Tegucigalpa.- Hoy se cumplen 2 años del crimen de la estudiante de enfermería Keyla Patricia Martínez, asesinada bajo custodia policial, hecho ocurrido la madrugada del 7 de febrero de 2021 en la jefatura departamental de La Esperanza, Intibucá.
El caso continúa en total impunidad, ya que hasta el momento no hay nadie condenado por este hecho y solo hay una sola persona, el policía de escala básica Jarol Rolando Perdomo, quien está siendo hasta ahora juzgado por ese crimen.
Hace más de tres meses que culminó el proceso penal que se le instruye a Perdomo, por suponerlo responsable del delito de femicidio agravado en perjuicio de la joven estudiante, pero todavía no se sabe cuál será el veredicto por parte del Tribunal de Sentencias de Siguatepeque, que está esperando que se resuelvan los amparos presentados por la parte acusadora, en este caso el Ministerio Público y el COFADEH (Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras), solicitando que se mantenga la medida decretada en audiencia inicial que es femicidio agravado.
Es importante mencionar que la defensa del imputado presentó recurso de apelación, misma que la Corte de Apelaciones de Comayagua declaró con lugar, y modificó el delito, recalificándolo como homicidio simple.
Y debido a esa modificación, la parte acusadora presentó esos dos amparos solicitando que se mantenga el delito de femicidio agravado, que le fue decretada en audiencia inicial.
A pesar de que uno de los amparos fue declarado sin lugar, aún falta que se resuelva el recurso presentado por el COFADEH, y se está en espera de que el Poder Judicial pueda pronunciarse sobre ese caso y emitir una sentencia condenatoria en el caso, ya que en el juicio se presentaron los medios probatorios para que sea condenado por el delito de femicidio agravado.
Keyla Martínez fue detenida por agentes de la Unidad Departamental de Policía #10 (UNDEP #10) de La Esperanza, Intibucá, junto al médico Edgar José Velásquez, en el marco de la suspensión de garantías constitucionales por Decreto Ejecutivo PCM 012-2021, supuestamente para evitar la propagación del Covid-19, dejando al pueblo totalmente militarizado.
La noche del 6 de febrero de 2021, los profesionales de la salud fueron llevados a las celdas de la UDEP #10, Edgar fue liberado horas después, según declaración de la policía, pero Keyla fue ejecutada bajo custodia policial la madrugada del domingo 7 de febrero.