Tegucigalpa.- Ayer jueves en horas de la noche el comunicador social y defensor de la tierra y el territorio, Abel Pérez, fue capturado a eso de las 7: 30 de la noche por elementos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) mientras se encontraba reparando una motocicleta.
Abel fue detenido en la casa de la madre del también comunicador social y defensor Gerardo Aguilar, en la comunidad de Puerto Grande.
“Lo capturaron a las 7:30 de la noche en la casa de mi mamá, en la casa de mis hermanos, estaba reparando una motocicleta. Él tenía una orden de captura, en abril fue emitida, y es la misma por lo que está preso Santos Hernández, que tienen una condena de 2 años de prisión por defender la tierra y el territorio”, señaló Gerardo Aguilar.
Agregó además que “supuestos elementos de a DPI lo capturaron y dos policías de aquí de la comunidad de Puerto Grande, son los mismos que nos dan las medidas de protección del Mecanismo de Protección, ellos mismos lo capturaron y se lo llevaron en un vehículo, no mostraron una orden de captura, mostraron algo, pero en un celular y nadie lo acompaño”.
Por algún momento no se supo del paradero del defensor y comunicador social, pero posteriormente se conoció que fue trasladado a la posta policial de Nacaome, donde este día sería trasladado a los juzgados.
El defensor de la península de Zacate Grande, Pedro Canales, denuncio que la captura de Abel Pérez, fue salvaje, “capturado por elementos de la DPI, vestidos de civil con tenis, pero armados, dos carros particulares, no sabemos todavía si andaban placa, pero la persecución inició desde la una de la tarde”.
“Abel será trasladado de la posta policial de Nacaome a los juzgados de Choluteca, para allá decidir lo que han decidido siempre, nos preocupa porque es la misma situación de Santos, hoy este delito de usurpación, no hay más, no hay presentación en libertad, no hay medidas, más que cárcel”, denunció Canales.
La persecución y hostigamiento contra líderes comunitarios está a la orden del día, donde se persigue, criminaliza y encarcela a las personas que luchan por la tenencia de la tierra, por recuperar las playas en la península de Zacate Grande, tal es el caso de Santos y Abel, quienes han sufrido en carne propia estos ataques por estar al frente de la defensa de su territorio.