Por Marvin Palacios.

Ciudad Universitaria, Tegucigalpa.- La Mesa de Militarización y Derechos Humanos llevó a cabo el viernes 26 de octubre en horas de la mañana, el tema: “La Militarización en América Latina”, en el marco del Foro Mesoamericano/ Alba Movimientos que se realiza del 25 al 27 de octubre en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

La mesa que ha estado a cargo del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), contó con la participación de 2 expositoras comprometidas con los movimientos sociales y los derechos humanos.

La primera ponencia titulada: “Bases Militares y Militarización”, fue expuesta por la compañera feminista, miembra de “Insurrectas Autónomas” e impulsora de procesos de capacitación de comunicadores y comunicadoras sociales deradios comunitarias en Honduras, Bety Matamoros.

palmerola
Palmerola Base Militar de EEUU

Matamoros dijo que una de las reconocidas lideresas que expuso abiertamente su oposición a las bases militares estadounidenses en Honduras y el continente americano, fue  la Coordinadora del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), Berta Cáceres.

Cáceres, ganadora del Premio Goldman (máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente) en abril de 2015, por su defensa junto al pueblo lenca del Río Gualcarque y los bienes comunes, fue asesinada por sicarios el 2 de marzo de 2016. Su muerte replicó en todos los rincones del planeta y el movimiento social en sus movilizaciones corea la consigna: ¡Berta no murió, Berta se multiplicó!.

La expositora señaló que en medio de la denominada guerra fría (1976-1986) protagonizada por Estados Unidos y Rusia en la región centroamericana, se gestó la guerra contra los movimientos sociales, seguida de una estrategia de  militarización, en la cual, otro de los objetivos de la potencia estadounidense fue y ha sido, la apropiación de los territorios y los recursos naturales.

Mesoamérica y Suramérica son muy importantes para la estrategia de Estados Unidos .“Es una estrategia militar que busca el control hegemónico de toda la región”, sostuvo Matamoros.

Tanto el Plan Puebla Panamá (ahora Plan Mesoamérica), el Plan Colombia, junto a los Tratados de Libre Comercio, buscan la explotación de los recursos y utilizan como herramienta a las fuerzas militares para instaurar el miedo y lograr sus propósitos.

La ponente señaló  al Tratado de Libre comercio con la Unión Europea, como peligroso para la región, porque está sustentado bajo 3 pilares: el Comercial, el diálogo político y la cooperación.

“La estrategia es convencer a la gente a través del miedo, que se necesita la militarización”: Bety Matamoros

Se estima que en todo el continente americano existen 35 bases militares estadounidenses. En los países en donde no hay bases, los Estados Unidos han suscrito convenios con los gobiernos, para realizar maniobras militares y de esa forma abrir los espacios para fomentar la ocupación, comentó.

Bety Matamoros recalcó que la lucha contra el narcotráfico ampliamente divulgada por los medios corporativos, lo que busca es identificar “enemigos” y criminalizar los pueblos y comunidades que se oponen al despojo de sus territorios.

“La lucha contra el narcotráfico implica un control territorial que afecta a las comunidades y la militarización implica el control de la sociedad”, sostuvo.

En el caso de Honduras por su ubicación geográfica, es una región estratégica para los planes de Estados Unidos. Desde 1981 se instaló una de las mayores bases militares en el continente americano: La Fuerza de Tarea Conjunto  Bravo en Palmerola, a pocos kilómetros de la ciudad de Comayagua.

La base militar de Palmerola está ubicada a 97 kilómetros de la capital, y fue activada  durante la administración de Ronald Reagan. En los años ochenta,  fue utilizada por el Coronel estadounidense Oliver North como una base de operaciones de la “contra”, las fuerzas paramilitares entrenadas y financiadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) encargadas de ejecutar la guerra contra los movimientos revolucionarios en Centroamérica, y particularmente contra el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)  de Nicaragua y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en El Salvador.

La ocupación militar estadounidense en Comayagua, trajo consigo el aumento de la prostitución y la propagación de enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el SIDA, “la violación de nuestras mujeres, niños, niñas y jóvenes. Todas estas acciones han quedado impunes”, destacó la ponente.

asistentes foroMatamoros dijo que la estrategia ejecutada y difundida hoy por los grandes medios de comunicación, es que la militarización es “necesaria”, debido a los altos niveles de violencia, narcotráfico y las operaciones del crimen organizado.

