Tegucigalpa.- En la mañana del día 27 de agosto de 2014, Margarita Murillo trabajaba una parcela de tierra en la comunidad de El Planón, municipio de Villanueva, departamento de Cortés, cuando desconocidos le arrebataron la vida.
A diez años de ese vil asesinato, su crimen continúa en la impunidad y varios sectores siguen exigiendo investigación para dar con los responsables, tanto materiales como intelectuales.
Margarita Murillo era una mujer dedicada, que luchó por más de 40 años por la defensa de los derechos de los campesinos y campesinas en Honduras, y el acceso a la tierra.
En 1987 fue capturada, desaparecida temporal y brutalmente torturada, y después de permanecer 27 días secuestrada, fue presentada por la policía, acusándosele, sin presentar ninguna prueba, de ser terrorista.
Fue fundadora de la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), participó en la creación del partido Unificación Democrática (UD), es una de las fundadoras del Frente Nacional de Resistencia Popular y a la hora de su crimen era parte de la coordinación del Foro Social del Valle de Sula.
Por esa lucha para reivindicar el derecho a la tierra, por la defensa de nuestra soberanía, por una reforma agraria integral, por la seguridad alimentaria de nuestro pueblo, fue señalada, estigmatizada, perseguida y criminalizada junto con su familia, hasta arrebatarle la vida.
Al momento de su asesinato, Margarita Murillo gozaba de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), por lo que el Estado Hondureño estaba obligado a defender su vida, debido a que era amenazada constantemente para quitarle su vida.
La ex coordinadora de la Fiscalía de Delitos contra la Vida, Marlen Banegas, era quien llevaba el caso, pero fue asesinada en octubre de 2014, y desde entonces, el crimen de Margarita Murillo sigue sin investigarse y sin llevarse a prisión a los responsables intelectuales y materiales.
Durante el golpe de estado de 2009, donde coordinaba el Frente Nacional de Resistencia Popular en la costa norte, su hijo fue secuestrado, torturado y liberado un mes después, ni eso la detuvo en sus luchas incansables a favor del pueblo.
En el marco de esta exigencia de justicia, al cumplirse diez años de su crimen, la delegación del Poder Popular y la Unidad de Gérero, Inclusión y Diversidad de la Secretaría de Planificación y Estrategia, junto al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), realizan este martes 27 de agosto el conversatorio “Justicia para Margarita Murillo”.
En la jornada participan destacados defensores de derechos humanos, de la tierra y de campesinos, que durante estos diez años de impunidad han demandado se haga justicia.