“La estrategia es convencer a la gente a través del miedo, que se necesita la militarización”, aseguró la expositora.

Por su parte la psicóloga, feminista y defensora de derechos humanos del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH), Melisa Raudales disertó sobre el tema: “La Migración y Militarización en los países del Triángulo Norte”.

Raudales inició su ponencia informando que el CIPRODEH ha trabajado desde 1989 el tema de la movilidad humana y que el término “caravana de migrantes” es incorrecto, porque se trata de “personas migrantes”, que en este momento al conformarse como un grupo de más de 7 mil hondureños y hondureñas, debe calificarse como desplazados y desplazadas.

“El desplazado se ve forzado a huir, huye de la violencia, el crimen organizado y la persecución política generada por el actual régimen”, resaltó.

La conferencista destacó que solo este año, unas 250 mil personas han huido de Honduras, y que CIPRODEH ha registrado 258 familias que decidieron salir del país.

“En 2014 se produjo un fenómeno fuerte cuando la emigración incluyó a niños y niñas no acompañadas de un adulto. Las detenciones de estos menores en 2009, fueron de 3, 304”, destacó Raudales.

“El desplazado se ve forzado a huir, huye de la violencia, el crimen organizado y la persecución política generada por el actual régimen”. Melisa Raudales

Raudales afirmó que el Plan para la Prosperidad anunciado por Estados Unidos para el Triángulo Norte de Centroamérica ha sido un fracaso.

El plan consiste en apoyar el sector productivo, mejorar la seguridad y fomentar la confianza en los estados. El Congreso de Estados Unidos aprobó para dicho plan, 600 millones de dólares.

De aquí se explica los airados reclamos del presidente de Estados Unidos Donald Trump, quien expresó hace sólo unos días que comenzará a cortar o a reducir sustancialmente la ayuda externa a los países del Triángulo Norte por no impedir el avance de los migrantes que se dirigen hacia Estados Unidos y aseguró que en el grupo de desplazados hay “gente criminal y peligrosa”.

En el año 2017, Guatemala recibió cerca de 177 millones de dólares,  Honduras recibió 181 millones de dólares y El Salvador 149 millones de dólares.

Raudales dijo que un equipo de defensores y defensoras de derechos humanos de CIPRODEH, acompañó desde Santa Rosa de Copán en Honduras a los desplazados y desplazadas hasta Esquipulas en Guatemala, en donde constataron que familias enteras huyen del crimen organizado, mujeres con hijos e hijas escapan de la violencia intrafamiliar, que los jóvenes huyen del reclutamiento que practican bajo amenazas las maras y pandillas, otros por persecución política y que muchos más se van por el hambre y la pobreza, generada por el régimen opresor de Juan Orlando Hernández.

La experta criticó al actual régimen y  a los medios de comunicación por el manejo periodístico respecto de los desplazados y desplazadas y reveló que el señalamiento infundado de “coyote” o “traficante de personas” que se imputó al periodista Bartolo Fuentes, fueron violatorios a los derechos humanos.

El periodista Bartolo Fuentes al que el régimen de Honduras acusó de organizar el multitudinario desplazamiento de hondureños y hondureñas,  fue detenido durante varios días y deportado el 19 de octubre de este año por las autoridades guatemaltecas, aduciendo que no cumplió con el control y registro migratorio de la vecina nación.

Desplazados y desplazadas enfrentan un cerco policial-militar
Desplazados y desplazadas enfrentan un cerco policial-militar

A Fuentes también las autoridades hondureñas y guatemaltecas, le violaron sus derecho a la libertad de prensa y libertad de expresión.

Raudales comentó que lo que le ocurrió al periodista, se estaba fraguando también  contra los defensores y defensoras de derechos humanos que acompañaron la masiva movilización.

La experta denunció que las decisiones adoptadas por los gobiernos de Honduras y Guatemala respecto a este y otros casos, constituyen una violación al acuerdo migratorio conocido como CA-4 ó Convenio Centroamericano de Libre Movilidad.

Asimismo, Raudales dijo que los medios corporativos han fomentado la discriminación, la estigmatización y la violencia contra las personas migrantes y que incluso han estado remarcando que algunas organizaciones no gubernamentales y organizaciones de izquierda, pretenden desestabilizar al régimen de Juan Orlando Hernández.

La expositora aseguró que en la actualidad no hay “migrantes económicos”, lo que hay son “personas desplazadas”, y que el papel de la militarización es vigilar y castigar.